Gary Numan se arrepiente de haberse retirado a los 23 años

Gary Numan credit:Bang Showbiz
Gary Numan credit:Bang Showbiz

A finales de 1980, Gary Numan tenía un nivel de superestrella que, para jóvenes de clase trabajadora como él, parecía tan inalcanzable "como aterrizar en la luna". Con los álbumes 'Replicas', 'The Pleasure Principle' y 'Telekon', su banda, Tubeway Army, y él se habían disparado al número 1. Sin embargo, no estaba preparado para la fama.

A los 23 años, los problemas de interacción social, las solicitudes constantes de entrevistas, la intrusión fuera de su casa, la cobertura constante de la prensa e, incluso, amenazas de muerte, fueron insoportables para el músico, quien finalmente anunció su "despedida" con un concierto en el Wembley Arena en 1981, que se amplió a tres noches debido a la gran demanda del público.

Ahora, al hacer un recuento de lo vivido, Gary Numan ha afirmado a la revista Big Issue que dejar las presentaciones en vivo en medio de su éxito mundial, será siempre uno de sus mayores remordimientos.

"Es fácil mirar todos los errores que has cometido y desear volver atrás y arreglarlos. Pero los errores dan forma a la vida que tienes ahora. Así que si vuelves atrás y los arreglas, la trayectoria de tu vida puede cambiar. Cometí errores muy grandes: retirarme en Wembley es el más obvio".

Y es que la estrella de 64 años sólo quería volver a hacer música y sentirse como antes de que la fama llegara a su vida: "El error fue hacerlo público. Debería haber dejado de hacer giras en silencio y nadie se habría dado cuenta. En cambio, molesté a todos y destruí mi carrera".

Pero Gary ha admitido que también ha cometido errores en su vida personal: "Hay cosas muy importantes que desearía no haber dicho nunca, gente a la que he hecho daño y de la que me arrepiento enormemente, y sin duda la forma en que defraudé a mi madre y a mi padre en la escuela. Pero he vivido la vida que tengo gracias a esos errores".

El intérprete de 'Cars' también ha revelado que luchó contra la fama y el impacto que ésta tuvo en su vida de múltiples formas.

"Hay otro lado de la fama que llega tan rápido [como el éxito] y es igual de enorme. Es mucho más difícil de afrontar, pero hay que fingir que no lo es porque estropea la imagen de que el éxito es genial. A algunas personas les encanta y prosperan en él, como si estuvieran hechas para ser famosas. Algunos se drogan y beben y otros incluso mueren. Y otros son como yo, que piensan que la fama es genial, pero no pueden vivir todo lo que conlleva".

Finalmente, el artista británico ha dicho que le costó mucho trabajo tomar "el camino de vuelta" a la música. "En 2013 llegué al número 20. El álbum siguiente llegó al número dos y el más reciente fue el número dos. En 1994 ni siquiera tenía un contrato discográfico. Literalmente, no podía regalar entradas para los conciertos".