¿De qué forma puede ayudarte un ejercicio como el remo si has padecido cáncer de mama?
No es la primera vez que hablamos de por qué es especialmente importante la práctica de ejercicio físico en el caso de mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer de mama. Una vez que superan el proceso quirúrgico, toca volver a retomar el día a día, y la práctica de ejercicio físico se convierte en una aliada fundamental en el proceso de recuperación. Hoy queremos centrarnos en un ejercicio muy concreto: el remo. Y lo hacemos poniendo la mirada en una iniciativa: el Barco Dragón, una modalidad de remo en equipo que se practica en botes largos y estrechos, inspirados en la tradición china, en los que los participantes reman al unísono bajo el ritmo marcado por un tambor. Aprovechando esta experiencia, en la que colaboran marcas como miMaO, hemos tenido la ocasión de hablar con la doctora Aurora Rodríguez, Oncóloga Radioterápica en el Hospital Ruber Internacional y miembro del equipo Barco Dragón del Alberche Kayak Club, sobre cómo la práctica de este deporte puede ayudar a las mujeres que están pasando por un proceso oncológico.
¿Es recomendable la práctica de ejercicio físico después de una intervención de cáncer de mamá?
Si, es recomendable la práctica de ejercicio físico en todo momento, ya que existe una relación beneficiosa entre el ejercicio y el cáncer en todas sus etapas. Una de las más conocidas es en la prevención primaria, ya que aproximadamente un 20% de los tumores que se diagnostican cada año, se atribuyen a hábitos de vida poco saludables, entre los cuales, destacamos el sedentarismo o inactividad física y/o el sobrepeso u obesidad.
Una vez realizado el diagnóstico de cáncer, no solo deben continuar realizando ejercicio aquellas pacientes que ya lo hacían (esta es una pregunta frecuente en estas mujeres deportistas… ‘Doctora, ¿puedo seguir haciendo ejercicio?’), sino que se debe fomentar la actividad física en aquellas que no lo han hecho antes.
Con todo ello, aproximadamente la mitad de los pacientes que vemos en consultas de Oncología no realizan ninguna actividad física o ésta es claramente insuficiente. Cuando el médico se interesa y pregunta por el ejercicio efectuado, aumenta de forma significativa el porcentaje de pacientes que inician esta práctica. Así pues, el papel de los profesionales sanitarios es muy importante a la hora de valorar, recomendar y derivar a otros especialistas, para fomentar el ejercicio entre nuestros pacientes y para que éste se realice de forma segura.
Tras los tratamientos, se recomienda para una recuperación integral, física, funcional, psicológica, emocional y social.
¿Qué tipo de ejercicio es aconsejable realizar?
A la hora de aconsejar qué tipo de ejercicio realizar, debemos tener muy en cuenta las particularidades de cada paciente y, más que su edad, evaluaremos sus comorbilidades (es decir, las enfermedades que ya existen antes del diagnóstico de cáncer), su nivel de actividad física y los posibles efectos secundarios del tratamiento. Lo mínimo, evitar la inactividad y ser tan físicamente activo como sea posible.
En pacientes con comorbilidades o frágiles, es muy importante la valoración multidisciplinar por los distintos especialistas implicados, para recomendar el ejercicio adaptado a cada paciente.
¿Qué aporta un deporte como el remo, qué beneficios tiene para una mujer intervenida de cáncer de mama?
Los deportes de agua en los que se utilizan remos o palas tienen además de las ventajas propias de la práctica del ejercicio en pacientes con cáncer de mama o supervivientes del mismo (bienestar físico y funcional), la posibilidad de practicar un deporte en equipo, aunque nunca antes se haya hecho, remando o paleando todos en la misma dirección, con la motivación y ganas ante el mismo objetivo (bienestar social) y poder practicarlo al aire libre (bienestar emocional).
Son deportes muy completos en los que se trabaja no solo los músculos de extremidades superiores e inferiores, sino prácticamente de toda la musculatura corporal, combinando movimientos simétricos, repetitivos y de resistencia con el ejercicio aeróbico.
¿Puede ayudar a prevenir un problema como el linfedema?
Clásicamente se consideraba que las pacientes en las que se había hecho una disección o vaciamiento axilar o en las que habían recibido radioterapia sobre los ganglios axilares debían evitar ejercicios de resistencia del tren superior, porque podrían favorecer la aparición del linfedema. Sin embargo, los estudios que se han realizado no han demostrado que el ejercicio practicado con remo o con pala induzca la aparición de linfedema en mujeres de riesgo o la exacerbación del preexistente. Concluyen que el ejercicio de resistencia lento y paulatino es seguro en cualquier momento tras la cirugía.
¿Qué consideraciones debe tener en cuenta una mujer que decide hacer deporte después de haber tenido cáncer?
Haber tenido un cáncer puede ser el punto de partida y el motivo para mejorar nuestro estilo de vida e incorporar hábitos saludables, entre ellos el ejercicio físico. El mejor ejercicio es el que se adapta a cada paciente, evitando la inactividad y siendo tan físicamente activo como sea posible.
Combinar ejercicio aeróbico con ejercicio de resistencia, bajo supervisión en aquellas pacientes con otras enfermedades o en aquellas que deseen mejorar su forma física. Los ejercicios supervisados por especialistas en Medicina del deporte, graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte o Fisioterapeutas, son más eficaces al permitir una mayor adherencia, cumplimiento, motivación, atención y refuerzo.
El yoga también ha demostrado en pacientes con cáncer de mama un aumento de la calidad de vida y una reducción del cansancio, resultados que pueden extrapolarse a otros ejercicios como el pilates. Los ejercicios en equipo y al aire libre, son especialmente recomendados, entre otros, la marcha nórdica.
Destaco también el barco dragón, para el que no es necesaria una preparación física previa y que cuenta con una categoría específica de BCS (Breast Cancer Survivor) o supervivientes de cáncer de mama y de ACS (Any Cancer Survivor) para supervivientes de cualquier tipo de cáncer.
¿Puede ayudarle tanto física como mentalmente en el proceso de recuperación?
Los beneficios se producen a todos los niveles: físicos, psicológicos, funcionales, emocionales, sociales y también en los resultados oncológicos. Reduce la fatiga o astenia y aumenta la tolerancia a los tratamientos oncológicos. Disminuye la ansiedad y los síntomas depresivos, con un impacto claro en una mayor calidad de vida.
Mejora la forma y el funcionamiento físico, la fuerza muscular, la salud ósea y el sueño. En el caso concreto de deportes que se realizan en equipo, como es el barco dragón, remando todos en la misma dirección, hacia un objetivo común y al aire libre, las pacientes señalan como principales valores, el compañerismo, el bienestar emocional, la autoestima, la recuperación del control de su propia vida y una salud renovada.