Los estrenos de la semana: las críticas de streaming, cine y teatro, de Halloween a La chica más afortunada del mundo

Michael Myers y Laurie Strode vuelven a verse las caras en Halloween: la noche final
Michael Myers y Laurie Strode vuelven a verse las caras en Halloween: la noche final

No solo de Argentina, 1985 viven las salas de cine: pronto lo harán las plataformas de streaming. El film de Santiago Mitre llegará el viernes 21 a Amazon Prime Video mientras tiene seguro destino de la película más vista del año de la industria nacional. Pero para quienes ya la vieron, la cartelera cinematográfica se renueva con ¿el último duelo? entre la heroína Laurie Strode (Jamie Lee Curtis en el rol que la consagró) y el asesino serial Michael Myers (James Jude Courtney). Dos reversiones contemporáneas de clásicos como Bodas de sangre, en teatro, y Romeo y Julieta, en streaming, también son estrenos destacados de la semana.

Cine

Halloween: la noche final. Los 44 años que separan a la primera película de Halloween, creada y dirigida por John Carpenter en 1978, de este episodio final equivalen con exactitud al tiempo vital de su gran protagonista, Jamie Lee Curtis, dentro de esta historia. Curtis tenía 19 años cuando se enfrentó por primera vez como Laurie Strode a un temible y enmascarado psicópata llamado Michael Myers, perpetrador de asesinatos seriales cada vez más horripilantes, enmarcados de manera deliberada alrededor de los festejos de la Noche de Brujas –recuerda Marcelo Stiletano en su crítica–. Este cierre cumple por fin con todas las expectativas que se abrieron en 2018, momento en que David Gordon Green volvió directamente a las fuentes de la historia original de Carpenter, que reasumió un lugar influyente como productor ejecutivo, autor de la banda sonora (junto con su hijo Cody) e “inspirador” de la trilogía final. Esa influencia queda bien a la vista en esta eficaz conclusión que corrige el decepcionante rumbo del episodio anterior, Halloween Kills: la noche aún no termina, lleno de esquematismos, conductas previsibles y fórmulas rutinarias. Se dirá ahora que esa transición sirvió nada más que para preparar el terreno de un muy logrado desenlace, cuya mayor virtud es la de mostrarse genuinamente carpenteriano. Toda la trama de Halloween: la noche final está atravesada por el gran tema del cine de Carpenter: la representación del mal. Nuestra opinión: muy buena.

Las 66 caras de la Luna. La relación del espectador argentino con la cinematografía griega puede resumirse en pocos nombres de impacto como Michael Cacoyannis (Zorba, el griego), Theo Angelopoulos (La mirada de Ulises) y Yorgos Lanthimos (Canino). Sumados Costa-Gavras, desde lo internacional, y Pantelis Voulgaris, desde lo local, como las marcas permanentes de un cine que se ha conocido fundamentalmente a través de ciclos y retrospectivas como la que –paralelamente a este estreno– se hará en el Malba. Así, la ópera prima de Jacqueline Lentzou merece la atención y más si se busca una propuesta arraigada en las coordenadas del cine de autor contemporáneo más exigente, escribe Pablo De Vita. Porque más allá de la historia, donde una joven regresa a cuidar de su padre enfermo descubriendo un secreto oculto durante años con un pasado reconstruido a través de cintas VHS, lo interesante de Lentzou es el depurado y riguroso tratamiento de una dura temática con una cuidada forma narrativa que puede sintetizarse a través del subtítulo del film: “Una película sobre el amor, el movimiento, la fluidez (y la falta de ellos)”. Nuestra opinión: buena

Streaming

La chica más afortunada del mundo. Protagonizada por Mila Kunis, la película no logra despegarse de las comparaciones con Perdida, la obra de Gillian Flynn -y su correspondiente adaptación-, solo que la autora de la novela en la que se basa, Jessica Knoll, cometió precisamente ese error que Flynn consiguió eludir, escribe en su reseña Milagros Amondaray. La escritora, encargada de extrapolar su obra debut, el best seller Luckiest Girl Alive (2015), deja entrever, desde el inicio, cierta autoindulgencia. La película comienza con la voz en off de su figura central, la joven Ani Fanelli (Mila Kunis, en un rol que roza en tono al de El cisne negro pero que nunca termina de explotar como aquel), una treintañera que está eligiendo con su prometido Luke (Finn Wittrock, una idea más que un personaje) los ítems para la lista de regalos de su inminente boda. Cuando Ani prueba los cuchillos, nos encontramos con el primer flashback que planta el misterio y con la descarnada voz en off de la protagonista, quien aclara que no es lo que parece a simple vista, que no nos dejemos engañar por lo que muestra. La primera crítica que esboza el film sobre cómo una mujer debe navegar en una sociedad patriarcal en la era pre #MeToo resulta interesante antes de que todo se descarrile. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: regular.

