La felicidad de Aitor Ocio con su hija Naia en Estados Unidos, presumiendo de su último logro
Aitor Ocio no puede estar más orgulloso de su hija, con la que acaba de vivir una muy grata experiencia relacionada con la gran pasión que les une a ambos a lo largo de su vida. Desde Estados Unidos los hemos visto juntos, felices y abrazados, posando frente a la cámara para hacernos partícipes del último logro de la goleadora del UConn Women's Soccer.
El equipo femenino de fútbol de la Universidad de Connecticut, donde la joven de 18 años se desempeña como delantera, se ha clasificado para la final del campeonato de su categoría que ahí se disputa. Las 'Huskies', como se las conoce allí, se imponían el pasado jueves por un contundente resultado de 5-1 sobre Georgetown, en partido disputado a las siete y media de la tarde que el exjugador vasco no quiso perderse.
Desde las gradas, el ahora empresario apoyó a su hija en todo momento y compartió con sus seguidores algunas imágenes del choque, con mención especial para la celebración por todo lo alto que disfrutó Naia con sus compañeras nada más acabar el choque. Después, Aitor y Naia se inmortalizaban con una sonrisa de oreja a oreja delante del césped, él vestido con sudadera de capucha y gorra mientras ella llevaba el uniforme de los colores que defiende.
Otro detalle importante lo pudimos comprobar en las botas que lleva la protagonista, ya que en una de ellas ha inscrito su nombre y en la otra el de su padre, acompañándolo con el emblemático número 20 que este lució en su camiseta como dorsal durante su etapa tanto el Athletic Club de Bilbao como en el Sevilla FC. Se trata, sin lugar a dudas, de un bonito guiño y homenaje de Naia a su progenitor tras seguir sus pasos en el mundo del fútbol.
La joven, que nació fruto de la relación que mantuvo Ocio con la modelo y actriz Laura Sánchez, cumplió la mayoría de edad el pasado agosto. Aquel día, el fundador de la clínica de salud y belleza Henao Wellness dedicó a la cumpleañera una emocionante publicación en sus redes sociales. "Porque siempre fuiste, eres y serás el centro de mi vida, ¡felicidades vikinga!", le decía con ese apelativo cariñoso con el que la suele llamar, texto que unía a un entrañable collage de fotos desde su infancia hasta ahora.
Sobre su nueva vida al otro lado del charco, la propia Naia contó que su deseo era irse allí porque es el único lugar en el que puedes compaginar estudios y carrera deportiva "a un alto nivel". En declaraciones al diario Relevo, explicó que cuando pudo visitar las instalaciones meses atrás para elegir destino, quedó realmente fascinada y sigue estándolo hoy en día: "Me sigue impresionando ya que tenemos y nos proporcionan todos los medios y recursos", dijo.