Francisco Xavier, el cantante que deslumbró a México (y a Lucero) pero no soportó el peso de la fama

Francisco Xavier fue uno de los artistas más talentosos de México en las décadas de 1980 y 1990, pero su camino al éxito estuvo marcado por la desconfianza y terribles eventos que marcaron su destino. (Captura de video del podcast 'Aires de Grandeza' vía YouTube)
Francisco Xavier fue uno de los artistas más talentosos de México en las décadas de 1980 y 1990, pero su camino al éxito estuvo marcado por la desconfianza y terribles eventos que marcaron su destino. (Captura de video del podcast 'Aires de Grandeza' vía YouTube)

En la década de 1980 e inicios de la siguiente Francisco Xavier fue uno de los cantantes más populares de México por ser el novio de Lucero, pero también por éxitos como 'Déjenos vivir', 'Qué es la libertad' y 'Perdóname' que logró interpretar en el programa Siempre en domingo donde fue uno de los pocos artistas que logró participar casi todos los fines de semana. Además, resultó ganador del Festival OTI.

Pero a pesar de una carrera activa de 11 años y que logró vender cerca de ocho millones de discos de los 19 álbumes que grabó en los géneros de baladas, boleros y conceptuales, el cantante estuvo a punto de perderse esa experiencia musical por desconfianza a Emilio Azcárraga y por el sismo de 1985 en Ciudad de México.

Originario de Apan, Hidalgo, Francisco Xavier Berganza Escorza fue el último de una familia numerosa (es el noveno hijo) y desde niño mostró dotes artísticas. Según él, su primera composición o intento de, surgió tras la muerte de una de sus hermanas por leucemia. Fue la única forma que encontró para desahogarse y expresar su tristeza, a través de una canción que guarda. "Desde ese momento me volví adicto a escribir, enriquecer mi música, hacer cosas", contó en el programa El minuto que cambió mi destino.

Aún con esa sensibilidad, su afición real fue la tauromaquia y buscaba cualquier pretexto para lidiar con los toros y hasta soñar con convertirse en matador. Una vez viajó desde su natal Hidalgo a Ciudad de México con la esperanza de que su tío, el empresario taurino Chucho Arroyo, le diera una oportunidad en la Plaza México que dirigió, pero este se la negó al considerarlo un joven que solo buscaba una aventura más y no un compromiso real.

Su padre tampoco lo tomó en serio, pero el entonces joven de 18 años no cesaba en su interés, por lo que se le condicionó a tener una carrera para dejarle hacer lo que quisiera. "Vi en televisión un spot con Silvia Pinal y un periodista muy importante, Guillermo Pérez Verduzco, anunciando un nuevo colegio, una universidad de Periodismo y Arte en Radio y Televisión (PART), y veo que podía terminar la carrera de periodismo en dos años". La posibilidad de tener un título en un tiempo relativamente breve lo trajo de regreso a la capital mexicana.

Sin embargo, su padre volvió a condicionarlo y solo le otorgó el dinero para los estudios; todo lo referente a vivienda y manutención debía correr por su cuenta.

1985, el año que vino a cambiar todo

A mediados de la década de 1980, Francisco Xavier insistía en convertirse en torero y para lograrlo, se enroló en la carrera de periodismo en la universidad de Pérez Verduzco, uno de los famosos corresponsales de guerra de Televisa y colaborador de Jacobo Zabludovsky.

Dentro de la plantilla docente de PART estaba Ernesto Villanueva, entonces jefe de información de Guillermo Ochoa, titular de Hoy mismo, programa muy recordado cada 19 de septiembre por su transmisión en vivo del sismo de 8.1 de 1985 en Ciudad de México.

Villanueva fue profesor de Francisco Xavier y, de alguna forma, también su benefactor, pues de cuando en cuando le regalaba alguna torta (recuerden, su padre no lo ayudaba económicamente) y posteriormente descubrió su enorme talento.

