La obra de teatro en la que Jesse Williams aparece desnudo aumenta sus medidas de seguridad

Jesse Williams credit:Bang Showbiz
Jesse Williams credit:Bang Showbiz

El mundo de Broadway ha reaccionado con un enfado más que comprensible a la filtración de un vídeo que muestra al actor Jesse Williams desnudo en una escena de la obra de teatro 'Take Me Out', en la que interpreta a un jugador de béisbol homosexual. Sus compañeros de profesión han hecho un llamamiento público para que no se siga compartiendo ese material en las redes sociales porque supone una forma de acoso sexual, ya que el intérprete -que saltó a la fama como el doctor Jackson Avery en 'Grey's Anatomy'- no dio en ningún momento su consentimiento para ser grabado.

Desde la Asociación de Equidad de Actores han condenado en términos muy duros el comportamiento del miembro del público que ignoró la orden de no usar teléfonos móviles en el teatro durante la representación.

"En cada actuación, existe un entendimiento mutuo entre la audiencia y los artistas de que estamos compartiendo una experiencia limitada a este tiempo y lugar; esa confianza hace posible que nos expongamos tanto emocional como físicamente", ha señalado Kate Shindle, presidenta de dicha organización. "Es una violación que coarta nuestra capacidad colectiva de contar historias con audacia y valentía".

Desde el teatro Second Stage, donde se representa la obra, han asegurado sentirse consternados por lo ocurrido: "Es muy desafortunado que un miembro de la audiencia decidiera faltarle el respeto de esta manera a la producción, a sus compañeros de audiencia y, lo que es más importante, al elenco".

Hasta ahora el establecimiento pedía a todas las personas que colocaran sus dispositivos electrónicos en unas bolsas Yondr que se cerraban automáticamente y solo podían volver a abrirse pasándolas por una máquina especial al terminar el espectáculo. Como parte de las nuevas medidas de seguridad que han adoptado para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido, el recinto han instalado un sistema de cámaras de infrarrojos orientadas al público que serán vigiladas en tiempo real por el equipo de seguridad y, si alguien es sorprendido grabando el espectáculo, se le pedirá que se marche y borre las imágenes.