La Fiscalía de Roma rechaza abrir una nueva investigación por la muerte de Pasolini

Roma, 24 nov (EFE).- La Fiscalía de Roma desestimó hoy la apertura de una nueva investigación por el asesinato del cineasta, artista y pensador Pier Paolo Pasolini, ocurrido en Ostia el 2 de noviembre de 1975 y cuyos hechos siguen sin esclarecerse 35 años después.

La petición de reabrir las investigaciones fue presentada por el abogado Stefano Maccioni, en nombre del director David Grieco, el guionista Giovanni Giovannetti y el colegio de Periodistas del Lacio.

El abogado había pedido que se verificase la identidad de "al menos" tres muestras de ADN identificadas por los carabineros (policía militarizada) en 2010 en la escena del crimen.

En la disposición que desestima la solicitud, el fiscal Francesco Minisci afirma que los elementos presentados "no se refieren al asesinato sino que se refieren a episodios paralelos, a veces repetitivos de actividades ya realizadas y orientados hacia personas ya examinadas", informaron los medios italianos.

"Tomamos nota con amargura de la decisión tomada por la Fiscalía de renunciar a la investigación de la responsabilidad real por el asesinato de Pier Paolo Pasolini. Es una derrota para todos aquellos que creen que nuestro Estado debe garantizar la justicia, especialmente en este asunto", comentó el abogado Maccioni.

Pasolini fue brutalmente asesinado la noche del 2 de noviembre de 1975 en la playa de Ostia, en el litoral romano, a manos de Pino Pelosi, un prostituto que se declaró culpable y fue condenado, pero que con los años cambió de versión, hasta su fallecimiento en 2017.

Pese a la versión oficial, este crimen siempre estuvo envuelto por las dudas y por las irregularidades en la primera investigación.

En su denuncia, Grieco y Giovanetti sostenían que aquella noche Pasolini y Pelosi no estaban solos en la playa, sino que el pensador pudo acudir al lugar de su muerte para recuperar unas cintas de la película que ultimaba, "Saló o los 120 días de Sodoma", que le habían sido robadas.

La película, una descarnada y polémica crítica a la burguesía y al fascismo, finalmente se estrenó de forma póstuma, tras su homicidio.

La tesis de la extorsión, por la que habría acudido a Ostia para pagar por recuperar sus cintas, ha sido sostenida por varias personas conocidas en la Roma de los 70, como uno de los líderes de la mafia local, la Banda de la Magliana, Maurizio Abbatino.

El pasado 16 de diciembre, la Comisión parlamentaria Antimafia apuntó a este motivo en un informe que recogía varios testimonios.

(c) Agencia EFE