Fahmi Alqhai, violagambista: las musas son el uso de otro material de otro ser humano
Berlín, 11 sep (EFE).- El violagambista Fahmi Alqhai, director del conjunto español de música antigua Accademia del Piacere, afirma que las musas y la inspiración son "el uso de otro material de otro ser humano", en una conversación con EFE en la que reflexionó sobre los límites entre recreación y creación.
El sexteto especializado en música de los siglos XVII y XVIII regresa esta semana a Alemania para interpretar el miércoles en el Festival de Ópera Barroca de Bayreuth su repertorio 'Muera Cupido', junto con la soprano Núria Rial.
Además, el próximo 12 de octubre se podrá disfrutar en Neuburg de 'Diálogos de viejos y nuevos sones', con la participación del guitarrista sevillano Dani de Morón y la cantante barcelonesa Alba Carmona.
Alqhai atribuyó parte del éxito del conjunto en Europa central al hecho de que allí no ha habido un "cisma" en relación a lo clásico, como sí se produjo en España, según dijo en una entrevista telefónica con EFE el músico, nacido en Sevilla en 1976 y de raíces sirias y palestinas.
Pero también en España la situación de la música antigua ha mejorado en las últimas décadas y adquirido "enjundia", afirmó el director de uno de los conjuntos más aclamados dentro su ámbito en Europa.
Accademia del Piacere busca imprimir un sello personal a la música que interpretan, señaló, aún más si se tiene en cuenta que muchas de las partituras de los siglos XVII o XVIII están "inacabadas" para los estándares actuales.
Esto, según Alqhai, da mucha más "cancha" a un músico, que nunca puede limitarse a ser un mero "transmisor".
"El arte al final es una cosa muy personal. No se puede salir a un escenario como una maquinita de interpretar", explicó.
En concreto, los músicos del siglo XVII a menudo tomaban una melodía y montaban o recomponían sobre ella una obra nueva, señaló el violagambista, por lo que una recreación histórica implica en este caso necesariamente un acto de creación.
"Yo creo que esa es realmente la manera más purista de hacer las cosas. Lo que pasa es que ahí entra mucho tu mano y tu creatividad personal", reflexionó.
A modo de ejemplo citó las típicas danzas cortesanas barrocas como las chaconas, las marionas y las folías, que comparó en este sentido con los palos flamencos.
"Cualquier guitarrista se pone a tocar una bulería y son patrones que se repiten, pero ¿qué pasa? Que esos patrones están al servicio de que el intérprete haga algo sobre eso", dijo.
La creación, añadió, es imposible sin partir de una base ya existente, más en un momento en el que simplemente con tener una aplicación como Spotify en el móvil cuentas con unas "referencias brutales".
"Lo que son las musas y lo que es la inspiración, todo eso al final es lo que ha hecho el ser humano siempre, que es el uso de otro material de otro ser humano", aseveró.
Del 'heavy' al Barroco
Alqhai conoció su instrumento en la adolescencia, por una vía que no fue nada "romántica", reconoció.
"Un colega del grupo con el que tocaba, con el que hacíamos 'heavy', me dijo que él me veía mucho potencial", recordó y relató que su amigo le animó a apuntarse al conservatorio para "ponerle nombre a las cosas que tenía en la cabeza".
Pero solo quedaban plazas para viola de gamba, porque era el primer año que se impartía y nadie la conocía, con lo que Alqhai se inscribió porque era "lo que había", en un encuentro que no fue un flechazo pero resultó ser "bastante efectivo".
La viola de gamba ('viola da gamba' en italiano, que significa 'viola de pierna' por la posición en que se toca), había sido tremendamente popular en Europa en la Edad Moderna, pero cayó en desuso a finales del siglo XVIII.
Según explicó Alqhai, muchos musicólogos achacan su declive a una cuestión de modas, pero su teoría es que, quizá por su sonoridad algo "pastosa", ya no encajaba en las composiciones orquestales de la época, que se estaban volviendo más complejas y requerían mucha definición.
Pero, a día de hoy, la tecnología permite sobreponerse a esas limitaciones acústicas y explorar nuevas posibilidades.
(c) Agencia EFE