Fabián Vena y Paula Morales, un amor que nació en la ficción y que quiso mantenerse en secreto pero no lo logró

Paula Morales y Fabián Vena
Paula Morales y Fabián Vena, una pareja que ya lleva 8 años junta

Paula Morales y Fabián Vena se enamoraron en 2014, al mismo ritmo que sus personajes en la tira Somos familia, que emitió Telefe. Estaban en camarines vecinos y compartían mates y largas charlas, y pronto se hicieron amigos hasta que Cupido los flechó. Vena estaba recientemente separado de la actriz Inés Estévez, con quien había adoptado a dos niñas: Vida (13) y Cielo (12). Y Paula ya había terminado su relación con Juan Manuel Guilera y era mamá de Benicio (16), fruto de su primer matrimonio con Martín Lembo.

Ambos de perfil bajo, intentaron mantener la relación en secreto y lo lograron, aunque no por mucho tiempo. A los pocos meses de blanquear, anunciaron que iban a ser padres. Valentino nació en el verano de 2015. “El amor no se elige, te llega y te inunda. Tenemos mucha química y a los dos nos apasiona lo que hacemos . No es fácil encontrar en una profesional las ganas constantes de crecimiento, y Paula tiene esas ganas y me enamora. Cada vez estamos más enamorados”, contó Vena en una de las pocas ocasiones en las que habló de su relación amorosa.

Morales habló sobre cómo se conocieron hace algunos años, en PH Podemos hablar (Telefe): “Empezamos a grabar juntos a finales de 2013 y era mi compañero de trabajo. Yo lo admiraba y me encantaba compartir escenas con él. Nos habíamos visto dos veces antes. Fabián decía que yo era muy antipática, pero no es mi estilo. Y algo pasó la segunda vez que nos vimos. Fue dándose todo de a poco. Nunca me hubiera imaginado que íbamos a terminar juntos” . Y el actor dijo en el mismo programa: “Es cierto que nos habíamos visto. No había una amistad, pero hablábamos de muchos temas y nos fuimos dando cuenta que nos complementábamos. Me acuerdo que nos encontramos en una reunión y no había ninguna cara amiga. Entonces me acerqué a Paula y le dije: ‘Hola, te acordás de mí’. Y ella me contestó: ‘Hola, cómo estás’. Pero muy mala onda”.

Morales también recordó: “En Somos familia teníamos una historia de amor muy linda, muchas escenas juntos, los camarines pegados y mucha espera... mucho mate y se fue dando. Lo admiré y lo admiro mucho”.

Los tuyos, los míos y los nuestros

A los pocos meses de empezar la relación se fueron a vivir juntos y pronto llegó Valentino . Ensamblar la familia no les resultó difícil porque en la pareja sobra amor y pusieron todo de sí para que resultara. “ Cada familia es un mundo y para nosotros se dio de forma natural. Claro que hemos pasado por distintos momentos, pero desde que empezamos a estar juntos, la crianza de los hijos siempre fue un tema muy serio que tomamos con mucha responsabilidad. Incluso cuando fuimos a una terapia para que nos ayudara a ensamblar, a que todos estemos bien, a que los chicos puedan acostumbrarse y pasarla bien”, le contó Morales a LA NACION y agregó: “Y los que más se acostumbran a estas situaciones, en general, son los chicos. Benicio y las dos hijas de Fabián empezaron a funcionar como hermanos enseguida y cuando nació Valentino unió mucho más a todos porque es hermano tanto de Benicio como de Vida y Cielo. Todo se hizo con responsabilidad y se dio naturalmente. Claro que hay discusiones como en todas las familias porque la perfección no existe, pero tratamos de que prime la alegría . Intento generarles un lugar cálido en el que puedan sentirse contenidos y felices. Para mí eso es lo primordial”.

Vena contó en alguna entrevista: “Somos afortunados porque tenemos una familia divina porque nos amamos y nos adoramos con Paula. Somos compañeros en cualquier circunstancia y el encierro durante la pandemia ahondó en la claridad y la felicidad que nos da estar juntos. La pasamos muy bien y eso no cambió, al contrario, hubo una profundización de lo afectivo y lo familiar. Tengo a mis hijas con una tenencia compartida y la mitad del tiempo están conmigo, por lo que hubo que articular una nueva dinámica con su mamá. Y Paula hace lo mismo con el papá de Beni”.

Amor y trabajo van de la mano

Ambos trabajaron juntos en varias oportunidades y la experiencia lejos de provocar peleas, les da placer. “Tenemos una dinámica de laburo muy fluida, con características similares y ella ama el oficio tanto como yo. Eso también me enamora. Y nos encanta trabajar juntos, contrario al mito de que en la pareja tiene que tener cada uno su espacio, para nosotros es puro placer. Paula tiene ansias de crecimiento y evolución, y es admirable, profesional al extremo y siempre está jugando y divirtiéndose. Es algo que compartimos y podemos transitar durante más horas, en el escenario, en camarines y en casa. Amamos esa rutina del terreno de lo místico de nuestro trabajo que es la creación y el tirarse al vacío en cada función. Salimos contentos del teatro y con cierta adrenalina y vamos a comer y a tomar un vaso de vino con los compañeros. Es encantador poder disfrutar juntos de ese gran combo de muchas horas compartidas. Siempre estamos atentos a que aparezcan cosas que nos convoquen a los dos porque lo disfrutamos mucho”, aseguró Vena cuando compartieron escenario en Perfectos desconocidos, en una temporada en Carlos Paz.

Las veces que abrieron las puertas de su hogar contaron que se reparten las tareas y que Vena es quien lava los platos, se encarga de la ropa, y de las tareas de sus hijas. Y Morales cocina, limpia y ayuda a sus propios hijos con los deberes escolares. Sin embargo, cuando comen pastas, él pone manos a la obra: “Prepara unas pastas con unos tucos increíbles. Siempre dice que es tano y su comida favorita son las pastas. Son su debilidad”, aseguró ella.

Su ídolo, su suegro

Alguna vez Fabián Vena contó que siempre admiró a Víctor Hugo Morales, mucho antes de que fuera su suegro. “Yo era re contra fan. Él ya sabía más o menos que Paula y yo estábamos juntos. La presentación se estiró y a veces es peor porque no se daba y el tema se hacía cada vez más pesado. Encima, ya iba a ser abuelo. Cuando se lo dije, lo enganché a punto de relatar porque lo tenía medio a mano, y rompí el hielo. Fui y le toqué la puerta de la cabina en la cancha, y ahí se lo dije. Estuvo todo bien desde el principio, y conmigo tiene una relación y un trato familiar”.