Rosalina. Rosalina acierta en todos los frentes al darle matices, profundidad y una vivacidad contagiosa a la Capuleto menos recordada. Basada en la novela para adolescentes When You Were Mine, de Rebecca Serle, una versión de Romeo y Julieta ambientada en la actualidad en el sur de California, en la que la protagonista es el primer amor del joven, tiene como puntales a un gran guion y a una heroína irresistible, escribe Natalia Trzenko. Impetuosa y decidida a casarse por amor a pesar de la insistencia de su padre en encontrarle un candidato aceptable (el odiado Capuleto obviamente no es tal), Rosalina busca pasión y aventura para su vida y no está dispuesta a aceptar menos que eso. Sin embargo, el romanticismo empalagoso de Romeo tampoco parece convencerla del todo, como nota su sarcástica aya. Minnie Driver se roba cada una de las pocas escenas en las que aparece, y no le resulta tarea fácil, porque en todas comparte diálogos con la brillante Kaitlyn Dever (Dopesick) que gracias a Rosalina vuelve a demostrar, como lo hacía en La noche de las nerds (espantoso título local de Booksmart), que su talento para el drama también incluye a la comedia de enredos y hasta al humor físico que cada tanto aparece en la trama. Disponible en: Star+. Nuestra opinión: muy buena.

Bodas de sangre, de Federico García Lorca
Bodas de sangre, de Federico García Lorca - Créditos: @Carlos Furman

Teatro

Bodas de sangre (Teatro San Martín). En esta arriesgada versión del clásico de García Lorca –afirma Carlos Pacheco en su crítica– la directora Vivi Tellas construye un espectáculo que dialoga con este conflictuado mundo contemporáneo en el que parecería que Bodas de sangre, en tanto historia, tiene poco que aportar. Un drama rural en el que el paisaje termina dando forma a las conductas de los personajes y luego pareciera devorar a algunos de ellos. En muchísimas ocasiones, a la hora de llevar la pieza a escena, hasta se ha resguardado cierto estilo de interpretación clásico, en el que se cuidaba que varios momentos de la acción se expresen con una solemnidad tal que posibilitaran al público reconocer la calidad interpretativa, sobre todo de la Madre. Pero Tellas escapa a toda solemnidad, respeta el texto original de García Lorca pero, entre otras cosas, decide aventurarse a investigar en ciertas cuestiones de género. Esto hace que aparezcan elementos femeninos en la imagen de Leonardo y El novio. La criada de La novia está interpretada por un hombre que, si bien viste de mujer, mantiene su voz y su postura corporal masculina (creativo trabajo de Agustín Daulte). Nuestra opinión: buena.

Tijeras salvajes (Multitabarís Comafi). A tono con el revival de viejas comedias que supieron ser éxito aquí, allá y por todo el mundo, llega ahora Tijeras salvajes (Shear Madness), la pieza de Paul Pörtner que lleva más de 40 años de representaciones en los Estados Unidos y que fue vista por 14 millones de espectadores. En la Argentina tuvo varias puestas, una de ellas protagonizada por Rodolfo Bebán en el teatro Maipo, bajo el nombre de Corte fatal, en 1992. La actual está “aggiornada” a los nuevos tiempos, pero el trazo grueso y estridente que campea toda la propuesta (empezando por las actuaciones y continuando por el vestuario y la escenografía) a veces conspira contra su efectividad. Con todo, sigue siendo una pieza graciosa y llevadera, fundamentalmente para un público sin grandes pretensiones; de ahí que su marco lógico, y posiblemente más exitoso, sería el de las temporadas veraniegas en la costa o en las sierras, pondera Gustavo Lladós en su reseña. Nuestra opinión: buena.