Con franqueza, Sofía Castro admite: 'Me dolió más el divorcio de Enrique y de mi mamá, que el de mis papás'

Sofía Castro
Sofía Castro (@sofia_96castro)

Pocas veces Sofía Castro abre las puertas de su intimidad al público; sin embargo, como todos los invitados a La magia del caos, el podcast de Aislinn Derbez, la actriz se sinceró con la audiencia y habló, como nunca, de los momentos más complicados que le han tocado enfrentar. Para sorpresa de todos, la hija mayor de Angélica Rivera y José Alberto Castro, admitió que el divorcio de su mamá con el expresidente, Enrique Peña Nieto, fue un suceso que marcó su vida y del que le costó trabajo reponerse, debido al cariño que le tenía al político a quien, a lo largo de la década que duró su matrimonio, lo llegó a ver como un padre. Por primera ocasión, la actriz contó reveló cómo le afectó aquella ruptura en la que se tuvo que convertir en la fuerza de su mamá, a pesar de su propia tristeza.

Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto en un viaje oficial por España en 2018
Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto en un viaje oficial por España en 2018 (Paolo Blocco)

Para la actriz, recordar el 2019 es muy complicado, debido a la vorágine de acontecimientos que provocó el divorcio de Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto, un proceso que ella vivió frente a los reflectores: "Como yo era la más expuesta de la familia, era a la que peor le iba, sí me tundieron con todo", aseguró. Más allá del revuelo mediático que esta situación provocó, Sofía estaba lidiando con sus propios sentimientos: "Cuando vino el divorcio de mi mamá, vino otro pico para abajo muy fuerte, porque me dolió mucho", admitió la actriz.

El sentimiento de perder a un padre

Por primera ocasión, la actriz reconoció que la separación de su mamá le provocó una herida muy profunda: "Creo que esto nunca lo he dicho, pero me dolió más el divorcio de Enrique y de mi mamá que el de mis papás", dijo tajante. La actriz explicó que, en el caso de sus padres, nunca sintió miedo de perder a uno de los dos; sin embargo, en la ruptura con Peña Nieto, sabía que él se alejaría de su vida. "Sabíamos que nunca íbamos a perder a mi papá, pero cuando viene lo de Enrique, de cómo pasó, fue de: ‘Ya lo perdí a él’ y yo sí tenía una buena relación con él, yo a él lo quise muchísimo, como un papá", explicó.

A pesar de su propio dolor, Sofía bloqueó su sentir y se convirtió en la fortaleza de 'La Gaviota': "Toda la gente dice: ‘Ay si, un contrato y no sé qué’ y ¿todo el cariño de familia?, lo que viví con él, lo que él me dio, para mí sí fue un papá y el perderlo fue muy fuerte, porque, a parte, yo no podía llorar, porque tenía que estar con mi mamá y con mis hermanas. Siempre, desde muy chica, desde que mis papás se divorciaron yo tomé un rol de ser la mayor, pero muy mayor y de repente ser un esposo para mi mamá y una esposa para mi papá", aseguró.

Sofía Castro con Angélica Rivera
Sofía Castro con Angélica Rivera

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El principal apoyo de su mamá tras la ruptura

En aquella época, Sofía recuerda que el acoso en redes sociales se intensificó y, en varias ocasiones, asumió ser quien daba la cara por su familia ante los medios: "Cuando salieron las fotos, yo no podía bajarme del camper, porque tenía a 30 personas prensa a fuera, como que siempre me agarraron de la vocera de la familia. Recuerdo que ese día me cancelaron el llamado", contó la actriz sobre aquel día en que las imágenes de Enrique Peña Nieto y Tania Ruiz en Madrid, le dieron la vuelta al mundo.

Angélica Rivera y Sofía Castro
Angélica Rivera y Sofía Castro

Aunque su dolor era mucho, en aquel momento, su prioridad era apoyar incondicionalmente a su mamá, para quien la separación fue un golpe mucho más duro: "Cuando pasa lo de mi mamá yo no me permití llorar, me dolió muchísimo, me rompió. Mi mamá sí la pasó muy mal, obviamente verla tan rota, porque yo a mi mamá, en febrero del 2019, la vi rota, ¿qué haces?, tienes que sacarla, entonces me puse en modo supervivencia", recordó. Aunque intentó bloquearse, el divorcio fue un tema que inevitablemente tuvo que trabajar en terapia: "Yo nunca me permití vivir ese duelo. Se me vinieron 12 años de mi vida en cuatro meses", explicó, recordando aquella época en la que la vida de su familia dio un giro inesperado.