El primer exmarido de Britney Spears, Jason Alexander, ha sido detenido por un nuevo delito de acoso

Jason Alexander credit:Bang Showbiz
Jason Alexander credit:Bang Showbiz

Jason Alexander, el primer exmarido de Britney Spears, el hombre que estuvo casado únicamente durante 55 horas con la princesa del pop allá por el año 2004, ha vuelto a meterse en problemas con la justicia. En esta ocasión, el susodicho ha sido arrestado en Tennessee y se encuentra bajo custodia policial desde ayer miércoles. El medio TMZ asegura que Alexander ha sido detenido por acosar a una persona de la que, por otro lado, no se conoce su identidad.

Es poco probable que su nueva estrategia de hostigamiento haya tenido como víctima a la afamada cantante, ya que ésta reside en California. Además, hace escasas horas, la diva estadounidense compartía en sus redes sociales otro vídeo que la retrata bailando despreocupadamente en su casa, lo que parece descartar que esté siendo acechada por su problemático exmarido, de 40 años.

Hay que recordar que, el verano pasado, Jason Alexander irrumpió en la vivienda de la estrella de la música a fin de reventar su boda con el coreógrafo Sam Asghari, con el que Britney lleva más de siete años de historia de amor. Su aparición en el interior del inmueble, una vez sorteado el jardín, propició la rápida intervención del equipo de seguridad de la vocalista y Alexander fue apresado poco después por la policía. Se le impuso una fianza de 95.000 dólares para poder eludir la prisión provisional.

En su vista ante el juez, el exmarido de Britney, quien portaba un cuchillo cuando fue hallado dentro de la casa, se declaró no culpable de un delito grave de allanamiento de morada y agresión. La rotundidad de las pruebas en su contra llevó al magistrado a imponerle una pena de 64 días entre rejas. Poco después, Britney y su actual esposo solicitaron una orden de alejamiento para reforzar su seguridad, teniendo en cuenta que Alexander invadió su hogar con el pretexto de que debía impedir un enlace que, según su enajenada mente, no había sido consentido por la artista.

"Britney Spears me ha invitado aquí. Es mi esposa, mi única esposa... La casan contra su voluntad y vengo a impedir la boda", aseguraba en un directo de Instagram poco antes de que los guardaespaldas de la diva entraran en acción.