Estudio sobre cannabis puede tener un ‘impacto mayúsculo’ en el tratamiento del cáncer de páncreas, dice investigador de Harvard

Científicos del Instituto Dana-Farber para el Cáncer de la Universidad de Harvard han hallado pruebas de que una sustancia derivada del cannabis podría alargar la esperanza de vida de personas que sufren cáncer de páncreas (Foto: Pablo PORCIUNCULA BRUNE / AFP).
Científicos del Instituto Dana-Farber para el Cáncer de la Universidad de Harvard han hallado pruebas de que una sustancia derivada del cannabis podría alargar la esperanza de vida de personas que sufren cáncer de páncreas (Foto: Pablo PORCIUNCULA BRUNE / AFP).

El cáncer de páncreas representa solo un 3 % de los casos totales de cáncer en Estados Unidos. Pero con una tasa de supervivencia a un año de solo un 20 % (y una tasa de supervivencia a cinco años menor al 8 %), se pronostica que hacia 2020 será la segunda causa principal de muerte relacionada con el cáncer.

Como resultado de estas cifras, los titulares relacionados con la enfermedad suelen ser desalentadores. Este mes, sin embargo, unos científicos del Instituto Dana-Farber para el Cáncer de la Universidad de Harvard han publicado una buena noticia que era más que necesaria. En su estudio, publicado en la revista Frontiers of Oncology el 23 de julio, los investigadores revelaron que una sustancia presente en el cannabis ha demostrado tener un “potencial terapéutico significativo” para el tratamiento del cáncer de páncreas.

La sustancia en sí, llamada FBL-03G, es un derivado de un “flavonoide” del cannabis. Un flavonoide es un compuesto natural que se encuentra en plantas, verduras y frutas, y que, entre otras funciones, es el que les da su color brillante. Los flavonoides del cannabis fueron descubiertos en 1986 por una investigadora londinense llamada Marilyn Barrett. Más tarde, se descubrió que tenía propiedades antiinflamatorias.

Los científicos llevan mucho tiempo sospechando del potencial terapéutico de los flavonoides del cannabis, pero el hecho de que representen solo el 0,14 % de la planta, significaba que los investigadores necesitarían cultivar grandes extensiones de campos para poder extraer cantidades suficientes. Eso cambió recientemente, cuando los científicos encontraron un modo de modificar genéticamente los flavonoides de cannabis, lo que ha hecho posible investigar sus beneficios.

Es ahí donde entran los investigadores del Dana-Farber, quienes decidieron aprovechar el potencial terapéutico de uno de estos flavonoides, el FBL-03G, y lo probaron en uno de los cánceres más mortíferos mediante un experimento de laboratorio. Los resultados, según Wilfred Ngwa, doctor en medicina, profesor auxiliar en Harvard y uno de los investigadores del estudio, fueron “mayúsculos”.

“La conclusión más importante es que la administración de flavonoides derivados del cannabis dirigiéndolos directamente al tumor permitió destruir las células tumorales y metastásicas, lo que aumentó de forma considerable las posibilidades de sobrevivir a un cáncer de páncreas”, explica Ngwa a Yahoo Lifestyle. “Esto tiene una importancia mayúscula, dado que el cáncer de páncreas es especialmente refractario a las terapias actuales”.

Ngwa dice que se trata del primer estudio que pone a prueba este posible nuevo tratamiento para el cáncer de páncreas, pero además de destruir exitosamente esas células, los científicos descubrieron que el FBL-03G es capaz de atacar a otras células cancerígenas, lo cual fue una sorpresa incluso para ellos. “Nos sorprendió bastante que la sustancia pudiera inhibir el crecimiento de células cancerígenas en otras partes del cuerpo a las que no se dirigía el tratamiento, es decir, la metástasis”, dice Ngwa. “Eso nos sugiere que el sistema inmunológico también está involucrado y actualmente estamos investigando ese mecanismo”.

De acuerdo a Ngwa, la importancia de este hallazgo es que podría traducirse en un aumento de la esperanza de vida de pacientes con esta enfermedad, teniendo en cuenta que el cáncer de páncreas a menudo se diagnostica en fases avanzadas de la enfermedad –cuando ya se ha extendido a otras partes– y que parece que los flavonoides pueden destruir otras células cancerígenas.

“Si se traduce en éxitos clínicos, esto tendrá un impacto mayúsculo en el tratamiento del cáncer de páncreas”, dice Ngwa.

El siguiente paso para los investigadores de Harvard es finalizar los estudios preclínicos en curso, los cuales Ngwa espera que estén listos hacia finales de 2020. Cuando eso ocurra, se sentarían las bases para probar un nuevo tratamiento en humanos y abrir así un nuevo atisbo de esperanza para un grupo que hace mucho tiempo que lo necesita.

Abby Haglage