Nadie los quiere: ‘Game of Thrones’ y los 12 personajes más insoportables de la serie

Desde su primer episodio, ‘Game of Thrones’ construyó un universo donde la línea entre lo amado y lo odiado se desdibujaba con facilidad. En un mundo de traiciones, ambiciones desmedidas y finales trágicos, los personajes de la serie provocaron amores eternos y odios inquebrantables. Algunos, sin embargo, se destacaron no por su valentía o su maldad, sino por lo insoportables que eran. A continuación, repasamos a los doce personajes que hicieron crujir los dientes de la audiencia.

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Lisa Arryn: la madre histérica de Valle

Si la locura tuviera un rostro, sería el de Lisa Arryn. Su amor enfermizo por su hijo Robin y su incapacidad para gobernar el Valle hicieron de ella una figura patética. Esa risa chillona y su manía persecutoria la convirtieron en una de las más insoportables. Su caída por la Puerta de la Luna fue casi poética.

Bran Stark: el cuervo aburrido

De niño soñador a omnisciente apático, la transformación de Bran fue tan radical como desesperante. Su insistente “yo ya lo sabía” y su inexpresividad lo hicieron un protagonista tedioso. Que terminara en el trono fue la última bofetada a quienes esperaban un desenlace mejor.

Lyanna Mormont: la niña comandante que irritaba a los fans

Valiente, feroz y pequeña, Lyanna Mormont se ganó respeto, pero también fastidio. Su constante tono de superioridad y la forma en que ridiculizaba a hombres con experiencia la hacían parecer escrita para provocar aplausos fáciles. Al final, su sacrificio fue heroico, pero su presencia en batalla no parecía justificable, al menos no para una niña de su edad.

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Olly: el niño traidor

En un mundo donde la lealtad se pagaba con sangre, Olly eligió la traición. Su odio lo llevó a asesinar a Jon Snow, convirtiéndolo en uno de los personajes más aborrecidos. Aunque el Lord Comandante lamentó su muerte, lo cierto es que bastantes fans quedaron conformes con el final del personaje.

Shae: la amante que traicionó con crueldad

Shae pudo haber sido la única persona que amó a Tyrion, pero su egoísmo la llevó a traicionarlo de la peor manera. Su testimonio en el juicio fue una daga en el corazón del espectador. Su destino en manos de Tyrion fue inevitable y, para muchos, merecido.

Robin Arryn: el niño mimado del Valle

El niño mimado, débil y consentido que seguía amamantándose a los diez años. Robin Arryn encarnaba el tipo de nobleza patética que ‘Game of Thrones’ tanto despreciaba. Cuando por fin desapareció de escena, nadie lo extrañó. Regresó en la temporada final con un cambio inesperado.

Viserys Targaryen: el rey sin corona

Viserys creía ser un dragón, pero se comportaba como un niño caprichoso. Su arrogancia y su crueldad hacia Daenerys lo hicieron fácil de odiar. Cuando Khal Drogo lo coronó con oro fundido, su destino se sintió como justicia poética.

Las serpientes de arena: las guerreras que decepcionaron

Las hijas de Oberyn Martell prometían ser letales, pero resultaron ser un desastre. Sus diálogos forzados y sus peleas ridículas las convirtieron en una de las mayores decepciones de la serie. Cuando fueron eliminadas, nadie derramó una lágrima.

Daenerys Targaryen: la reina que se volvió tirana

La Madre de Dragones inspiró durante temporadas, pero su transformación en una dictadora insensible fue difícil de aceptar. Su caída en la locura la hizo insoportable y su destino en manos de Jon Snow fue el cierre de un arco que muchos consideraron mal ejecutado.

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Jon Snow: el héroe de pocas palabras

El héroe trágico que repitió “no lo quiero” tantas veces que perdió su impacto. Jon Snow tenía la historia de un rey, pero el carisma de una roca. Su final, exiliado al Norte, fue tan insatisfactorio como su insistente negación del trono.

Euron Greyjoy: el villano sin sentido

Euron llegó con la promesa de ser un gran antagonista, pero terminó siendo una caricatura. Su falta de desarrollo y su actitud burlona lo convirtieron en un personaje sin peso. Su muerte fue un eco de su presencia en la serie: irrelevante.

Joffrey Baratheon: el rey más odiado

Si hubo un personaje que unió a la audiencia en su desprecio, fue Joffrey. Cruel, sádico y cobarde, se ganó el odio de todos desde el inicio. Su muerte por envenenamiento fue una de las escenas más satisfactorias de toda la serie.

Estos personajes dejaron su marca en ‘Game of Thrones’, algunos por su insoportable arrogancia, otros por decisiones cuestionables. Lo cierto es que, a su manera, contribuyeron a hacer de la serie el fenómeno cultural que fue. Aunque nadie los quiera, su legado en el mundo de Westeros es innegable. Aunque la mayoría murió, algunos fans tienen la esperanza de ver los sobrevivientes en la película de ‘Game of Thrones’ confirmada por HBO hace unos meses.

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