El universo de Gary Cooper: el galán mujeriego de Hollywood
Un nuevo libro sobre Gary Cooper acaba de salir al mercado y cuenta con un prólogo muy especial, el de su hija María. En sus páginas encontramos los amoríos del galán por excelencia de Hollywood.
La época de los grandes estudios, de los galanes que cautivaban y de las rubias con ondas al agua es el Hollywood dorado. Pedacitos de la historia del cine y de sus grandes mitos siguen vivos gracias a libros, fotografías y, sobre todo, películas en blanco y negro.
En el libro “El universo de Gary Cooper” se recoge la extensa filmografía de un galán en la gran pantalla y un hombre infiel fuera de ella. Su propia hija, María Cooper, ha participado en esta obra que es, con diferencia, la más extensa y completa sobre el actor traducida al castellano.
Gary Cooper nación en 1901 en Montana, sus dotes para la interpretación siempre estuvieron presentes aunque él nunca se consideró actor y, entre casualidades y causalidades, aterrizó en el Hollywood dorado convirtiéndose en uno de sus grandes protagonistas.
De él se ha escrito que era incapaz de trabajar con actrices sin liarse con ellas, que recordaba más a las mujeres que los propios guiones que interpretaba y que, en ocasiones, cuando no le gustaban las frases de su personaje, fingía olvidarlas para poder modificarlas a su antojo.
Su esposa y madre de su única hija fue Verónica Balfe. Ella era conocedora de las populares infidelidades de Gary pero, quizá por presión en aquella época, aguantó a su lado y crió a la hija de ambos no sin dolor y quebraderos de cabeza.
Su hija María escribe en el prólogo que es un tributo a la figura de su padre: “Era un hombre amistoso con todo el mundo, menos con los falsos”. Además también explica que su padre adoraba las películas del oeste y que, por tradición familiar, también ella es fanática de los western.
El propio Gary Cooper le dio una enseñanza vital que María aplica a su vida diaria haciendo un paralelismo con las películas de vaqueros: “Recuerda que no hay caballo que no pueda ser montado, pero tampoco hay jinete que no pueda ser descabalgado”.
En lo sentimental, o más bien lo lujurioso, Gary Cooper se lió con Patricia Neal, creándose un escándalo que perjudicó un poco su imagen de galán impoluto pero con ciertos ‘escarceos’. También tuvo besos extra matrimoniales con Sara Montiel que ni siquiera hablaba inglés, pero poca falta le hizo para dejarse conquistar por Cooper.
También tuvo un romance con la mítica Ingrid Bergman con la que, además, se llevaba 15 años de diferencia aunque eso a ninguno de los dos les importó. Según los rumores, se comportaban como dos adolescentes enamorados y era un secreto a gritos que estaban liados, sin embargo, la esposa de Cooper, ni se pronunció al respecto.
Cooper vivió su corta vida intensamente y siendo libre sin pensar demasiado en el daño que provocaba en los demás pero, a pesar de ello, cuando falleció a los 60 años de un terrible cáncer, muchos lo sintieron y todavía hoy lo sienten.
En el citado libro, su hija María recuerda que él bromeaba sobre su enfermedad y que nunca jamás emitió una queja. Así el galán que jamás se definió como actor, bromeaba con la muerte justo en el momento en que, según decía riendo, le estaba cogiendo el tranquillo a esto de actuar.
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