Los estrenos de la semana: las críticas de streaming, cine y teatro, de Más respeto que soy tu madre al regreso de Sylvester Stallone

Dos esperados estrenos llegaron esta semana, aunque los resultados no fueron los esperados. Por un lado, Más respeto que soy tu madre -basado en los textos que Hernán Casciari publicó en formato de blog primero y de novela después- dio su salto a la pantalla grande, luego de haber probado su eficacia en el teatro durante varias temporadas. Con dirección de Marcos Carnevale y los protagónicos de Florencia Peña y Diego Peretti, el film aspiraba a suceder -por su humor centrado en una familia de clase trabajadora argentina- al inoxidable clásico Esperando la carroza (1985). Por otro lado, Sylvester Stallone hace a un lado sus problemas personales para interpretar a un justiciero urbano en Némesis, la nueva gran apuesta de Amazon Prime Video. La trama, a decir verdad, hace algo de agua, pero el veterano héroe de acción se pone al hombro el asunto y consigue dotarla de cierta fascinación y carisma.

Streaming

Némesis (Amazon Prime Video). Luego de una breve aparición en Guardianes de la galaxia 2, Sylvester Stallone reincide en el cine de superhéroes. Pero esta vez, lejos de limitarse a un cameo en un título de gran manufactura, el protagonista de Rocky se pone al frente de un proyecto que, sin grandes aspiraciones, propone una historia urbana y un relato crepuscular. “ Es claro que en Némesis las costuras están a la vista, pero los pasos en falso de la historia encuentran en el magnetismo de Stallone, un salvavidas imprescindible ”, sostiene Martín Fernández Cruz. Nuestra opinión: buena.

Kleo (Netflix). Con un punto de partida similar al de Killing Eve, pero ambientada en la Alemania que vio caer el Muro de Berlín, esta serie se vale de algunos interesantes recursos para contar una historia de venganza. Tras ser acusada de alta traición y tráfico de secretos de Estado, Kleo Straub (Jella Haase) es condenada a pasar una larga temporada en una fría prisión de la Berlín oriental, y que, tras su liberación en medio de la reunificación alemana, busca tomar revancha contra quienes le jugaron sucio. “ Con el antecedente de Killing Eve, Kleo pierde el valor de la originalidad –si es que eso es posible hoy en día con tantas ficciones escritas sobre escombros de otras-, pero no su astuta identidad. Afirmada en ese tiempo bisagra, elige el humor como artilugio perfecto para el retrato de quien sostiene una decisión –cobrarse sus deudas- frente a la claudicación masiva de todo el mundo que le dio origen ”, apunta Paula Vázquez Prieto en su crítica. Nuestra opinión: buena.

Cine

Más respecto que soy tu madre, de Marcos Carnevale. La adaptación cinematográfica del suceso teatral basado en la exitosa novela de Hernán Casciari, protagonizada por Florencia Peña y Diego Peretti, es una comedia argentina cuya trama se sitúa en 1999 en el marco de una crisis social y económica. Mirta Bertotti (Peña), su esposo Zacarías (Guillermo Arengo) y sus tres hijos están cerca de caer de la clase media a la indigencia y la familia necesitará de un humor a prueba de balas y de muchas mañas para convertir cada desgracia en una lección de vida. “ El guion recoge situaciones, momentos y personajes de la historia original, les baja un poco el tono mordaz y los licua en función de un cuento al uso y costumbre de un posible espectador que llegue a la sala motivado por el título ”, señala el crítico Guillermo Courau. Nuestra opinión: regular.

Érase una vez un genio, de George Miller.

El inclasificable George Miller -realizador de films como Mad Max, Las brujas de Eastwick, Babe, el chanchito valiente o Happy Feet- vuelve a la carga con una historia centrada en el encuentro entre una médica (Tilda Swinton) que acude a una convención en Estambul con un genio atrapado en una lámpara (Idris Elba). A partir de allí, el relato hilvana los siglos en los cuales el genio entró y salió de la botella junto al vínculo que va uniendo a los protagonistas. “ Miller se vale para cautivar de su extravagante universo visual y de la íntima sensibilidad que rodea a la doctora Binnie y al genio. También de un inteligente uso del metarrelato (un relato acerca de un relato), para incluir en su historia una crítica al discurso de la posmodernidad y el progresivo abandono de estas historias ancladas en el imaginario colectivo ”, asegura el crítico Pablo De Vita. Nuestra opinión: buena.

Teatro

Como pata de chancho (Espacio Preta). Los actores Damián Smajo y Gonzalo Carmonas, también directores de esta pieza, se ponen en la piel de los hermanos Antonio y Mateo para protagonizar una historia ambientada en un viejo teatro olvidado de un pueblo de llanura. El lugar había sido propiedad de la madre fallecida de ambos, quien fuera protagonista de espectáculos eróticos clase B. El mandato es claro: deben seguir representando. Con esa misión autoimpuesta, los hermanos comienzan a tejer una experiencia sin destinatario. “ Esta obra es una de las gratas y silenciosas sorpresas de esta temporada. En una sala pequeña del Abasto, se desarrolla este ritual teatral inquietante cuyos actores recuerdan a las experiencias de laboratorio de espacios como el recordado y valioso Parakultural de la posdictadura, donde germinaron talentos de la talla de Batato Barea, Humberto Tortonese y Alejandro Urdapilleta ”, señala Pablo Mascareño. Nuestra opinión: muy buena.

El intermediario (Timbre 4). Ganadora del Premio Estímulo Banco Ciudad-CTBA 2020-2021, la pieza reúne a tres personajes de mediana edad: dos hermanos –un hombre y una mujer– y un vecino. Cada uno guarda secretos que esconder: a la mujer la abandonó su marido y dedica su tiempo a una editorial que se propone conquistar el mercado con la publicación de un libro de autoayuda; su hermano está afectado a un mundo propio y su vecino irrumpe en la vida de ambos un día de lluvia en que se le tapa una canaleta de la terraza. “ Las excelentes interpretaciones de Julia Catalá, Marcelo Mariño y Rafael Solano se ajustan perfectamente a los ritmos de cada secuencia. Uno de los grandes atractivos de la pieza es cómo el trío de autores fue construyendo una espiral por la que ‘trepan’ estos personajes, que pasan de ser una especie de entes solitarios a de pronto sentirse invadidos, gratamente o no, por la presencia o las imposiciones de los otros. El absurdo y el suspenso y una acertada atmósfera de extrañamiento hacen que la pieza provoque emociones de lo más variadas en el público” , opina el crítico Juan Carlos Fontana. Nuestra opinión: muy buena.