Folklore, jineteada y polémicas: por qué el festival de Jesús María sigue siendo una bastión de tradición que convoca multitudes

Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, una tradición cordobesa
Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, una tradición cordobesa - Créditos: @Roberto Pons

Entre las jineteadas, que convocan tantos fervores como cuestionamientos, y la necesidad de aggiornarse con propuestas de la música urbana, el Festival Internacional de Doma y Folklore de Jesús María comienza este viernes una nueva edición, sosteniendo sus rasgos de tradicionalismo y tratando de encontrar alternativas para actualizarse. En la grilla artística que poblará el escenario hasta el 16 de este mes aparecen artistas que ya actuaban hace veinte o treinta años sobre el escenario Martín Fierro (Jairo, Los Manseros Santiagueños, Los Carabajal), camadas posteriores (Chaqueño Palavecino, Los Nocheros, Soledad Pastorutti, Los Tekis, Abel Pintos, Sergio Galleguillo, Luciano Pereyra y Jorge Rojas) y las nóveles propuestas que no son de extracción folklórica pero también tienen su espacio en “la noche extra” (la entrerriana Emilia Mernes, Rusherking y la fiesta Bresh).

Rusherking lleva el trap al escenario de las tradiciones
Rusherking lleva el trap al escenario de las tradiciones

Hace algo más de una década, aunque fueran programados en una noche de bis o yapa, por fuera de la programación general, nombres como Rusherking o el de una famosa fiesta electrónica habría levantado polvareda en el paisaje de Jesús María y Colonia Caroya. Los tiempos cambian y las aperturas son imposibles de frenar, por más que la resistencia a lo nuevo tenga cierta vigencia en algunos sectores de la sociedad. En la jineteada, que es un espectáculo tanto o más importante que los musicales que se ven sobre el escenario, también cuestan los cambios. Los jinetes y sus caballos son una fuerte atracción dotada de historia y, fundamentalmente, de tradición. La muerte de animales (como sucedió con Pampero, en 2019) o las situaciones por las que puedan salir lastimados en esos vertiginosos segundos entre la salida de un palenque (con ojos a veces vendados y con un jinete encima) hasta el sonido de la campana que da por terminada la doma, es, con justa razón, interpelada por asociaciones proteccionistas de defensa de animales. Por otro lado, la muerte de jinetes (hubo dos en esta pista legendaria, en 2010 y 2020) obliga a tomar precauciones que se siguen demorando, como la utilización de cascos y chalecos de protección.

La pilchas gauchas con pañuelo al cuello, sombrero de ala o boina; el ritual ancestral del ingreso del Capataz de campo para pedir la autorización al jurado para el inicio de la jineteada; el canto del payador que se escucha en todo el anfiteatro José Hernández; el galope del jinete que hace una vuelta olímpica con la bandera argentina; los preparativos en los palenques según las categorías en competencia (crina limpia, gurupa surera y bastos con encimera lisa), la señal de largada, las destrezas del bagual y del jinete y la ovación del público. Suspenso, emoción. Ritual, fiesta, tradición. Música, desfiles y ballet folklórico. Las tropillas que participarán este año serán 18 y llegan de distintos puntos de Córdoba, Santa Fe y la Provincia de Buenos Aires.

Aunque por muchos conocida, vale la pena recordar el comienzo de esta historia, allá por mediados de la década del sesenta. El inicio de este festival tuvo un fin solidario. El 16 de mayo de 1965 la cooperadora de la Escuela Primer Teniente Morandini se reunió para pensar ideas de financiamiento. La manera que ese día se encontró para recaudar fondos fue la de crear un festival de doma que involucrara a varias instituciones. Así fue que se logró la adhesión de cooperadoras de diez escuelas de Jesús María y luego de localidades vecinas como Colonia Caroya. Además de la doma, el festival incluiría música y danza nativa, perfil que sigue sosteniendo hasta hoy.

Luego de ser desmalezado, el primer espacio tuvo un escenario de forma circular de 15 metros de diámetro y apenas un metro y medio de altura. El primer festival se realizó del 8 al 16 de enero de 1966 y se transmitió por Radio Universidad de Córdoba. Participaron 4500 personas y se recaudaron 7.643.700 pesos moneda nacional. Los Cantores de Quilla Huasi, Alberto Merlo, Los de Córdoba, Los del Suquía, Héctor Roca, Jorge Cafrune, El Chango Nieto y Abel Figueroa fueron algunos de los folkloristas famosos de aquellos años que participaron en la primera edición.

Jorge Cafrune participó en la primera edición del festival
Jorge Cafrune participó en la primera edición del festival

Desde ese momento, el festival nunca dejó de crecer. Solo fue suspendido en 2021, por la pandemia. Para 2022 volvió a realizarse con las medidas sanitarias vigentes y este año, a pesar del rebrote de Covid-19, regresa a sus estándares. El folklore y la doma siguen siendo sus pilares, aunque con el paso de los años la música nativa fue aggiornada. Y hay que aclarar que desde sus inicios, la doma, en realidad, es una jineteada que dura entre 8 y 12 segundos (según la categoría) y sigue despertando las mismas pasiones. El fervor del público por los competidores solo se puede percibir desde la tribuna del anfiteatro.

