Yahoo Estilo Guillermo del Toro lamenta una decepcionante noticia sobre el futuro de la animación en Hollywood
El año pasado Guillermo del Toro presentó su primera película animada (o al menos la primera escrita y dirigida por él, pues ya había producido varias cintas de este tipo), una nueva adaptación de Pinocho en stop-motion, que tomó bastantes libertades con respecto al material original. Durante la promoción de la cinta, el cineasta mexicano recalcó el valor de la animación como arte y la importancia de que historias maduras se cuenten a través de ese medio, pero en algunos estudios de Hollywood los planes a futuro no contemplan producir obras originales, y eso es algo que Del Toro lamenta.
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La decisión es comprensible en cierta medida, desde un punto de vista puramente económico. En 2019 Pixar anunció que a partir de ese año en adelante se enfocarían en hacer películas originales y ya no en secuelas de sus clásicos, pero el fracaso de Lightyear (83%) y la tibia recepción que tuvo Elementos (70%) parecen haber hecho que Disney tomara cartas en el asunto. Entre 2022 y 2023 se anunció una nueva tanda de secuelas para Intensa Mente (98%), Toy Story 4 (96%), Zootopia (98%) y Frozen 2 (80%). Para la industria es importante el éxito en taquilla, no obstante, dejar de lado las producciones originales es una auténtica traición al arte cinematográfico.
Además de que Del Toro presentó Pinocho de Guillermo del Toro (96%) el año pasado en cines selectos y en Netflix, este año asistió al Festival Annecy y elogió a Spider-Man: A Través del Spider-Verso (92%), Super Mario Bros. La Película (75%), y Tortugas Ninja: Caos mutante, y comentó: “la animación para mí es la forma más pura de arte, y ha sido secuestrada por un grupo de bullies. Tenemos que rescatarlo”. Ahora podemos imaginar lo que sintió al leer la siguiente noticia:
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El CEO de Paramount, Brian Robbins, dice que se dejarán de lanzar películas animadas originales en los cines y, en cambio, se centrarán en las propiedades intelectuales. ‘No vamos a lanzar una película animada original costosa y mientras rezamos para que la gente vaya a verla’.
La reacción del cineasta fueron dos palabras: “Dear Lord" (Santo dios).
Dear Lord- https://t.co/QJcgzRNh7A
— Guillermo del Toro (@RealGDT) July 26, 2023
Sería iluso creer que el sentir del CEO de Paramount es algo extraordinario. En Disney algunas de sus producciones originales como Un Mundo Extraño (52%) les costaron millones en pérdidas, por lo que su nuevo enfoque en propiedades exitosas es la respuesta lógica a esos fracasos.
A pesar de eso, no debemos olvidar que la animación sigue prosperando más allá de Hollywood. Tan sólo en América Latina hay muchos animadores talentosos que a través de cortometrajes exploran formas diferentes de contar historias, y en Europa hay una industria que de vez en cuando tiene éxito en cines o streaming, con cintas como El Principito (93%), La Vida de Calabacín (98%) o I Lost My Body (90%), entre otras. Y no podemos olvidar que en Japón el cine animado tiene gran presencia, y a pesar de las polémicas por la explotación laboral, siguen produciendo obras de calidad y de gran alcance comercial.
El cine de animación tiene sus orígenes desde los inicios del séptimo arte, con el cortometraje de Émile Cohl, Fantasmagorie, en 1908. Disney revolucionó la industria con Blancanieves y los Siete Enanos (98%) en 1937, el primer largometraje de animación. Las décadas posteriores vieron la expansión de los estudios y la diversificación de estilos, como el anime japonés. En los años 90, Pixar introdujo la animación por ordenador con Toy Story (100%). Desde entonces, la animación digital ha dominado la industria, con empresas como Dreamworks y Illumination que producen películas de gran éxito. Hoy en día, la animación abarca una variedad de estilos y técnicas, desde el 2D tradicional y el stop-motion hasta el 3D y el uso de la realidad virtual, ofreciendo una diversidad de narrativas y expresiones artísticas para todas las edades.
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