Festival de los Siete Lagos: comienza una nueva edición del encuentro patagónico de música
Quienes, durante las próximas semanas, anden por el Norte patagónico -ya sea por ser de la zona o por estar de vacaciones- y quieran disfrutar de algo no tan habitual en el verano, como es la música de cámara, tendrán cuatro buenas oportunidades hasta finales de enero. El Festival de los Siete Lagos propone conciertos en Villa La Angostura y en Bariloche, con la conducción de Germán Clavijo (integrante de la London Symphony Orchestra) y un grupo integrado por Olatz Ruiz de Gordejuela y Alix Lagasse (violines), Florian Peelman (viola), Salvador “Voro” Bolón y Kate Gould (cellos), Alexander Panizza (piano) y Teresa Usandivaras (responsable del coro).
El 22 y el 31 de enero la cita será en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura; el 24 de enero en la Capilla de la Asunción en Villa La Angostura y el 28 de enero en la Catedral de Bariloche. Quienes quieran reservar entradas podrán hacerlo en entradas@fila7lagos.com
La propuesta del festival es la de visibilizar el trabajo que la Asociación Filarmónica 7 Lagos viene haciendo desde 2011, con un proyecto artístico, de conciertos, y de formación de músicos, con talleres intensivos, a modo de campamento musical, que se desarrolla cada verano. Durante casi dos semanas, que es lo que dura el festival, se organizan talleres de formación para jóvenes instrumentistas de 8 a 28 años, agrupados en dos formaciones orquestales, la Camerata Siete Lagos y Sonidos de Huemul.
Para la edición de 2025 se recibieron 103 postulaciones para ocupar los 21 puestos de Camerata Siete Lagos. Desde Canadá, Chile, Colombia, Perú y Uruguay llegaron 21 postulaciones, que se sumaron a las 82 de la Argentina. El proceso de selección se completó y ya han recibido el repertorio asignado para esta temporada.
“El espíritu sigue siendo el mismo desde que comenzamos, en 2011 -dice Andrés de la Cruz, presidente de la Asociación Filarmónica 7 Lagos-. Solo un año no pudimos hacer actividades; fue en 2021, año de pandemia. Solo pudimos desarrollar el concurso de piano. Desde mi perspectiva, lo que ocurre es que el festival ha ido creciendo tanto en participación como en nivel. Cuando nos proyectamos y miramos hacia atrás nos damos cuenta de que chicos que pasaron hace tiempo por el festival hoy es posible encontrarlos en las orquestas más importantes de la Argentina. Desde ese punto de vista se entiende por qué el festival y sobre todo la academia de música siguen siendo tan atractivos”.
De la Cruz agrega que la demanda de los músicos más chicos también sigue creciendo. Hay alumnos que vienen de distintas partes del país para participar en Sonidos [de Huemul]. Incluso, hay familias que viene de vacaciones a Villa La Angostura para que sus hijos puedan participar en los cursos. “Creo que ahí vemos una repercusión interesante, educativa, de formación, sobre todo cuando uno contrasta con muchas noticias que vemos en los medios. Sigo sorprendido por la calidad humana de la juventud. La apertura, las ganas y cómo saben aprovechar todo esto y ponerlo en la balanza. Es decir, lo que uno les ofrecer y lo que están dispuestos a poner de sí mismos”.
“Desde el punto de vista conceptual, el agregado es una experiencia coral abierta a la comunidad. Treinta y cinco personas fueron las que participaron el año pasado y éste, sospecho, habrá una cantidad similar. A todos los integramos a la actividad final, el concierto de clausura del festival, que es una suerte de Boston Pops, o Proms. Involucramos al auditorio. Es lindo poder seguir manteniendo esta actividad en esta geografía tan especial de la Patagonia. Es lindo ver que los jóvenes también lo quieren. Para nosotros es un esfuerzo grande. La Asociación nació en 2007, patrocinando a la Orquesta Escuela Infanto-Juvenil de Villa La Angostura y mientras tanto fuimos marcando una presencia cultural distinta”, concluye.