Fernando Lúpiz recordó la muerte de César Pierry en el set de Mi socio imposible: “Me costó sacarme la imagen”
Fernando Lúpiz fue entrevistado este fin de semana en el programa radial PasaMontagna (Radio Rivadavia AM 630), allí habló sobre La Diosa de la Fortuna, la obra que protagoniza Ana María Cores y Juan Paya, la esgrima, y recordó a su amigo y compañero de dupla César Pierry, quien falleció el 29 de julio de 1992 a causa de un paro cardiorrespiratorio producto de las heridas sufridas por un accidente en un set de TV: una granada de humo le explotó en la mano. El también intérprete de Detectives de señoras pasó 19 días internado y murió en un quirófano, tras someterse a varias operaciones reconstructivas para salvar su vida.
“Él fue un hermano para mí, porque los dos éramos hijos únicos, teníamos cosas en común y visiones parecidas. Era un genio”, dijo Lúpiz sobre Pierry. “Tengo presente lo que pasó ese día, es imborrable, sobre todo porque lo pasaron en televisión. Vi la escena que no tendría que haber visto, que me costó meses y meses quitarme la imagen y el olor a su piel”, añadió conmovido. En este sentido, el actor de 69 años sostuvo que el hecho “fue terrible” y recordó al intérprete como “un tipo muy querido”.
El accidente y la escena final de Pierry
El guión de uno de los episodios indicaba que Pierry tenía que sostener una granada. Durante la grabación de la escena, el 20 de julio de 1992, el explosivo detonó antes de tiempo y estalló en la mano del actor, quien no tuvo margen para reaccionar.
La explosión provocó la amputación de tres de sus dedos y la pérdida del sostén esquelético de los otros dos. De inmediato, fue internado y y sometido a distintas operaciones. El 29 de julio fue intervenido por cuarta vez en un proceso que duró más de siete horas, al que el actor no pudo resistir. Ese día, Pierry falleció a causa de un paro respiratorio.
Algunas hipótesis indican que hubo mala praxis por parte de los médicos que lo atendieron en el Hospital Británico, quienes habrían confundido la medicación o se habrían sobrepasado a la hora de anestesiarlo.
En 2006, el encargado de los efectos especiales de Detective de señoras, Eduardo Cundom, recordó el trágico episodio en una entrevista y expresó: “Me afectó y me afecta muchísimo, pero me dejó dos importantes enseñanzas: que no debemos creernos infalibles y que si un efecto falla, debe fallar en los ensayos que realizamos en nuestro taller y no en un set”.
Fernando Lúpiz, entre el teatro, la pintura y la esgrima
Además de recordar este duro episodio que marcó su vida, Lúpiz habló sobre su presente en la obra La diosa de la fortuna. “Estamos felices de la vida de poder estrenarla, después de tantos meses de espera, en los que pensábamos que no se iba a hacer. Finalmente, todo se dio muy bien”, expresó sobre la pieza donde comparte elenco, además de Cores y Paya, con Marcelo Sein y Manu Biaggini, en el teatro Astros, Corrientes 746.
También confió que le gusta mucho trabajar en los teatros de la Avenida Corrientes porque “está tan renovado, lindo y cómodo”, y contó que ya no está cómodo con las giras porque no se siente en edad para hacerlo: “Me cuesta irme. Antes era una aventura viajar por tres meses y la pasábamos bárbaro. Tiene que ver con la edad. Ahora me gusta estar más cómodo en mi casa y después ir al teatro”, afirmó.
En medio de la entrevista con Pablo Montagna, el actor que supo interpretar a “El Zorro” también habló sobre uno de sus hobbies más importantes, el arte. “Pinto cuadros, voy a talleres de pintura y tengo un grupo de pintores que son maravillosos. Hay tanta gente maravillosa que pinta en el mundo, hay tanto arte”, expresó. “Me gusta hacer esculturas, carpintería, dibujo y pintar”, reveló.
A su vez, comentó un poco sobre su antigua carrera, la esgrima, deporte que lo convirtió en un destacado en el área, ya que obtuvo varias medallas y pudo viajar por el mundo con esto.
“Mi papá era director técnico de fútbol en clubes de primera, pero me dijo que era muy ‘pata dura’, así que me obligó a hacer esgrima”, contó. “A los 14 empecé y dos años después ya era internacional. Competí e hice podio en Juveniles. A los 17 ya era campeón sudamericano. Hice una carrera muy grande, viajé mucho. Tuve tres panamericanos, tres medallas, tres olimpiadas y muchos mundiales. Esa era la alta competencia, la cual abandoné en el año 82, pero siempre continué”, agregó.