Mucho lo de lo que pasó en medio tuvo que ver con algunos momentos memorables (especialmente de artistas sobre su escenario) y también con polémicas que la mayoría de las veces fueron despertadas por intentos de transformación. El cuarteto tuvo cierta resistencia hasta que se agregó una “noche extra”, cuando ya estaban finalizados los torneos de jineteada. Ese bis le daba un toque de excepcionalidad permitida por fuera de las tradiciones. Y en el afán por incluir a otros géneros que no fueran el folklore, también se programó en la noche de apertura a músicos de otras extracciones. “¿Lali sí o Lali no? Ese fue el debate que nació en las redes, en 2016 por parte de espacios tradicionalistas , mientras que en la noche de apertura cantaba Pedro Aznar. Pero la polémica viene de lejos.

La próxima semana se cumplen 20 años de una de las presentaciones de La Mona Jiménez que también hizo ruido tradicionalista. Pero al patriarca cordobés no le importó y cumplió con su plan de entretener con su folklore y sus rituales, como ese de nombrar a los barrios de Córdoba. En aquel enero de 2003 dijo que el folklore y el cuarteto eran del mismo palo y que lo que hacía era “esta música argentina que alucina a los pibes del sector más castigado de la sociedad”.

A pesar de que la mayoría actúan en la noche extra, siempre habrá voces en contra. En 2019, para esa jornada de “yapa”, el más convocante fue Duki. La programadora del festival en aquella edición, Paola Grión, decía: “Duki es un fenómeno que queríamos tener. Son artistas de otros estilos que sirven para el desarrollo de la zona. Como siempre hay gente a favor y en contra. El punto de inflexión fue Lali. A partir de ahí la gente incorporó esa noche extra y tiene la expectativa de tener algo distinto”. Al año siguiente llegó Paulo Londra, aunque por sus credenciales cordobesas no hubo escándalo. Y este 2023 la apuesta sigue siendo fuerte al mundo del trap y a la presencia de la fiesta electrónica más convocante de los últimos años, La Bresh, que ya hizo pie tiempo atrás en tierras cordobesas.

Las contrataciones siempre fueron un tema delicado, incluso por temas presupuestarios. Hubo años en los que el festival no pudo contar con artistas de gran convocatoria y renombre porque no se pudo pagar los cachet. Dos décadas atrás, en la época de la “crisis de 2001″ esto podía ser un tema corriente. Y no había que olvidar que el fin primero del festival era recaudar fondos para escuelas de la zona. Pero a pesar de los vaivenes internos y externos, Jesús María sigue siendo un tradicional referente de la temporada festivalera de verano, en el Interior del país.

Los artistas que estarán en el escenario Martín Fierro

Viernes 6: Abel Pintos, Jairo, Ceibo, Meibel, Efraín Colombo, Sonido Xtremo y El Chipatazo.

Sábado 7: Soledad, Los Nocheros, Natalia Pastorutti, Francisco Benítez, Campedrinos, Agustín Fakelmman y su conjunto, Los Soles Tropicales y Cuerdas del Norte.

Soledad Pastorutti, una habitué del festival de Jesús María
Soledad Pastorutti, una habitué del festival de Jesús María

Domingo 8: Ahyre, Nahuel Pennisi, Maxi Gil, Emiliano Zerbini, Lautaro Rojas, Mariana González, Loy Carrizo y La Konga.

Lunes 9: Los Tekis, Guitarreros, Kepianco, Santiago Chumy, Marcos Basílico, La Bordona, Florencia Paz y Q’Lokura.

Martes 10: Sergio Galleguillo, Los Carabajal, las Voces de Orán; Los Blancos, Los Vizcacheros, Orejanos, La Montonera y Ulises Bueno.

Miércoles 11: Los Manseros Santiagueños, El Indio Lucio Rojas, Lázaro Caballero, Alma Chaqueña, Christian Herrera y Matacos, Magalí Gómez y Marcela Ceballos.

Jueves 12: Luciano Pereyra, Dúo Coplanacu, Los Trajinantes, Jessica Benavidez, Los Pampas, Alma Carpera, Valeria Facelli y Dale Q’Va.

Viernes 13: El Chaqueño Palavecino, Los 4 de Córdoba, La Callejera, Cabales, Diego Gutiérrez, Anita Rodríguez, Claudia Lomeña y el Loco Amato.

Los Palmeras le aportan cumbia a las noches del festival de Jesús María
Los Palmeras le aportan cumbia a las noches del festival de Jesús María - Créditos: @instagram

Sábado 14: Jorge Rojas, Néstor Garnica, Lokallas, Roxana Carabajal, Cecilia Mezzadra, Vale el Trago, LBC y Eugenia Quevedo.

Domingo 15: Los Palmeras, Sele Vera, Orellana Lucca, Coroico, Marcelo Bracamonte, Ganador Predio Doña Pipa y Damián Córdoba.

Lunes 16: Emilia Mernes, Rusherking, La Bresh y Chipote.