Federico Bal y los chats del escándalo que le hicieron el verano a toda la televisión

Federico Bal
Federico Bal, en el centro de la polémica

Federico Bal volvió a quedar en medio de una escandalosa separación pero, en esta oportunidad, de su exnovia Sofía Aldrey, una mujer alejada de los medios. En un verano que no dejó mucha tela para cortar, los chats que aparecieron en las redes sociales y que luego Marcela Tauro develó en Intrusos, le dieron tema a toda la televisión.

El combo es perfecto: un actor famoso que se involucra con distintas mujeres del medio artístico, mientras sostiene una relación, aparentemente, monógama con una chica de una de las familias más conocidas y acaudaladas de Mar del Plata, que nada tiene que ver con el mundo de las celebridades. Y salen a la luz chats íntimos -verdaderos y falsos-, con lujo de detalle para todos los gustos, en una temporada en que la polémica más caliente fue el precio de las entradas de los teatros.

Fede Bal, hombre que viene de familia de artistas, está acostumbrado a los escándalos propios y ajenos. Creció con su madre, Carmen Barbieri y, su padre, Santiago Bal, dos personajes de nuestra farándula con mucho talento que siempre supieron jugar el juego mediático. De niño se crio entre las bambalinas de los teatros y desde sus primeros años se convirtió en el hijo del mundo del espectáculo. El mismo actor confesó que su debut sexual fue programado por Rolo Puente, quien le advirtió que tenía todo preparado para su cumpleaños número 14. “Yo le insistí que mi primera vez quería que fuera con una chica por la que sentía cosas, pero Rolo me hizo callar”, le confesó el actor en una entrevista a Matías Martin.

Supo vivir en carne propia la escandalosa separación de sus padres, producto de una infidelidad de su padre con la vedette Ayelén Paleo que se hizo pública. Horas y horas de televisión nutrieron el divorcio de los Bal-Barbieri. Aquel episodio del que Fede fue testigo privilegiado, partió a su familia al medio y provocó un prolongado alejamiento de Santiago Bal. Casi como una trampa del destino, años después, Federico estaría en el mismo lugar que su padre. En el ojo de la tormenta por varias relaciones a espaldas de sus exparejas. Porque no es la primera vez que el actor protagoniza un escándalo relacionado con su vida privada . Años antes, fue noticia por su fuerte separación de Barbie Vélez que terminó con denuncias cruzadas, que luego la Justicia desestimó. La pelea se vio reflejada en todos los programas de chimentos con acusaciones de violencia de género, y de celos enfermizos, según quién contara la historia. Ambos dieron entrevistas a los medios y convivieron en “Bailando por un sueño”, con el recordado episodio de una perimetral que se teatralizó en vivo en el programa de eltrece.

También mientras fue parte de la competencia de baile se enamoró de Laurita Fernández y terminaron blanqueando en la pista a pedido de Marcelo Tinelli, en medio de rumores que indicaban que ella era una de las razones de la separación con Barbie Vélez. La relación con la conductora de Bienvenidos a Bordo se terminó, varias crisis mediante, según ambos, en buenos términos. Pero en las últimas horas, varias ex como Tamara Gala, Bianca Iovenitti y hasta Stefy Xipolitakis confesaron no tener buenos recuerdos del actor.

Él sabe cuáles son las reglas del juego en el mundo en el que se mueve, donde siempre va a valer más un chimento relacionado con la vida privada , sí, más que millones de entradas vendidas o puntos de rating acumulados. Hasta el momento, en el #ChatGate son cinco las mediáticas que quedaron vinculadas y se espera que nuevas personalidades salgan a la luz.

Lo cierto es que desde que Intrusos dio a conocer las conversaciones entre el actor y la panelista Estefi Berardi, toda la televisión corrió detrás de esta historia. Con un condimento que le puso más pimienta a la polémica, Federico tuvo, según esos chats, relaciones sexuales con varias mujeres mientras seguía de novio con Aldrey. Primero se lo vinculó con Claudia Albertario y la participante de The Challenge, rápida de reflejos, emitió un comunicado en sus redes sociales en el que reconoció su relación con él y desactivó el tema: “Lo conozco hace muchos años, todos lo saben. Somos amigos y nos adoramos... Hay veces que la amistad traspasa esa línea de amor fraternal. Ambos estábamos solos emocionalmente”. Luego Anahí Sánchez, una modelo paraguaya a la que el actor le hizo una promesa hot, también quedó involucrada.

Pero lo que recalentó esta novela fue que una de las involucradas, Berardi, es panelista de Carmen Barbieri en su programa de Ciudad Magazine y también es parte de uno de los ciclos que se ocupa de cubrir todos los escándalos de la farándula local, LAM. En ambas pantallas se encargó de negar lo sucedido, mandó una cautelar para silenciar el tema de los chats y amenazó con acciones legales a sus propios colegas. Y también protagonizó fuertes cruces con su compañera, Yanina Latorre, que fue quien contó la primicia. Y si algo le faltaba a este culebrón era que aparecieran chats falsos con conversaciones subidas de tono con Flor de la Ve y Lourdes Sánchez, que fueron desmentidos por las propias protagonistas.

Desde que el tema tomó estado público, los ratings de los programas de espectáculos empezaron a subir, todos sabemos que al público le gusta espiar por el ojo de la cerradura para ver la casa ajena, pero con la suficiente distancia como para no sentir culpa. El jueves pasado, día en que ya se conocían todos los detalles del caso, la panelista enviaba -a través de sus abogados- una medida cautelar para impedir que se hablara del tema; en tanto, Carmen Barbieri se hacía cargo en su programa de las críticas de toda la TV a su hijo y el actor mismo asumía frente a todos los noteros que había aspectos de su personalidad que tenía que cambiar. Ese día LAM consiguió un promedio de 3,2 puntos de rating y fue lo más visto de América; Intrusos llegó a los 2,6 puntos y Socios del espectáculo logró 2,4 puntos. Y un dato más, según detallaron varios medios, desde que se había producido el escándalo había aumentado la taquilla de Kinky Boots, obra que protagoniza Bal en Villa Carlos Paz, incluso habían agregado funciones.

Asimismo en los últimos días, lejos de bajar su perfil, Bal siguió dando que hablar: primero, porque eliminó de su cuenta de Instagram todas las fotos que tenía con Sofía Aldrey y segundo, porque fue a ver la obra Sex en la que actúa su ex Flor Marcasoli. Incluso fue protagonista de una entrevista en Telefe Noticias, en donde hizo un fuerte mea culpa y admitió: “De mis viejos aprendí de lo bueno y de lo malo, de no querer repetir historias, pero hoy en día siento que en algunas caigo igual aunque en otras hago la diferencia”. Y luego se defendió de las duras críticas que recibió desde que se conoció este escándalo argumentando que es una persona de 33 años que tiene mucho por resolver, pero que la tele no es el lugar en donde hacerlo: “Soy mucho más de lo que dicen de mí, siento que tienen que conocerme para opinar”.

Las reglas de la tele dicen que mientras haya historias de alcoba, infidelidades, amores o desamores en el mundo del espectáculo, habrá audiencia del otro lado expectante con saber qué pasó, quién lo hizo, cómo y dónde. Pochoclo en mano, todos quieren saber sobre el tema del momento y nadie se quiere quedar afuera. El próximo escándalo tapará a estos polémicos chats y Fede Bal tendrá que elegir si para el futuro de su carrera quiere que se hable de su trabajo o de sus sábanas. El tiempo dirá.