FIBA: Vivir vende, otro notable trabajo expresivo de la compañía de Mayra Bonard
★★★★ Compañía: Selección Natural. Concepto y dirección: Mayra Bonard. Performers: Damián Malvacio, Federico Fontán, Mayra Bonard. Creación: Federico Fontán, Damián Malvacio, Rocío Mercado, Maxi Muti, Mayra Bonard. Diseño sonoro: Diego Vainer. Diseño de iluminación: Gonzalo Cordova. Asistencia de dirección: Maxi Muti. Sala: Centro Cultural 25 de Mayo, Triunvirato 4444. Funciones: Hoy, a las 19.30. Duración: 60 minutos.
Conformar una compañía, seleccionar a los intérpretes, darle forma a un proyecto. Estos son los puntos de partida de esta experiencia que conduce Mayra Bonard y que presenta dentro de la programación del FIBA. Y en esto de dar forma a un proyecto mucho tienen que ver unos intérpretes que no solo poseen una experiencia profesional anterior sino un universo personal que, en este caso, indudablemente se dejará ver en la escena.
Federico Fontán, Damián Malvacio y Mayra Bonard son creadores que poseen unas interesantes trayectorias y algunos datos de sus derroteros aparecen en este espectáculo. Al comienzo sus voces en off irán definiendo, con breves textos, quiénes son, qué cosas les interesan, cómo han llegado a trabajar juntos y hasta asoman algunas pequeñas detalles que hacen referencia a sus mundos familiares.
Luego los tres aparecerán en la pequeña sala del piso superior del Centro Cultural 25 de Mayo. Desarrollarán una breve coreografía, a modo casi de presentación. Sus gestos y sus actitudes exponen una neutralidad llamativa. Como si estuvieran expresando que llegan desde un lugar formal que les ha dado el permiso para crear, aportándoles algunas herramientas que saben manejar desde lo corporal.
A partir de allí la experiencia se disparará buscando otras formas de exposición. De manera individual los cuerpos de los intérpretes develarán otras capacidades de expresión. Desde el juego performático buscarán hacer crecer un trabajo que expone un cruce de intensas energías y una creatividad que si bien por momentos muestra cierta ingenuidad, ella no deja de atraer por lo potente de sus rasgos. En otros aparece un ímpetu que no hace más que mostrar tres individualidades muy disímiles pero que han logrado integrarse de una manera muy equilibrada. Algo que, por momentos, provoca asombro.
Mayra Bonard siempre se ha caracterizado por ser dueña de una notable fuerza expresiva. El espacio escénico es un lugar en el que no le importa exponerse asumiendo riesgos y aquí lo hace como intérprete y mucho más como guía; Federico Fontán juega entre el clásico y el contemporáneo pero también es capaz de mostrarse sumamente desprejuiciado. Su cuerpo desnudo lo expone como un ser angelical, a veces, y otras como un personaje salido de un freak show. Con su cuerpo puede construir imágenes inusitadas que provocarán el imaginario del espectador. Damián Malvacio aquí aparece, tal vez, como el menos díscolo, pero posee la capacidad de apoyar y hacer crecer la irreverencia de sus compañeros. También se anima a desarrollar un breve relato desopilante luego de realizar un exigente trabajo físico.
Vivir y venderse son los ejes que han dado forma a este trabajo. Por lo expuesto, el primero provoca una adrenalina que bien vale la pena probar. El segundo, parecería no ser tan necesario desear. Sobre todo por las capacidades tan sobresalientes de estos tres creadores. Además, teniendo la compañía de Diego Vainer (sonido) y Gonzalo Cordova (luces).