Estrenos de teatro. Votemos es un espejo de la sociedad con un elenco de talentosos artistas

Daicz, Cherri, Portaluppi, Santa Ana, Garzón, Gil Navarro, Lago y Kirzner
Daicz, Cherri, Portaluppi, Santa Ana, Garzón, Gil Navarro, Lago y Kirzner

Autores: Santiago Requejo, Javier Lorenzo, Raúl Barranco. Dirección: Daniel Barone. Intérpretes: Agustina Cherri, Gustavo Garzón, Juan Gil Navarro, Virginia Lago, Tomás Kirzner, Carlos Portaluppi, Muriel Santa Ana, Alan Daicz. Escenografía: Jorge Ferrari. Iluminación: Matías Sendón. Vestuario: Sofía Di Nunzio. Teatro: Metropolitan, Corrientes 1343. Funciones: miércoles y jueves, a las 20; viernes, a las 20.30; sábados, a las 20 y 22; domingos, a las 19. Duración: 90 minutos.

Un grupo de vecinos realiza su reunión de consorcio en el departamento que uno ellos ha puesto en alquiler. El orden del día parece muy simple. Sólo hay que votar si se aprueba el presupuesto que permitiría realizar el cambio del ascensor. La votación es afirmativa con lo cual la reunión se daría por terminada. El dueño de casa comenta que en breve llegará un compañero de trabajo que está dispuesto a arrendar su propiedad.

La sospecha comienza a circular entre esos vecinos. ¿Quién será el nuevo habitante del edificio? Según la descripción que realiza el propietario del inmueble se trata de un joven que padece un problema de salud mental pero que no afecta ni su personalidad ni su capacidad laboral. Pero la desconfianza del consorcio es tal que cada uno hará lo posible para impedir que el nuevo vecino se instale ocupe ese departamento.

La obra es una versión del cortometraje español Votamos que, en 2022, fue nominado a los premios Goya y cuyo director, Santiago Requejo, es ahora uno de los autores que da forma a esta comedia dramática que busca interpelar al espectador respecto de varios temas que vienen circulando subterráneamente entre los habitantes de la propiedad que comparten y que se han animado a ponerlos en palabras.

Es cierto que el disparador está puesto en ese nuevo habitante que está por llegar pero las discusiones que se dan entre esos propietarios excede el tema específico, y eso está muy bien. En el fragor de las peleas irán apareciendo más y más problemáticas que, sobre todo, definen muy bien las conductas de cada uno de los personajes. Algo que hasta ese momento no se había manifestado. Cierta hipocresía los mantenía mentirosamente unidos.

La comedia, en verdad, posee una estructura algo esquemática, muy común en el teatro comercial. Un pequeño conflicto da la posibilidad de ampliar un campo de acción que estará definido por el aporte no solo temático que proponga cada personaje sino, sobre todo, por la calidad interpretativa de los actores . Cada uno, además, tiene su momento de lucimiento y si, como en este caso, el juego funciona a buen ritmo, las relaciones que construye el equipo son potentes y la dirección ha definido cada una de las situaciones con una notable dinámica, el espectáculo se convierte en una experiencia muy vital que el espectador agradece.

Esto es lo que sucede en Votemos. El director Daniel Barone cuenta con un grupo interpretativo magnífico que compone a personajes de muy distintas cualidades y lo hace con una intensidad notable . Es cierto que algunos de sus discursos son más provocadores que otros. Y es por eso que resultan más determinantes, a la hora de movilizar la acción, las personalidades que recrean Carlos Portaluppi, Muriel Santa Ana, Agustina Cherri o Juan Gil Navarro. Es que cada uno de ellos expone un perfil que conmociona tanto por cierto costado que roza el autoritarismo, en los casos de Portaluppi o Santa Ana, o porque padecen un estado de indefensión que los torna verdaderamente sensibles (Cherri y Gil Navarro).

En otro plano, no menos valorable, aparecen la presidenta del consorcio (una entrañable Virginia Lago), el profesor universitario y deportista que compone Gustavo Garzón y que no da tregua a la hora de enfrentar a sus contrarios y los dos jóvenes que completan el conjunto, Tomás Kirzner (el más nuevo de los propietarios) y Alan Daicz (el candidato a alquilar el departamento). Ambos asumen sus papeles con fuerte compromiso.

Votemos es una comedia que va más allá de intentar explorar la problemática que puede producirle a un grupo de personas el hecho de aceptar a un muchacho con cierta problemática mental (que, por otro lado, no es tan significativa y menos aún inaceptable). Es un material que devela cierta “locura” con la que convivimos en tanto miembros de una sociedad que, por diversas causas, se ha transformado en combativa contra aquel que supone puede hacerle daño. Y utilizan argumentos tan nefastos porque no pueden verse a sí mismo. No logran pensarse dentro de una cotidianeidad en la que todo, lamentablemente, los conduce a una alienación que los torna no solo muy vulnerable sino, también, malignos.