Guy Ritchie no levanta cabeza y ahora le retrasan su ‘Rey Arturo’

¡Ay, Guy Ritchie, con lo que tú has sido! Tras el pinchazo que supuso, en taquilla y entre un sector de la crítica, Operación U.N.C.L.E., los seguidores del director de Snatch y Lock & Stock esperan como agua de mayo su regreso con una nueva versión de la leyenda del Rey Arturo. Anunciada para el verano del año que está a punto de estrenarse, ahora resulta que en Warner ha decidido que la espera se alargue unos meses más hasta febrero de 2017.

(Foto: Warner Bros.)

En Empire señalan, no sin razón, que todo se debe a una estrategia comercial. Al pasar el estreno de julio a febrero se ahorran tener que competir con títulos como Star Trek Beyond y Ice Age: Collision Course. La idea que tienen en Warner es repetir con Knights of the Roundtable: King Arthur el taquillazo que fue Kingsman, por aquello de que coincidirá con las vacaciones escolares al otro lado del charco y demás. Claro, que su competencia en febrero no será menos fuerte que en verano. Tendrá que vérselas con la tercera de Bad Boys y la siguiente de El corredor del laberinto.

La estrategia parece clara y más le vale al director que le funcione porque la mala fortuna lleva demasiado tiempo instalada en su casa y ya va siendo hora de recuperar a la mejor versión de Ritchie. Esa que sorprendió y divirtió a partes iguales con títulos como Snatch, Lock & Stock y RocknRolla y sus locos movimientos de cámara. Vale que al final (casi) todas sus películas eran la misma. Alguien pierde algo, otro alguien lo encuentra y muchos alguien lo buscan dando lugar a situaciones enrevesadas, cómicas y esperpénticas. Pero la fórmula funcionaba y a él le debemos escenas tan divertidas como el baile entre Gerard Butler y Tom Hardy o el haber convertido a Brad Pitt en un gitano al que era imposible entender cuando hablaba.

(Foto: © 2000 - Screen Gems)

Es difícil saber cuándo comenzó a esfumarse su tirón o si tuvo algo que ver su ruptura con Madonna –con la que ahora anda envuelto en feas batallas legales por la custodia de su hijo biológico–. La pareja se separó allá por 2008 y decir que desde entonces Ritchie no levanta cabeza no solo no es verídico, sino que, además, no es justo. Porque un año después de aquello, en 2009, estrenó Sherlock Holmes. Es cierto que no gustó a todo el mundo, pero hay que reconocer a Ritchie el mérito de haber hecho una película muy entretenida que funcionó económicamente. Tener a Robert Downey Jr. encabezando el reparto ayuda, y mucho, pero también hay que saber llevarle.

Y a los puristas que pusieron el grito en el cielo porque Sherlock, paradigma de la cultura británica, hablase con acento americano, ¿qué más da? Ni que fuese la primera vez que se hace algo así. Cosas más raras/peores se han visto en el cine. La primera funcionó. No así la segunda. Se había perdido el impacto rompedor de la original. Juego de sombras costó algo más de un tercio y recaudó poco más, unos 20 millones de dólares, a nivel mundial. En el primer fin de semana, ese que tanto miran en Estados Unidos, la segunda recaudó algo más de la mitad que la primera.

(Foto: Twitter)

Después de aquello estuvo cuatro años sin dirigir para reaparecer con un remake de una serie de espías para el que contó con dos guaperas como Henry Cavill y Armie Hammer. Unos aprobaron el resultado, otros no tanto y la taquilla americana le dio la espalda. Menuda racha la de Ritchie. Cuatro años esperándole para darle luego la espalda. Entonces se anunció que se apuntaba a eso de las leyendas artúricas y que fichaba a otro guapo, Charlie Hunnam, para convertirlo en el Rey que lo es tras sacar una espada de una piedra.

La historia promete, Ritchie tienen las herramientas para hacer un buen producto como antaño. No se le pide más que sea una película de aventuras divertida y con humor. Sabe hacerlo. Solo le falta recuperar la chispa que parece haberse apagado en él. El resultado se verá siete meses después de lo esperado, en febrero de 2017.