“Gracias a dios por el #MeToo”: Pamela Anderson se retracta luego de criticar el movimiento
2017 fue un año crucial para Hollywood, pues en octubre se lanzaron reportajes de los abusos cometidos por el productor Harvey Weinstein, uno de los hombres más poderosos de la industria, y a partir de ese momento comenzaron a aparecer más testimonios de abuso y acoso cometidos por celebridades del medio. Sin embargo, algunas actrices no estuvieron del todo de acuerdo con el movimiento #MeToo, y una de ellas fue la canadiense Pamela Anderson.
También te puede interesar: Pamela Anderson ahora defiende a Tim Allen después de decir que la acosó en el set de Mejorando la casa
Este último año Anderson ha vuelto a estar en los titulares y las noticias debido a la polémica serie Pam y Tommy (89%), protagonizada por Lily James y Sebastian Stan, pero ahora ella ha dado su versión de la historia en el documental de Netflix, Pamela Anderson: Una historia de amor (93%). En 2017, al ser cuestionada sobre el movimiento #MeToo por Megyn Kelly, la actriz hizo una declaración polémica (via Uproxx):
Era de conocimiento común que ciertos productores o ciertas personas en Hollywood son personas a evitar, en privado. Sabes en lo que te estás metiendo si vas sola a una habitación de hotel.
Sus palabras no fueron bien recibidas, sobre todo porque las víctimas estaban teniendo una oportunidad valiosa para contar sus experiencias y señalar a sus abusadores. En una nueva entrevista con Ronan Farrow (uno de los periodistas que destaparon los crímenes de Harvey Weinstein) la actriz de Guardianes de la Bahía aparentemente reafirmó su postura sobre el #MeToo, al sugerir que la culpa es de las mujeres que se pusieron en situación de riesgo con personas peligrosas:
También lee: Pamela Anderson dice que los creadores de Pam y Tommy le deben una disculpa
Mi madre me decía —y creo que este es el tipo de feminismo con el que crecí— se necesitan dos para bailar tango. Créeme, he estado en muchas situaciones en las que es como, 'Ven aquí, chiquita, siéntate en la cama'. Pero mi mamá decía: 'Si alguien abre la puerta con una bata de hotel y vas por una entrevista, no entres. Pero si entras, consigue el trabajo’.
Pero luego ella misma admitió que no era un buen consejo para dar a las mujeres:
Eso es algo horrible de decir, pero así era yo. Patiné sobre los bordes de la destrucción, sólo que tenía este sentido de valoración y autoestima. Pero creo que mucha gente no tiene eso o no se lo enseñaron. Gracias a dios por el movimiento #MeToo porque las cosas han cambiado y la gente es mucho más cuidadosa y respetuosa.
El #MeToo no ha estado libre de controversias; un ejemplo es el de la actriz Asia Argento, quien acusó a Harvey Weinstein de haber abusado de ella, y se convirtió en uno de los rostros del movimiento, pero luego fue acusada de haber tenido relaciones sexuales con un menor de 17 años. También se han reportado casos de acusaciones falsas, como las que se dirigieron a Morgan Freeman, o como las que hizo Amber Heard contra Johnny Depp. Sin embargo, eso no basta para ignorar o desacreditar todo lo que se ha ayudado a las víctimas de abuso en los últimos años. Los poderosos de Hollywood ahora tienen mucho cuidado con pedir sexo a cambio de dar trabajo, pues se juegan su reputación y sus puestos.
La primera respuesta de Anderson al #MeToo fue el de muchas personas, decir que las víctimas tuvieron la culpa por haberse puesto en situación de riesgo y por no levantar la voz, pero la realidad es que aquellos en posiciones de poder siempre tuvieron muchas ventajas y opciones para callar las acusaciones, y en Hollywood la mayoría de la gente sabía que Weinstein era un violador, y no fue hasta que el movimiento puso en jaque a los depredadores sexuales, que no se comenzó a hacer justicia.
No te vayas sin leer: Lily James asegura que perdió muchos trabajos por interpretar a Pamela Anderson