Frances Bean Cobain se convirtió en el centro de la escena incluso antes de nacer, y durante toda su vida tuvo que soportar el asedio de la prensa, las comparaciones y la presión por el título de ser “la hija de”. Sin embargo, con el tiempo supo correrse del foco mediático y comenzar a construir su vida, donde el arte y el cuidado del legado de su padre se convirtieron en su día a día. Hoy, la joven de 31 años dio un paso más: con el líder de R.E.M., Michael Stipe, como oficiante, se casó con su novio, Riley Hawk .

“¡Frances Bean Cobain y Riley Hawk están casados!”, informó el portal de noticias TMZ. Según los documentos a los que accedió el medio, la pareja obtuvo el certificado de matrimonio el 7 de octubre. Además, revelaron que la ceremonia fue oficiada por el cantante de R.E.M., quien además es el padrino de Frances.

La hija de Courtney Love y el fallecido líder de Nirvana, Kurt Cobain, reveló su romance con el hijo del campeón de skate Tony Hawk, de 30 años, el año pasado, y lo hizo a través de las redes sociales. Luego de desaparecer de Instagram durante un año, Frances volvió al ruedo en enero de 2022 con un carrusel de imágenes.

“ Me tomé un descanso de un año para dejar de publicar en Instagram, lo cual fue excepcionalmente bueno para mi salud mental, emocional y espiritual ”, explicó. “Quería compartir algunos momentos que fueron capturados/creados el año pasado y que me trajeron una gran alegría”, agregó. Entre las fotos del posteo se puede ver a su madre, a sus amigas, una vieja foto de Kurt y ella cuando era apenas una bebé y algo de su arte y de sus mascotas. En el medio, una postal de Riley con un perro disfrazado de Papá Noel y otra de Frances y Riley abrazados en un barco.

Otra oportunidad

Esta no es la primera vez que Frances une su vida a la de un hombre: la joven se casó en junio de 2014 con Isaiah Silva y se divorció 21 meses después. Fue la revista People la que confirmó en 2016 que había solicitado el divorcio alegando diferencias irreconciliables. En ese momento, Frances declaró que Silva no debería tener derecho a ningún dinero del patrimonio de su padre, que estaba valorado en 450 millones de dólares. La expareja terminó peleando por la propiedad de la icónica guitarra de Kurt, que Frances posteriormente perdió en el acuerdo de divorcio.

Frances Bean nació el 18 de agosto de 1992. Courtney y Kurt eligieron su nombre como un homenaje a Frances McKee, guitarrista del dúo The Vaselines. La llegada al mundo de la niña estuvo envuelta en polémicas, que explotaron incluso antes de nacer. Mientras Kurt era un éxito sobre los escenarios, detrás de escena, los rumores relacionados al abuso de drogas crecía: muchos medios comenzaron a consignar que Courtney había consumido heroína durante su embarazo.

Luego del nacimiento de Frances Bean, la situación no mejoró: tras una fallida entrevista con la revista Vanity Fair, llegó la intervención de los servicios de bienestar social, quienes decidieron alejar a la bebé de sus padres por unos días. Tenía apenas dos semanas de vida. El asunto se dirimió y resolvió en los juzgados, cuando la pequeña todavía ni siquiera había cumplido su primer año.

El 1 de abril de 1994, Frances visitó a su padre en Exodus Recovery Center, una clínica destinada a tratar adicciones, sin saber que ese encuentro sería el último. Tres días después, Cobain se suicidó con un disparo certero. Los días de Frances se dividieron, en ese momento, entre Seattle y Los Ángeles, donde creció acompañada por sus tíos y abuelos mientras Love luchaba contra sus propios demonios. Durante esos años, estuvieron muy presentes sus padrinos, Michael Stipe y la actriz Drew Barrymore.

A pesar de su linaje, Frances Cobain siempre buscó tener una distancia respecto a su pasado . Con una enorme carga sobre sus hombros, dio sus primeras entrevistas a sus 13 años, en las que le tocó hacer alusión a la muerte de su padre y a las internaciones de su madre. Como muestra de que el humor cicatriza todas las heridas, su cumpleaños número 16 tuvo un festejo temático centrado en el suicidio, algo que fue aprobado por Love. Al cumplir los 18, se hizo acreedora de más de la tercera parte de la herencia de Kurt, y pasó a ser la encargada de manejar los derechos de marca e imagen de Nirvana.