Yahoo Estilo Guantes largos: así se lleva el accesorio más clásico de la moda
Si eres de las que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor -al menos en cuestión de moda-, esta temporada parece que las grandes firmas han dado en el clavo contigo. Después de unos años en los que se ha impuesto el estilo urbano y el feísmo ha ganado la partida por goleada, la industria vuelve a echar la vista atrás para tratar de recuperar poco a poco el espíritu de elegancia que dominaba el siglo pasado. Y lo está haciendo a través de símbolos que todos identificamos con la belleza y la sofisticación como son, por ejemplo, los guantes largos.
Si pensabas que eso era algo que solo se utilizaba en el vestuario de las películas protagonizadas por Audrey Hepburn o Rita Hayworth -¡cómo olvidar a Holly Golightly desayunando su croissant frente al escaparate de la joyería Tiffany o el mítico baile de Gilda!- estabas muy equivocada. Este aburguesado complemento no solo no es exclusivo del mundo del cine porque fue básico en la indumentaria femenina de décadas como la de las 50 sino que ha regresado con más fuerza que nunca al 2020.
Parece que los principales nombres de la industria de la moda se han puesto de acuerdo en apostar por él en sus colecciones y prácticamente no se vio desfile el pasado mes de marzo en el que no hubiera al menos un look en el que aparecieran un par de guantes largos.
Los vimos entre las propuestas de, por ejemplo, Valentino, Giambattista Valli o Rodarte, y en todas el foco estaba puesto en estos accesorios que cubren las manos y los antebrazos hasta llegar al codo como guinda perfecta a un estilismo de vestidos de fiesta propios de cualquier alfombra roja.
La pregunta entonces es clara, ¿cómo podemos incorporar esta tendencia a nuestro día a día? Pues, sinceramente, no es nada fácil. Desgraciadamente ninguna de nosotras hemos sido citadas a desfilar por ninguna alfombra roja -sirvan de ejemplo los looks de Zoe Kravitz en los SAG o Lady Gaga en los Oscar enfundadas en un par de llamativos guantes XL-, pero seguro que sí que tenemos algún evento en el que podamos sacar a relucir nuestro lado más exclusivo.
Aunque siempre se puede apostar por ellos en su versión más desenfadada -los hay de lana clásicos que simplemente ganan unos centímetros en su largo para volverse más especiales- lo mejor es hacerse con los de tejidos más delicados y esperar la mejor ocasión. Una boda es el mejor contexto en el que puedes aplicar su uso, ya sea esta de día o de noche, porque acompañarán de miedo un bonito vestido y no tendrás que preocuparte por si desentona o no la elección.
Sobre todo porque no hay reglas y tan válida es la opción del total look que juegue a combinar vestido y guantes como la que decide poner énfasis en el color de los accesorios para que hagan gala de su protagonismo. En cualquier caso la fórmula funciona y no hay más que darle una oportunidad en el próximo evento al que hayas sido invitada para comprobarlo.
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