Un día antes de una clase, el aspirante a torero deleitaba a sus compañeros con la guitarra y cuando vio venir al profesor se detuvo. Su maestro le pidió no hacerlo y, además, le obligó a grabarle un cassette completo para no reprobar a toda la clase. Su plan, en realidad, era presentárselo a Ochoa.

"Don Ernesto le pone el cassette a don Guillermo, '¿quién es?, invítalo al programa'. Llega (mi profesor) y me dice 'va a pasar un taxi por ti a las seis de la mañana, y vas a ir al programa Hoy mismo', le dije que estaba loco, 'mi padre me mata, ¡me mata si me ve ahí!', 'no me importa, dile que son prácticas y que yo lo estoy ordenando'", contó al canal Aires de grandeza.

Gracias a esa transmisión, su destino estaba por cambiar, especialmente tras haber cautivado a Paula Cussi, entonces esposa del todopoderoso Emilio Azcárraga Milmo.

Sidney Picasso and Paula Cussi attend the
Sidney Picasso (izq.) y Paula Cussi (der.) en Nueva York en 2013 (Foto: Luc Castel/GettyImages).

La presentación de Francisco Xavier fue todo un éxito. Distintas disqueras comenzaron a llamar al programa pero lo más importante sucedía dentro del hogar del Tigre Azcárraga.

"Pasó un tema muy curioso: don Emilio Azcárraga estaba casado con Paula Cussi, y estaban viendo el programa en su casa, pero él estaba en el baño. Paula, su esposa, lo fue a sacar del baño, 've este muchacho', '¿qué le veo?', 'este muchacho, habla, que le ayuden'", dijo. Casi al mismo tiempo su tío Chucho Arroyo también se comunicaba al foro de Televisa para ordenarle al naciente artista que no firmara ningún contrato.

Pero el poder de Azcárraga era más grande y Francisco Xavier fue llevado a la disquera Melody, de su propiedad, donde lo recibió Jaime Almeida, uno de los musicólogos más importantes del país. "Yo no sé cómo diablos cantes, no vi el programa, esto es una orden del señor Azcárraga, no es para que te crezcas ni nada", le dijo.

El inexperto joven no se dejó presionar y mucho menos intimidar y tan sincero fue que preguntó: "'Oiga, ¿y quién es el señor Azcárraga?', a Jaime nunca se le olvidó esa anécdota, y tan fue así, que no les firmé, no me latió".

Mientras estaba en la búsqueda de una disquera con la que se sintiera a gusto, llegó el terremoto de 1985, una experiencia que lo marcó en todos los sentidos. "De mi salón murieron 16 amigos, fue algo espantoso y para mí fue mi pretexto para regresarme al pueblo, me fui, la ciudad fue un caos". Entre las personas que perdió también estuvieron su profesor y descubridor, Ernesto Villanueva y Félix Sordo (otro periodista importante de Televisa y la XEW).

Un mes después, Francisco Xavier tuvo que regresar para la misa luctuosa de Villanueva y ahí se reencontró con Ochoa, quien le reprochó el haber desaprovechado la oportunidad que se originó gracias al descubrimiento de su fallecido colaborador.

Regresó varias veces más a Hoy mismo y seis meses después, el cantante había volado a España para grabar su primer álbum al lado de Rafael Pérez Botija, arreglista y productor musical que también hizo famosos a otros artistas como José José, Rocío Dúrcal, Lucero.

Pese a tener éxitos en la música, decidió abandonar el medio debido al exceso de trabajo. En esta misma plática reconoce que su inexperiencia para manejarse en el medio, el no poner límites a personajes como Raúl Velasco que lo programó casi todos los fines de semana en Siempre en domingo lo agotaron mentalmente. Eso, sumado a su deseo de formar una familia, lo orillaron a dejar su carrera.

Francisco Xavier ha estado alejado del espectáculo y después buscó unas oportunidades en la política donde ha intentado ser gobernador de su natal Hidalgo sin mucho éxito.

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