Los expertos analizan las 'arrugas pergamino' de Charlene de Mónaco

La reaparición de Charlene de Mónaco después de 15 meses alejada de la vida pública nos está dejando muchas imágenes de lo más significativas. La mujer del príncipe Alberto ha recuperado la sonrisa y este fin de semana la hemos visto radiante y muy feliz al lado de sus dos hijos, Jacques y Gabriella. La Princesa ha vuelto a casa y ha retomado su agenda oficial con varios actos durante los últimos días estrenando no solo un nuevo look, con la melena rubio platino y mucho más corta, sino también con un cambio más que notable en su maquillaje. Además, hay otro detalle de su imagen que ha llamado especialmente la atención y, para analizarlo, hemos contado con la ayuda de varios expertos.

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Charlene de Mónaco
Charlene de Mónaco

- Primer acto público de Charlene de Mónaco tras 15 meses

"Hay mucho misterio en torno a la imagen de Charlene de Mónaco. En ocasiones se ha dicho que ha estado sin aparecer en público durante tantísimo tiempo por una serie de intervenciones estéticas que no quedaron como ella esperaba. Pero, dejando de lado la 'leyenda', si nos fijamos bien en su rostro, percibimos que presenta un rostro triste, de cansancio y con unos pliegues en la zona de los pómulos y también a ambos lados de la boca", asegura la doctora Mar Mira, codirectora de Clínica Mira+Cueto.

En su opinión, estas arrugas "son fruto del paso del tiempo y, aunque Charlene siempre se haya mostrado muy proretoques", en este caso parece que no tiene nada que ver con eso. "Esas arruguitas se forman por la pérdida de colágeno y elastina y por la movilidad que encierra la expresividad", añade la doctora, que cree que cuando miras a la Princesa lo que se percibe es "falta de descanso, poca energía y una expresión melancólica".

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Charlene de Mónaco
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El doctor Leo Cerrud, experto en medicina estética, nos cuenta que, "después de mucho analizar las fotos creo que esos pliegues del rostro de la princesa son arrugas dinámicas (aparecen con el movimiento, en este caso con la sonrisa) y son bastante habituales, sobre todo en personas con la cara delgada y la piel fina". El experto asegura que lo que "sí se observa, de una manera evidentísima, es el uso de medicina estética, sobre todo de toxina botulínica para atenuar las patas de gallo e imagino que también la frente y el entrecejo. Si observamos las fotos de hace una año, se ve claramente el mismo patrón de arrugas en el tercio medio e inferior (mejillas y peribucales) y la desaparición milagrosa de las patas de gallo", opina.

Respecto a si se ha realizado o no un lifting, responde: "No consigo ver evidencias de cirugía en su cara, por lo que no puedo afirmar de ninguna manera que la Princesa se haya sometido a algún tipo de estiramiento facial quirúrgico. Charlene se ve rejuvenecida con respecto a las fotos de hace un año, pero creo que es fruto de la medicina estética y del maquillaje, que, por cierto, en el caso de este tipo de arrugas dinámicas en vez de mejorarlas, algunos maquillajes muy densos, las empeoran".

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Charlene de Mónaco
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Carmen Navarro, directora de los centros Carmen Navarro, las define como "arrugas pergamino" y los motivos que hayan podido causarlas son múltiples. "Entre ellos, el envejecimiento prematuro provocado por diversos factores como la exposición solar, la contaminación y otros agentes medioambientales. Además ese tipo de arrugas suelen estar causadas también por una pérdida de hidratación profunda y afloran en la zona más superficial de la dermis. Mejoran con tratamientos que nos ayuden a restaurar la capa lipídica y combinados con cosmética que redensifique y evite la pérdida de agua", añade.

Coincide con ella la doctora Karen Valera M, que trabaja como médico estético en Tacha Beauty: "La piel fina es bonita por su textura y aspecto satinado pero, al tener la epidermis más delgada, puede lucir translúcida y pálida. Esto, sumado a la radiación solar y al proceso de envejecimiento, puede dar como resultado arrugas finas y aspecto de piel apergaminada".

