Furor en Netflix Argentina: la película estrenada hace 10 años, basada en hechos reales y con Nicolas Cage como protagonista
Esta semana, Netflix sumó a su catálogo de películas una producción que cuenta con la actuación de Nicolas Cage y que en pocas horas se volvió tendencia. Se trata de Bajo Cero, la cual se estrenó en 2013, pero que desde el desembarco en la plataforma, ganó preponderancia y se ubicó entre las más vistas. La historia está basada en hechos reales y tiene como escenario el paisaje nevado de Alaska.
La cinta fue dirigida por Scott Walker y relata la ardua investigación del policía Jack Halcombe -interpretado por Cage- en medio de una ola de asesinatos a mujeres (17) que aterra a un pequeño poblado en el interior del estado. A partir del testimonio de la primera víctima que alcanzó a sobrevivir, iniciará una carrera a contratiempo para descubrir quién está detrás de todos estos crímenes.
Historia real de Bajo cero
Al principio de la película, se muestra a un camionero que se topa en el medio de la ruta con una mujer lastimada y con las manos atadas. Según ella, fue violentada por un hombre, que previamente la raptó y la transportó hasta las afueras de la ciudad para matarla. Gracias a un momento de descuido, logró escapar.
Este fue el puntapié inicial, tanto en el film como en la vida real, que desencadenó la búsqueda del presunto asesino encubierto en la vida de un panadero y ciudadano medio; con dos hijos y una esposa.
Robert Hansen -interpretado por John Cusack- nació en Iowa, en 1939, en el seno de una familia estricta, en donde su padre, un pastelero reconocido en el pueblo, lo obligaba a trabajar con él bajo un maltrato constante. Debido a esto, desarrolló una personalidad fría y distante. Sin embargo, esto no le impidió conocer a su esposa y formar una familia. Luego de una boda de ensueño, en 1966 se mudaron a Anchorage, Alaska, y allí abrieron una panadería que se consolidó como la favorita de todos.
Cinco años después de su llegada, comenzaron a desaparecer mujeres de formas extrañas, ya que el agresor cometía cada delito con suma cautela. Además, las víctimas de este caso tampoco levantaban demasiado revuelo, debido a que se trataban de prostitutas.
Tras el testimonio de la sobreviviente, es que Jack Halcombe comenzó a perseguir cada uno de los movimientos del implicado, incluso puso en práctica diferentes técnicas arriesgadas para que Hansen “pisara el palito”.
Cindy Paulson fue su última víctima. El 13 de junio de 1983, denunció ante las fuerzas policiales que un hombre la había secuestrado y violado en su propiedad. Luego, la subió nuevamente al auto y la llevó al bosque, lugar en el que guardaba una avioneta. En medio de los preparativos para subirla, ella logró escapar. Gracias a esta aeronave, Halcombe descubrió que Hansen era su propietario y de inmediato lo puso bajo arresto.
Ese mismo año descubrieron varios cadáveres enterrados en la periferia del pueblo, lo que incriminó más aún al panadero. Incluso, las joyas de las víctimas en el altillo de su casa, fueron las pruebas fehacientes para que la Justicia lo declarara culpable de al menos cuatro asesinatos, número de crímenes que él mismo reconoció. El tribunal lo sentenció a 461 años de cárcel sin posibilidad de libertad condicional. En 2014 murió en prisión a los 75 años.