Dos fans de Madonna retiran la demanda que presentaron contra la cantante por salir dos horas tarde al escenario

Madonna credit:Bang Showbiz
Madonna credit:Bang Showbiz

Michael Fellows y Jason Alvarez generaron un gran revuelo a principios de año cuando decidieron demandar a la mismísima Madonna tras asistir al concierto que ofreció la diva el pasado 13 de diciembre en el Barclays Center de Nueva York. Estos fans no dudaron en llevar a la cantante a los tribunales, así como a la promotora de su gira 'Celebration' y a los responsables del citado pabellón, después de que la artista apareciera en el escenario con dos horas de retraso. Los demandantes exigían una elevada indemnización por los perjuicios ocasionados, pero este miércoles han presentado un escrito para dejar constancia de que renuncian voluntariamente a esas pretensiones.

Un representante de Madonna ha tenido que aclarar que, a diferencia de lo que ocurre con frecuencia en estos casos, el cambio de postura de Alvarez y Fellows "no es resultado de ningún acuerdo" extrajudicial entre las partes. Y es que la cantante se ha negado siempre a compensar económicamente a los afectados, al considerar que los argumentos de la demanda carecían de todo fundamento.

La defensa de la artista recordaba en su momento que la hora impresa en las entradas -las 20:30- hacía referencia a la apertura de puertas del recinto y no al inicio de la actuación, que siempre se ve precedida de un telonero. Asimismo, sus abogados justificaron la demora, a su parecer de escasos minutos, por los problemas técnicos que aquejaron a ese espectáculo concreto. Sea como fuere, los demandantes consideraban que Madonna y Live Nation, la citada promotora, habían incurrido en "prácticas comerciales desleales" y "publicidad engañosa" al no aclarar debidamente ese punto.

De haber sabido que el espectáculo comenzaría pasadas las diez y media de la noche, los demandantes no se habrían animado a invertir su dinero en ver a Madonna en directo. Cuando terminó el recital, cerca de la una de la madrugada, Fellows y Alvarez tuvieron que enfrentarse a una situación muy complicada para volver a casa. Aseguraban que a esas horas el transporte público estaba muy "limitado", y que las tarifas de taxis y operadores privados, como Uber, se habían disparado en la zona a raíz del concierto.

En consecuencia, ambos llegaron a casa mucho más tarde de lo previsto, lo que les impidió dormir las horas necesarias para afrontar con energía sus compromisos laborales y familiares al día siguiente. Pero Madonna, a través de sus abogados, replicó que esos contratiempos alegados caían fuera de su responsabilidad. "Los demandantes especulan al asegurar que los asistentes tuvieron dificultades para volver a casa o que tenían que levantarse temprano para ir a trabajar. Eso no es una lesión ilegítima", indicaban.