Federico de Dinamarca rompe su silencio sobre la crisis familiar de la monarquía danesa

Federico de Dinamarca, primogénito de la reina Margarita y, por tanto, heredero al trono, ha hablado por primera vez sobre la controvertida decisión que tomó su madre el pasado septiembre al anunciar que, en enero de 2023, los cuatro hijos de el príncipe Joaquín perderán sus títulos de príncipes y princesa, en un intento de reducir notablemente el grueso de la casa real.

El futuro rey del país apoya fervientemente la medida tomada por su progenitora, de la que la princesa Mary, su esposa, ya dejó entrever que podría afectar también a algunos de sus retoños. Federico comprende el deseo de la monarca de adelgazar la institución de cara a los próximos años, pero también entiende que su hermano haya recibido la noticia con malestar.

Preguntado, en conversación con el periódico danés BT, sobre la relación que le une en estos momentos a Joaquín, el príncipe heredero no ha querido entrar en materia, al margen de señalar que su vínculo siempre ha sido muy estrecho. "Es triste ver lo mucho que le ha afectado esta decisión. Ha habido discrepancias, pero esto es un asunto de familia. Mi hermano y yo estamos en contacto continuo. No hay nada nuevo", ha aseverado.

Margarita II ha optado por iniciar una considerable reforma de la jefatura del estado el mismo año en que cumple cinco décadas en el trono danés, y comunicó la decisión solo unos días después de contraer el Covid, a su regreso del funeral de Isabel II en Londres. Federico ha querido subrayar que respeta la voluntad y autonomía de su madre de cara a estos aires de transformación en la casa de Glücksburg, a los que él probablemente dará continuidad una vez sea proclamado rey.

"Mi madre ha tomado esta decisión sola, lo puede hacer y es obviamente lo que quiere. Pensó que había llegado el momento de comunicar una decisión que yo apoyo y que considero apropiada. Yo también deseo que la monarquía se renueve o al menos se reduzca con el tiempo", ha sentenciado.