Françoise Hardy, icono pop francés sin quererlo

La cantante francesa Francoise Hardy en Nueva York, en abril de 1965, al comienzo de su carrera artística, en una foto de PPP/DISQUES VOGUE (-)
La cantante francesa Francoise Hardy en Nueva York, en abril de 1965, al comienzo de su carrera artística, en una foto de PPP/DISQUES VOGUE (-)

La cantante francesa Françoise Hardy, fallecida este martes a los 80 años de edad, fue un icono de los años 1960 sin quererlo, una artista que hizo de la discreción su escudo y de la melancolía su estilo musical.

Su hijo Thomas Dutronc dio a conocer en redes el fallecimiento de la artista, quien fue diagnosticada con un primer cáncer en 2004.

Su mayor éxito fue "Tous les garçons et les filles", una canción que interpretó con apenas 18 años (1962).

El impacto enorme de esa canción en toda una generación de jóvenes franceses pudo encasillarla como ídolo yeyé, pero Hardy supo cultivar otros terrenos musicales, sin perder popularidad.

Nacida en 1944 en un barrio popular de París, hija de una madre soltera, obtiene su primera guitarra a los 16 años y cursa estudios en un pequeño conservatorio de música.

Logra hacerse notar en el bullicioso mundo musical parisino de principios de los años 1960, donde estrellas nacientes como Johnny Halliday (vecino de barrio) se trazan un destino a la sombra del rock and roll anglosajón.

En 1964 interpreta "Mon amie la rose", otro gran éxito. "Comment te dire adieu", de Serge Gainsbourg, sale en 1968.

Françoise Hardy es también un ícono de la moda. Su físico andrógino y su discreción marcan distancias con estrellas exuberantes como Brigitte Bardot. Es un presagio de la esbeltez que pronto inundará las pasarelas del mundo entero.

Tiene el pelo largo, flequillo y luce a la perfección los futuristas vestidos metálicos del costurero Paco Rabanne.

Se convierte en un modelo de revistas como Paris Match. El famoso fotógrafo estadounidense William Klein la inmortaliza en blanco y negro.

- "Cantar no es algo natural" -

"Cuando Mick Jagger dijo que yo representaba su ideal femenino, ¡oh, là, là... Esta frase acabó con mi imagen de joven ingenua con un físico poco agraciado", comentó en una ocasión.

"Cantar no era algo natural para mí", reconoció años más tarde.

Su gran historia de amor se llama Jacques Dutronc, otra de las estrellas de esa generación rebelde. Juntos tuvieron a su hijo Thomas, que también se convertirá en cantante.

Dutronc le es infiel (entre otras, con la actriz Romy Schneider) y la pareja se acaba separando, aunque viven en el mismo edificio.

Esa experiencia agridulce impregna toda su obra. Compone "Message personnel" en 1973, de nuevo un gran éxito.

Como otras estrellas francesas, Hardy aprovechará su popularidad internacional para atreverse con en otras lenguas. En español sacará dos canciones en 1970: "El teléfono corté" y "Sol", de escaso éxito.

Al año siguiente lanza el álbum "La question", realizado en colaboración con a guitarrista brasileña Tuca.

"Durante toda mi vida busqué melodías bellas. Escucharlas me lleva al éxtasis", explicaba Hardy en una entrevista con la AFP en 2018.

"Las canciones melódicas más bellas son siempre melancólicas o románticas", añadía.

Su tortuosa relación con Dutronc será oficializada en 1981, cuando se casan, aunque se separarán de nuevo años después.

Pondrá fin a su carrera musical en 1988, aunque en los años 2000 vuelve a retomarla, apoyada por estrellas de su generación.

Aficionada a la astrología, le fue detectado un primer cáncer en 2004. Aunque se curó, sufrió otros tipos de cáncer en los siguientes años.

"La muerte solo afecta al cuerpo. Al morir, el cuerpo libera el alma. Pero de todas formas la muerte del cuerpo es una prueba considerable, y le tengo miedo, como todo el mundo", confesaba a la AFP en 2018.

jz-pgr/mas/zm