¿Gustar o gustarte? Cómo y dónde aplicarte el perfume según cuál sea tu objetivo
"El perfume es algo muy personal, una manera de comunicar invisible para los ojos, pero inmediatamente perceptible", comienza diciendo Odile Gonzalez-Colaço, retail education director de Prada Beauty. María Dionisio, del equipo de formación de DKNY Beauty España, asegura además que "la forma en que aplicamos el perfume y las zonas del cuerpo que elegimos para hacerlo tienen un impacto profundo en cómo percibimos la fragancia y cómo los demás la experimentan".
Por estas razones, dice, "más allá de la elección de la fragancia en sí misma, el acto de aplicarla es una danza íntima entre la esencia del perfume y la nuestra". Si quieres saber cómo y dónde aplicarte el perfume según el efecto que quieras provocar en ti y en el de enfrente, sigue leyendo.
¿Cómo aplicarte el perfume según tu objetivo?
"Cada persona tiene sus propios motivos para usar perfume, y estos deseos influyen en cómo y dónde lo aplicamos, ya sea para atraer, para sentirnos bien o para dejar una huella invisible, pero memorable", explica María Dionisio. Según esto, ¿cómo deberías aplicarte el perfume en función tu objetivo? De su mano, analizamos algunas posibles situaciones:
Para atraer a los demás: si lo que buscamos es dejar una huella memorable y cautivar la atención de quienes nos rodean, la aplicación estratégica del perfume se convierte en un arte. Elegir las zonas visibles y de mayor proyección asegura que nuestra fragancia nos acompañe con sutileza, pero con fuerza, dejando una impresión que no se olvida. Aplicaremos sobre las muñecas, el cuello, detrás delas orejas y en la parte interna de los codos y las rodillas, pues estos puntos emiten calor, lo que hace que la fragancia se libere de manera más intensa.
Para sentirse bien con una misma: para algunos, el perfume es un pequeño lujo personal, un toque invisible que tiene el poder de elevar el ánimo y envolverte en una sensación de bienestar. Es una forma de disfrutar de una fragancia que nos haga sentir especiales, como una caricia sensorial que nos conecta con nuestra propia esencia. Aplicar el perfume cerca de tu torso como el pecho o estómago, zonas donde el aroma se mantenga más cerca de ti, puede ser una forma más íntima de disfrutarlo y resulta menos evidente para los demás.
Para potenciar la perdurabilidad y longevidad de la fragancia: si lo que deseamos es que la fragancia perdure a lo largo del día, la clave está en saber dónde y cómo aplicarla. Zonas estratégicas, como los puntos de pulso, permiten que el aromase libere lentamente, asegurando que nos acompañe durante horas sin perder su intensidad. El calor de estas áreas activa las moléculas de la fragancia.
Para "pasar desapercibida": en ciertos momentos, lo que buscamos no es destacar, sino disfrutar de una fragancia sutil y delicada que solo aquellos más cercanos puedan percibir. Un toque ligero y bien dosificado crea una atmósfera íntima, casi personal, donde la fragancia se convierte en un secreto compartido solo con quienes están cerca. Evitar las zonas de calor intenso, usar menos cantidad y aplicar el perfume a una distancia mayor puede hacer que el aroma sea más suave y menos invasivo.
¿Dónde deberías ponértelo según lo que quieras conseguir?
Odile Gonzalez-Colaço asegura que, dependiendo de la estela que queramos dejar, podemos perfumar una o varias zonas hasta conseguir la amplitud de perfumado deseada: los lados del cuello, la cara interna de las muñecas, la cara interna de los codos…, incluso podemos perfumarnos la cara interna de las rodillas (un gestual muy sexy) si lo que queremos es dejar estela según caminamos. Según María Dionisio, "en el cuello, la zona detrás de las orejas, el pecho o las muñecas (donde el calor corporal se desprende con naturalidad), el perfume cobra vida de una manera mágica".
Será en esas zonas en las que tendrás que ponerte perfume si quieres dejar huella allá por donde pases, pero, si lo que quieres es lograr que los demás perciban tu aroma de forma sutil y discreta, según Odile, lo que puedes hacer es perfumar el forro de la chaqueta que vayas a llevar. Así perderemos el efecto que se produce al combinar la fragancia con tu propia piel, pero conseguirás ir ligeramente perfumada sin que llegue a ser embriagadora la sensación olfativa".
Para Odile, otra manera de perfumarse discretamente es aplicar la fragancia sobre un pañuelo que tengamos por casa y deslizarlo suavemente por nuestro cuello antes de salir, esto producirá un efecto “caricia de la fragancia”. Sin embargo, nos cuenta que, si lo que deseamos es conseguir que todo el mundo gire la cabeza a nuestro paso, "deberemos perfumarnos en cuantas más zonas de pulso mejor, incluso ayudar a la fijación de nuestra fragancia con una loción o crema corporal del mismo aroma, si estuviese disponible y en caso contrario con una loción de aroma neutro, ya que cuando la piel está bien hidratada, las fragancias fijan mucho mejor y conseguiremos una mayor estela y un efecto prolongado de nuestro aroma a lo largo del día o de la noche".
¿Para quién te perfumas?
En definitiva, la clave, según María, está en entender que la percepción de la fragancia cambia según el contexto, y aunque para ti mismo puede ser algo sutil y cercano, para los demás puede ser una experiencia mucho más envolvente y audaz. Así:
Si tu objetivo es gustar a los demás, puedes optar por una aplicación más generosa y visible, centrada en las zonas de mayor proyección, como el cuello o las muñecas, con notas más intensas.
Si tu objetivo es más personal y centrado en ti misma, puedes optar por una aplicación más discreta y en zonas menos evidentes, como el pecho o las partes internas de los codos usando fragancias cítricas o florales.
El del perfume es un universo maravilloso del que siempre quedan cosas por aprender.