Charlene de Mónaco
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Las arrugas de Charlene no son nuevas. De hecho, si miramos fotografías de hace años ya las tenía. Por eso, la doctora Tamara Vega, especialista en medicina estética de AC Dermaestudio, recuerda que las causas pueden deberse no solo a la edad, sino también a factores como hábitos de vida poco saludables, exposiciones solares prolongadas, pérdida de peso o situaciones de estrés, como es el caso de Charlene, que debido a sus problemas de salud ha pasado meses muy complicados.

¿Cómo se pueden mejorar este tipo de pieles? La doctora Vega recomienda que para mejorar la apariencia del rostro y que se vea más terso y luminoso, "además de una buena alimentación, protección solar, hidratación y un buen descanso, recomiendo utilizar cosméticos enfocados a cubrir las necesidades concretas de cada piel complementados con tratamientos médico-estéticos, como pueden ser mesoterapia facial, radiofrecuencia, láser de rejuvenecimiento o skinbooster, entre otros, para aportar a la piel un plus de juventud".

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Charlene de Mónaco
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"Este tipo de arrugas son de expresión y son las mismas que aparecen en la frente, el entrecejo, en el contorno de los ojos (patas de gallo) y alrededor de la boca (peribucales), con la diferencia de que en las mejillas laterales no podemos usar botox para eliminarlas porque no podemos paralizar ni relajar la musculatura de esta zona, ya que es un área de mucho movimiento y tenemos que sonreír, comer, besar y gesticular en todo momento", opinan Virtudes Ruíz y María Vicente, cirujanas y médicos estéticos. Las tenemos "desde muy jóvenes y las producimos al gesticular, solo que nuestra piel en la juventud es más elástica y contiene mucho ácido hialurónico, elastina y colágeno, por lo que, cuando estamos en relajación, desaparecen y no se aprecian". Según nos cuentan, el problema viene con la edad y el proceso de envejecimiento: "Estas arruguitas se nos quedan de forma permanente, incluso cuando estamos en relajación y, además, con el tiempo, se van convirtiendo en surcos".

Rocío Mourelle, directora médica de Clínica Trevi, va un paso más allá y cree firmemente que la mujer de Alberto de Mónaco podría haberse hecho algún tipo de retoque. "Si nos fijamos en la zona de detrás de la oreja, vemos que también se observa un pliegue que no es para nada habitual en esa zona. Ese pliegue podría indicar un lifting facial". Por otro lado, "las arrugas de los pómulos serían, en ese caso, consecuencia del estiramiento de la piel en una dermis fina y cuya cicatrización hubiera sido inadecuada causando una fibrosis post-intervención".

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Charlene de Mónaco
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Además de todo lo comentado, la doctora Patricia Abajo Blanco, experta en medicina estética y dermatología de Clinique La Prairie Madrid, señala que las arruga de Charlene se pueden deber a:

- Genética: "Parece que tiene una fisionomía muy similar a la de su madre, con arrugas faciales muy parecidas".

- Arrugas que se crean en la cara al dormir todas las noches en la misma postura. "No parece una mujer muy expresiva, por lo que las arrugas de expresión podrían tener menos valor"

- Su pasado como nadadora: "Probablemente, como la mayoría de los deportistas, ha pasado mucho tiempo al aire libre y a lo mejor no lo suficientemente protegida de los efectos negativos del sol"

- "Es una persona que ha vivido la mayor parte de su vida en África, un continente muy soleado. Conocemos los efectos del fotoenvejecimiento en la piel y uno de ellos son las arrugas.

- "Recientemente ha sufrido un problema de salud que le ha ocasionado secuelas físicas y psicológicas. Todo ello puede pasar factura y se manifiesta también en la piel. El estrés puede favorecer un envejecimiento prematuro con deshidratación"

- "Es posible que por sus problemas de salud haya perdido algo de peso y sea más manifiesto el descolgamiento de la piel de la cara con mayor flacidez dando lugar a arrugas estáticas"