Ezra Miller planta un dilema preocupante para 'The Flash'

Warner Bros no va a tener un camino fácil para promocionar The Flash, uno de los títulos más esperados del DC que constituirá la primera película en solitario del superhéroe interpretado por Ezra Miller, traerá de vuelta a un personaje tan icónico como el Batman de Michael Keaton o que funcionará como punto de reinicio de este universo superheroíco mediante su trama de viajes en el tiempo. Pese a la potencia que desprende esta propuesta, las polémicas y los problemas con la ley y el mantenimiento del orden público que rodean a su protagonista no paran de sucederse, poniendo en un auténtico aprieto al estudio ante la dificultad de crear una buena imagen de la que se erige como una de sus películas más fuertes y millonarias del próximo año.

Sin embargo, según fuentes consultadas por Variety, desde Warner se estaría optando por seguir adelante con el estreno con total normalidad, sin regrabaciones ni cambios de protagonista, con un estreno por todo lo alto en cines y con una fuerte campaña de prensa y promoción. Pero aunque este escenario pueda ser beneficioso a corto plazo para la llegada de The Flash a las salas el próximo 2023, a largo plazo podría constituir un problema serio para el estudio y la franquicia de superhéores de DC. Y es que un éxito masivo con un actor que no deja de generar titulares problemáticos como Ezra Miller pondría un dilema serio sobre la mesa.

Ezra Miller en la premiere de 'Liga de la justicia' en 2017 (Foto: Gregg DeGuire/WireImage/Getty Images)
Ezra Miller en la premiere de 'Liga de la justicia' en 2017 (Foto: Gregg DeGuire/WireImage/Getty Images)

Primero fue un incidente con una fan en 2020, del que apareció un vídeo en internet donde se veía a Miller agarrando a una joven por el cuello y lanzándola al suelo. El suceso pareció quedar en el olvido con el paso del tiempo, pero este 2022 el actor se ha empeñado en demostrar que su actitud está lejos de ser la idónea a la hora de liderar la promoción de un blockbuster. No hay más que ver que en los últimos meses ha sido arrestado en varias ocasiones por alteración del orden público, acoso e incluso dos residentes de Hawái, que alojaban al protagonista de The Flash en su domicilio, presentaron una orden de alejamiento tras acusarle de irrumpir en su habitación, amenazarles e intentar robar sus pertenencias.

Estos sucesos tuvieron sus consecuencias durante la campaña de promoción de Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore, la saga spin-off de Harry Potter donde Miller tiene uno de los papeles protagónicos. Mientras que actores como Jude Law, Mads Mikkelsen o Eddie Redmayne estuvieron al frente de la promoción, Warner habría optado por dejar de lado a Miller para evitar más polémicas de las que ya tenía con la salida de Johnny Depp o los comentarios tránsfobos de J.K. Rowling. Pero por el momento, no ha habido pronunciamiento alguno sobre qué pasaría con su continuidad en The Flash, donde sin duda ponía en jaque la imagen del que se erige como uno de los grandes títulos de Warner Bros de los próximos años.

Desde luego, sustituir a Ezra Miller en una película con un coste de más de 200 millones de dólares con la producción ya cerrada es misión imposible, sobre todo valorando que se trata del protagonista. Además, que se trate del personaje principal también dificultaría el realizar la promoción o el tour de prensa sin el actor, lo que les obligaría a seguir un camino similar al de Ansel Elgort, acusado por agresión sexual, en West Side Story reduciendo su presencia al mínimo. Y es que todo apunta a que Warner va a tratar de mantener la mayor normalidad posible y evitar que las polémicas entren en juego. Una decisión que expertos como Jeff Bock, analista de taquilla de Exhibitor Relations, matizaban a Variety.

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Según Bock, al tratarse de superhéroes, lo que importaría al público es el personaje en sí, no la persona que se oculta tras la máscara. El caso sería contrario si se tratara de un actor de la talla de Robert Downey Jr. abandonando a un personaje como Iron Man tras años ligado al papel, pero al hablar de un actor aún no consolidado como Ezra Miller, al que solo hemos visto como Flash en los dos montajes de Liga de la Justicia, el caso es muy diferente. Y esto pondría las cosas fáciles al estudio en el caso de un futuro cambio en el intérprete. “Lo que pasa con los superhéroes es... que realmente no importa quién está debajo de la máscara. Puedes conectar e interpretar a diferentes actores en esos roles", dice Bock. “Ezra no es Robert Downey Jr. como Iron Man”, matiza.

Sin embargo, una buena taquilla podría cambiar por completo el asunto. Y es que existen varias señales que pronostican un buen resultado. Por un lado por las implicaciones que tiene esta película con taquillazos pasados de DC como Aquaman o Wonder Woman, y, por otro, porque según el medio citado las primeras pruebas con audiencia fueron muy positivas. Es decir, de ser un taquillazo en 2023 se consolidaría a Ezra Miller en el personaje, potenciaría su carrera y conseguiría el apego definitivo del público a su versión del superhéroe. Y, sobre todo, abriría la puerta a una secuela.

Y es aquí donde se encontraría el dilema. No sería ningún problema si Miller mostrara un comportamiento ejemplar y no volviera a protagonizar ningún altercado o polémica, pero los problemas tan sucesivos en los que no para de meterse en líos nos hacen pensar que difícilmente vaya a ser así. Y el aprieto en el que se va a ver Warner podría ser mayor a la hora de decidir si invertir otra millonada en una producción con una estrella que genera titulares negativos, que puede teñir de escándalo el estreno en cualquier momento, o no.

Con Miller ya consolidado como Flash, un cambio en el actor o el dejar de lado al personaje ya empezaría a no ser del agrado de los espectadores, pudiendo generar una oleada de críticas que serían todo un jarro de agua fría valorando que, tras los múltiples fracasos a los que se ha enfrentado Warner con su franquicia de superhéroes, el objetivo de The Flash es reiniciar el Universo DC y conducirlo a nuevos rumbos. Desde luego, al estar hablando de franquicias millonarias donde hay mucho en juego son decisiones muy complicadas de tomar. Pero lo que parece claro que desde el estudio deben de estar como locos analizando sus opciones frente a los problemas de Miller y valorando cuál es el mejor de los caminos entre opciones complicadas. Que tomen o no la decisión correcta, ya lo comprobaremos en los próximos años.

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