Estrenos de cine: Creed vuelve al pasado, pero se olvida por completo de Rocky

Creed III, estreno del jueves 2
Creed III, estreno del jueves 2

Creed III (Estados Unidos/2023). Dirección: Michael B. Jordan. Guion: Keenan Coogler y Zach Baylin. Fotografía: Kramer Morgenthau. Música: Joseph Shirley. Edición: Jessica Baclesse y Tayler Nelson. Elenco: Michael B. Jordan, Jonathan Majors, Tessa Thompson, Wood Harris, Phylicia Rashad, Mila Davis-Kent. Distribuidora: Warner. Duración: 116 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: buena.

¿Creed III es un final o un nuevo comienzo? Si aplicamos el canon más usual del cine de Hollywood sobre secuelas y continuidades deberíamos creer que aquí también se aplica la idea de trilogía como totalidad. Y deja en principio cerradas la mayoría de las historias enunciadas en los dos títulos previos.

Desde esta perspectiva, el regreso de Creed estaría clausurando el ciclo abierto en 2016 con Creed: corazón de campeón y continuado dos años después con Creed II: defendiendo el legado. Dos grandes películas, identificadas en plenitud con el universo creado cuatro décadas y media atrás alrededor de Rocky y sabiamente custodiadas por su mentor, Sylvester Stallone. Una nueva generación encarnada en Adonis Creed (Michael B. Jordan), el hijo de Apolo, uno de los grandes rivales de Rocky, compartía el espíritu del relato original con las mismas y fecundas dosis de nobleza, dignidad, redención y espíritu deportivo. Vale la pena volver a ellas.

Este aparente cierre parece adquirir sentido justamente desde una mirada familiar y el recuerdo de un pasado todavía marcado por heridas abiertas. Adonis acaba de retirarse en medio de la gloria pugilística y la conciencia de que seguir peleando ya no tiene razón de ser. Con una vida de lujo en un retiro dorado que comparte con su esposa Bianca (Tessa Thompson) y la hija hipoacúsica de ambos, Adonis también está al frente de un gimnasio y desde allí, con perfil bastante bajo, trata de convertirse en mentor de futuros campeones.

Hasta que vuelve a su vida un viejo compinche de sus tiempos de adolescencia, Damian Anderson (Jonathan Majors, el villano de Quantumania y figura de moda en Hollywood), después de un largo tiempo en la cárcel para recordarle a Adonis sus orígenes llenos de privaciones y ciertas deudas pendientes. Lo que Anderson quiere es alcanzar la gloria de campeón que soñaba en aquel tiempo. Y lo hace con ese aire amenazante lleno de despreocupación que Majors ya convirtió en una marca registrada.

El regreso toca el orgullo de Adonis y lleva las cosas a un terreno personal, lo que quiere decir que las lleva de nuevo al ring. Para ponerlas en orden, como se espera siempre dentro de este universo, deberá volver a calzarse los guantes. Jordan relata estos pormenores tan familiares a quienes siguen desde el comienzo la saga de Rocky como intérprete y ahora también como director. Lo hace con prolijidad, atento a las emociones en los momentos más íntimos y a la vibración de las peleas, bien expuestas y montadas.

Lo que le falta a Creed III es un final un poco más convincente y, sobre todo, alguna explicación sobre la ausencia total de Stallone (más allá de una mención como productor en los créditos finales) y de su gran personaje. Rocky era el pilar desde el cual Adonis escribía su propia historia. La omisión de su nombre no es solo injusta. También puede volverse tramposa. ¿Querrá Creed cerrar definitivamente la puerta de este mundo o abrir una nueva en otra dimensión? Hay explicaciones que faltan.