Fabiola Martínez y su soledad junto a Bertín Osborne
No es oro todo lo que reluce y sino que se lo pregunten a Fabiola Martínez. Hasta su inesperada separación de Bertín Osborne a inicios de 2021, el matrimonio era un estandarte de las relaciones de pareja más estables de la prensa rosa.
Ella, siempre sonriente, elegante y educada al lado del presentador, más campechano, desenfadado y cercano. Fabiola nunca ha sido una mujer fría, siempre ha sido amable con los medios y ha tenido cosas que decir pero, a su vez, se ha cobijado a la sombra de Bertín y cada vez lo ve más claro.
Tras dos décadas de matrimonio se ha hablado hace apenas unos días de una posible segunda oportunidad. Mientras el madrileño se ha mostrado 100% abierto a recuperar a su familia siempre que Fabiola quisiere, la venezolana ha sido más comedida en ese sentido.
La modelo asegura que no ha firmado el divorcio legal y que Osborne siempre será querido porque es el padre de sus hijos, dice que “la puerta no está cerrada” pero a su vez también aclara que está de lujo sola y haciendo sus planes, siendo ella misma al fin.
Y es que tras la sonrisa impoluta de Fabiola Martínez todos estos años ante los medios se encontraba una mujer que no era libre de ser 100% ella misma por lo que siempre otros esperaban de ella, además, ahora asegura a ‘Diez Minutos’ que “yo estaba separada un año antes de que se diera la noticia” a la prensa.
La soledad de la soltería es nueva para Fabiola porque hace poco que se ha separado, sin embargo la soledad como compañera, la conoce hace años. Bertín es un tipo que no para de trabajar y ahora su empareja confiesa que pasaba gran parte del tiempo sin estar a su lado.
En sus palabras: "Estaba acostumbrada a estar sola, conmigo misma, que me encanta. Puede sonar muy egocéntrico, pero para mí esa es la estabilidad. Yo no necesito estar rodeada de gente, de ahí que mi mejor momento es cuando estoy sola en casa, aunque eso no significa que no me guste salir e incluso tontear”.
Fabiola disfruta de sí misma y es que la soledad impuesta es amarga, pero la soledad elegida es la mejor aliada para su renacer. Ahora ella está en un buen momento y pletórica pero no siempre ha sido así y es que dejar a tu marido de más de 20 años casados no es nada fácil.
La venezolana, además, cuenta con la responsabilidad de tener a sus padres y a su hermano en España puesto que ellos la ayudan con la crianza de su hijo Kike y, al tomar la decisión de separarse de Bertín, le daba miedo el cómo mantenerlos a todos.
“Al principio, cuando tomamos la decisión de separarnos, sentí vértigo. Tuve momentos de despertarme por la noche con crisis de ansiedad pensando qué iba a pasar, qué iba a hacer, cómo iba a pagarme mis gastos… lo único a lo que aspiraba era a tener trabajo y estabilidad.”
En ese aspecto ella admite que Bertín Osborne ha sido muy generoso y jamás le ha puesto una pega pero que era ella, por sí misma, quien no quería depender económicamente de su ex. Así, Martínez sigue a tope trabajando para la Fundación Bertín Osborne y ampliando su formación profesional con estudios aplicados a proyectos de futuro y es que, en soledad, ahora vive de maravilla.
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