FESTIVAL DEL LIBRO: El libro 'Mi Mochila Emocional' de Jackeline Cacho y su propósito en la vida

Jackeline Cacho es una de esas personas que lo tiene todo: Una belleza inocultable, -fue Miss Perú Internacional en 1994-, una carrera galardonada dentro del periodismo y el reconocimiento en las pasarelas de modelaje.

Además es presentadora de televisión, autora del libro "Mi Mochila Emocional", y ofrece conferencias para mujeres en todo el mundo en las que habla de la ansiedad y la depresión y de cómo erradicarlos de manera natural. Nada de eso sería posible, dice, si no contara con el apoyo de su madre y de un esposo que apoya cada uno de sus proyectos.

Cacho hablará sobre su libro, su vida y su carrera a la 1:05 p. m. el sábado 22 de abril en el Festival de Libros de Los Angeles Times.

Detrás de ese rostro hermoso se esconde una mujer que conoce bien sus talentos y debilidades.

“Cuando llegué a Miami en 1995 para modelar, las puertas se fueron abriendo de par en par. Pasarelas, medios de comunicación, entrevistas y reconocimiento”, dice Cacho. “Era un ritmo intenso, como una espiral vertiginosa que me envolvía y en la que sentía que mis sueños se iban cumpliendo como si fueran parte de un plan divino”.

Hace una pausa. Veo en sus ojos el brillo de una lágrima.

¿Qué pasó?, le pregunto.

Ordena sus pensamientos y entonces desgrana los recuerdos de esa etapa determinante de su vida.

“Trabajaba en la estación de Univisión en San Antonio y hacía corresponsalías para el noticiero nacional, para Despierta América y Aquí y Ahora”. Era algo así como la estrella latina en ascenso. Su entrevista con Maturino Resendez, “el asesino del ferrocarril” y uno de los diez asesinos más buscados por el FBI hizo que los reflectores de la fama se posaran sobre ella y muy pronto se convirtió en una de las celebridades de la TV nacional.

Recuerda esos años con toda precisión, sobre todo el punto de inflexión que transformaría su vida el 31 de diciembre del 2004.

“Estábamos haciendo el informe de fin de año, y yo tenía que entrar a las 12, así que salí a las 10 para ir al banco y sacar dinero en efectivo para empezar el año con dinero en la mano. A las 11:15 me llama mi director y me dice que tengo que estar en la oficina ya. Le dije que sí, y salí corriendo a cambiarme… en ese tiempo nunca decía que no, me sentía la Wonder Woman. Así que aceleré y aceleré y cuando me di cuenta me había estrellado en la autopista más transitada de San Antonio en contra de cuatro autos”.

Entrecierra los ojos y parece como si la imagen de lo que ocurrió en esos momentos, estuviera pasando frente a ella.

“Cuando choqué con el primer auto pensé aquí me muero y entonces sentí que todo el mundo giraba en un caos absoluto”.

El auto empezó a dar volteretas y terminó incrustado en el muro de contención de la autopista.

“Me doy cuenta de que no estoy muerta, que no tengo fracturas ni heridas mayores”, dice todavía sorprendida de su buena suerte o de la intervención de su Dios.

Ese episodio que pudo haberle costado la vida le dio un vuelco a sus prioridades. Entendió que en ese ritmo vertiginoso en el que vivía no se había detenido a reflexionar en lo que quería. “Mi vida era como un río caudaloso que me iba arrastrando, pero no en la dirección que yo quería”.

Y entonces colocó un freno. Detuvo la marcha y se concentró en lo que quería para su futuro.

Así fue como nació el libro La Mochila Emocional. “Se llama así porque creo que todos cargamos una mochila, y muchas veces la cargamos con tanto peso, que empieza a afectar otras áreas de nuestra vida”, dice mientras me muestra la portada del libro.

“Uno tiene que limpiar su mochila y tenía que encontrar la razón de esos ataques de ansiedad que me venían, y descubrí que no había perdonado que mi papá se hubiera enfermado siete años, estuvo siete años enfermo, desde mis 11 hasta mis 17 hasta que un día lo encontré muerto de un ataque al corazón. Me enojé con la vida, ¿por qué se enfermó mi padre? Él era un hombre bueno y trabajador. Era como nuestro Superman, él lo era todo…”

La infancia de Jackeline en Perú estuvo marcada por una vida familiar amorosa, en la que la figura de su padre jugó un papel central en su formación. “Era la niña de sus ojos”, dice con una sonrisa. “Nuestro mundo se vino abajo cuando mi papá murió. Mi mamá se puso al frente de la casa, y siempre la escuché con un optimismo que hasta el día de hoy me contagia”, dice orgullosa.

Eran los tiempos de la lucha contra el terrorismo en Perú. “Frecuentemente se escuchaban las explosiones, y la intranquilidad estaba por todos lados por la presencia de Sendero Luminoso. “Fue entonces que tomé la decisión de salir del país. Mi sueño era llegar a Estados Unidos y trabajar en los medios de comunicación”, dice.

Cuando Cacho dejó Perú, pensó que todo ese sufrimiento había quedado atrás, que todo estaba resuelto en su cabeza y en su corazón.

Pero no era así. Ella también, como muchos venía cargando una mochila llena de emociones, que no sentía, que no percibía pero que ahí estaba, esperando el momento apropiado para aflorar y lastimarla.

Ya en Estados Unidos se dedicó a trabajar. “Me convertí en una máquina de trabajo, igual que miles de latinos que llegan y se ponen a trabajar, como máquinas, y nunca nos damos el tiempo de reposar y entender lo que nos está pasando”.

Fueron los años de dormir unas cuantas horas, de comer apurada y a la hora que fuera, de correr y correr. “Escribía para un periódico, daba el clima para Telemundo, tenía un show de radio en las mañanas. No paraba. Cuando llegué a Univisión, pensé que quería desarrollarme en la empresa y puse todo mi empeño en eso”.

Hasta que llegó el accidente y la vida la obligó a parar, a detenerse, a reflexionar y a buscarle un sentido más amplio a su vida.

Y entonces entendió que una de las misiones de su nueva vida era hablar de la ansiedad. “Es un tema tabú en nuestra comunidad. No se habla de eso, aunque muchas mujeres lo padecen, están muy enfermas porque han sacrificado tanto, han dejado tanto… probablemente no han llorado lo suficiente porque se lo han callado y los hombres igual, hay una necesidad de hablar y de sanar nuestro pasado para tener un mejor presente”.

“El libro reúne muchas de mis vivencias para decirles a otras mujeres que viven lo mismo que si hay esperanza, que se puede romper con el círculo de la depresión, que hay que aprender a valorarse y que la autoestima es el mejor aliado para salir adelante”.

Dato: 1:05 p.m., April 22

Libro: Mi Mochila Emocional

Autor: Jackeline Cacho

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.