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Gracias, Sasha, por alzar la voz por todas y no permitir que se normalice el abuso infantil

Sasha Sokol en una foto de archivo tomada en 2017.  | Victor Chavez/WireImage
Sasha Sokol en una foto de archivo tomada en 2017. | Victor Chavez/WireImage

En días pasados, un juzgado del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México condenó al famoso productor de Televisa de los años 80, Luis de Llano, “por daño moral” a la cantante mexicana Sasha Sokol. Para algunos esta demanda es injustificada porque ya pasaron muchos años, “una época donde era normal este tipo de relaciones”... pero, ¿por qué seguir normalizando en pleno 2023 el abuso sexual infantil? ¿por qué querer callar el testimonio y la valentía de Sasha? No es justo, su caso y su denuncia -muchos décadas después-, sin duda, sirven a otras víctimas para hacer saber que no están solas, pese al tiempo, pese al poder, pese a todo.

Tengo una hija y varias sobrinas, que están a nada de cumplir 14 años. Definitivamente, hoy en día no las veo salir con un tipo de 39 años; sin embargo, eso fue lo que ocurrió hace 38 cuando Sasha era una niña e integrante de Timbiriche y mantuvo “una relación de pareja” en circunstancias totalmente inequiparables con su productor, uno de los más influyentes de México.

Sasha logró ponerle nombre y apellido a su victimario

Luego de escuchar por décadas cómo Luis de Llano buscaba justificar su relación en diversas entrevistas, hubo una con Yordi Rosado el año pasado, con la cual Sasha decidió romper el silencio. La cantante, compositora y actriz señaló con nombre y apellido a su agresor.

Asimismo, interpuso una demanda , la cual ganó por daño moral al acreditar que la relación iniciada por él cuando ella tenía 14 años “fue ilícita y asimétrica por la diferencia de edad y el rol jerárquico que ejercía”.

Luego de la sentencia, Sasha señaló en una entrevista al diario español “El País” que está convencida que es mejor hablar que quedarse callada y hacer como que esto no pasa. “Llevo 40 años haciendo entrevistas; pero este caso es tan íntimo y doloroso que resulta particularmente incómodo”. Agregó, que ojalá sirva para visibilizar este problema y prevenir el abuso de otros menores.

Al ser cuestionada el porqué decidió hablar luego de 38 años de silencio, respondió que ella tenía “normalizada esta relación por el nivel de manipulación y grooming que viví… Como otras víctimas de abuso sistemático, tardé mucho tiempo en tomar conciencia sobre lo que viví… Llevo décadas en terapia… en todas las situaciones defendía a Luis ya que él me había dicho frases como: …Tú eres una niña tan seductora que yo no pude hacer nada. Y así a los 14 años yo lo creí”. Agregó que le hizo creer que era su culpa. “Yo oía a la gente cuchicheando sobre mí, en cambio nunca oí a nadie que lo cuestionara a él. Esto reforfazaba la idea de que yo era culpable. Resulta cruel que los cuestionamientos siempre se dirigen a la víctima, el típico: ´tú traías falda corta´, ´dónde andabas´, ´seguro lo provocaste´”.

Sasha indicó que por años escuchó las entrevistas del productor y las mentiras sobre el alcance de la “relación” -que había durado solo semanas, que tenía 17 años, que la familia estaba al tanto-, “puras mentiras”, señaló. Agregó que toda esa manipulación se acabó cuando vio un fragmento de la entrevista de Yordi Rosado y se hizo “consciente de la magnitud de lo que podría suceder al hacerlo público”.

La intérprete de “Rueda tu mente” ha sido cuestionada y revictimizada hasta el cansancio por el papel que desempeñaron sus familiares o por qué no lo demandó antes; sin embargo, la cantante indicó al diario español que dos años después de que iniciara la relación lo comentó a su familia “y ahí es cuando mi mamá y mi papá se enteran… e inmediatamente me sacan de Timbiriche y me mandan al extranjero. Pero todo el año que estuve fuera, la relación siguió a escondidas de mis papás. Luis fue muchas veces a Estados Unidos a verme y a diario hablábamos por teléfono… Y la gente opina y pregunta: ´¿Dónde estaban los papás?´, pues estaban engañados y confiando en un señor que era nuestro productor y que supuestamente nos cuidaba y protegía”. El mismo productor en la entrevista de Yordi indicó que la mamá en algún momento dijo que ya no quería que Sasha fuera a su casa “y dejó de venir”. Asimismo, Sasha solo demandó por daño moral porque su “causa penal prescribió hace muchos años. Yo tenía que haberme dado cuenta dos años después de que la relación terminó y haberlo denunciado, o sea, antes de cumplir 19. Yo me pregunto, si el dolor no prescribe, ¿por qué prescribe la ley?”.

Realmente, toco madera para nunca vivir esa situación con mi hija, pero sí me cuestiono y en ocasiones me aterro cuando las madres y padres depositamos toda la confianza al colegio, en los centros de sus actividades extracurriculares. Definitivamente, en una situación de abuso infantil en estos centros se debe condenar a los adultos no a los menores de edad. Ellos/ellas no son los responsables.

Sasha Sokol es una inspiración para muchas mujeres. Su ejemplo impulsa a otras víctimas para denunciar porque se requiere de mucho valor para acusar a un abusador en México, país en el que cada año 5.4 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de abuso. Asimismo, de cada mil casos, solo 100 se denuncian y de estos solo 10% ante un juez, de los cuales el 1% recibe una sentencia condenatoria.

Gracias Sasha… porque compartiste tu dolor y te expusiste al escrutinio de un país en el que la seguridad de la mujer sigue siendo un tema pendiente hasta en su propia casa… Sasha lograste nombrar a tu victimario: “Luis de Ya No. Basta”. Lo hiciste por todas, por mis hijas, mis sobrinas, mis hermanas, mis amigas, mis tías, mis compañeras de trabajo y sin duda tu voz e historia servirán para que México deje de ser uno de los países con más abuso infantil. Concuerdo en tu tuit en el que indicas que “Todas las víctimas merecen ser tratadas con respeto. Todos los abusadores deben ser juzgados implacablemente", ¡sí, implacablemente!

¡No al abuso infantil!

¡No a su normalización!

¡No a la revictimización!

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Karina López es egresada de Comunicación Social de la UAM Xochimilco, con maestría en Periodismo Digital vía tesis en periodismo con perspectiva de género en la Universidad de Guadalajara y una segunda maestría en Verificación, Fact-checking y periodismo de datos en la Universidad CEU San Pablo​ de Madrid con tesis sobre desinformación e Inteligencia Artificial. Su cuenta en Twitter: @yesyeska

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