Estrenos de teatro. 1989 desnuda la perversidad de los sistemas económicos atravesando los vínculos

Los protagonistas de la pieza logran darle carnadura a sus personajes transmitiendo la asfixia que requiere el entramado narrativo
Los protagonistas de la pieza logran darle carnadura a sus personajes transmitiendo la asfixia que requiere el entramado narrativo - Créditos: @SANTIAGO YOUN

Autor: Teodoro López. Dirección: Leandro Airaldo. Intérpretes: Tobías Bearzotti, María Colloca, Emiliano Díaz, Germán Rodríguez y Gonzalo Ruíz. Voces en off: Irene Savariano y Milton Re. Escenografía: Manuel Escudero. Iluminación: Luciana Giacobbe. Vestuario: Sabrina López Hovhannessian. Sala: El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Funciones: sábados a las 22.30. Duración: 70 minutos.

Los engranajes de la política y la economía de un país pueden resultar condicionantes de las dinámicas familiares y de las éticas personales . Algo de eso sucede en 1989, segunda pieza del dramaturgo Teodoro López, donde se radiografía con precisión el atravesamiento de la coyuntura nacional en el desarrollo de los vínculos y las realidades individuales, bien diferenciadas, de tres hermanos .

Una cerrajería de barrio, muy venida a menos y azotada por la hiperinflación que diezmó al país en 1989, es el escenario tensionado donde lo latente pareciera ser que va a explotar. Tres hermanos, Hernán, Fernando y Gregorio, se reúnen en ese local atrasado en el tiempo, casi detenido y empolvado, propiedad de uno de ellos, para llevar a cabo el proceso de exhumación del cuerpo de su padre al cumplirse diez años de su muerte. Todo fue planeado por el difunto, quien legó una misteriosa caja cuyo contenido es desconocido por todos .

En ese contexto, aparece el destino diferenciado de quien se radicó en el exterior, del que se ha dedicado a los negocios y del hombre de a pie que trabajó de sol a sol en una economía que no da tregua. La mujer de uno de los hermanos y el empleado de la cerrajería no jugarán un papel menor en ese entramado de relaciones poco sinceras.

Los medios de comunicación y la música que sonaba a fines de la década del ochenta, componen una pintura de época que contiene temporalmente al relato
Los medios de comunicación y la música que sonaba a fines de la década del ochenta, componen una pintura de época que contiene temporalmente al relato - Créditos: @SANTIAGO YOUN

Gonzalo Ruiz, Emiliano Díaz y Germán Rodríguez aciertan en la composición de los hermanos, definiendo a cada uno con personalidad y logrando tensionar la mirada del espectador atento a eso que va a suceder y no se sabe bien qué es. Por momentos, la impunidad de sus charlas logra un clima realmente asfixiante .

Tobías Bearzotti se destaca componiendo a Huguito, el empleado, testigo omnisciente de todo lo que allí sucede, dotándolo de la ingenua sencillez que requiere y que también terminará arrastrado por ese núcleo familiar enfermo. María Colloca, actriz que brilla en el musical La Falcón, es Nora, esposa de uno de ellos y aspiracionalmente amante de otro. La actriz le brinda a su personaje la desesperación que reclama en ese juego de damas donde ella eligió, pero también es víctima.

María Colloca y Tobías Bearzotti conforman un interesante dúo actoral
María Colloca y Tobías Bearzotti conforman un interesante dúo actoral - Créditos: @SANTIAGO YOUN

La obra acierta en el clima de tensión in crescendo donde no todo está dicho y donde algunos silencios que sobrevuelan significativamente la atmósfera, mixturado entre el humor negro y hasta cierto aire de thriller inconcluso.

El dramaturgo Teodoro López logró retratar con precisión esa tensión entre un sistema político y económico y sus consecuencias sobre los individuos y sus relaciones , logrando, en muchos casos, generar verdaderos monstruos carentes de ética. López, que estudió dramaturgia con Leandro Airaldo, demuestra tener una pluma profunda, generadora de grandes climas.

Leandro Airaldo, autor de joyas como la exitosa Enamorarse es hablar corto y enredado, es un gran director de actores y un estudioso de la minuciosidad de los personajes, algo que claramente se percibe en cada uno de los intérpretes.

Las referencias a Raúl Alfonsín y a Carlos Menem ubican temporalmente, al igual que los flashes del noticiero televisivo Nuevediario y las transmisiones de radio, canción de Sergio Denis incluida, muy logrados recursos planteados por la puesta del director, que se desarrolla en una acertada recreación escenográfica a cargo de Manuel Escudero, donde no faltan las referencias a los cortes de luz que padecía la población argentina en aquellos tiempos, por momentos, con una realidad tan parecida a la de hoy en diversos aspectos.

1989 es un viaje en el tiempo de rápida identificación para aquellas generaciones que lo vivieron y una muy saludable experiencia de acercamiento para los más jóvenes. Para todos, es la posibilidad de confirmar una tesis en torno a lo tóxico que pueden resultar algunos sistemas políticos y económicos en desmedro de la supervivencia, humanidad y ética de las personas.