Tres hábitos que tienes que eliminar si ya tienes 50 años
CIUDAD DE MÉXICO, enero 4 (EL UNIVERSAL).- Llegar a los 50 años en buena forma física y mental es un objetivo para muchas personas. Sin embargo, mantener una vida saludable requiere más que una dieta equilibrada o ejercicio regular; también implica abandonar hábitos perjudiciales que, a esta edad, pueden tener un impacto significativo en la calidad y duración de vida.
A medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza, lo que dificulta la quema de calorías y facilita el aumento de peso. Abandonar una dieta equilibrada puede generar efectos visibles como la acumulación de grasa abdominal y la pérdida de masa muscular. Es crucial mantener una alimentación rica en vegetales, frutas, proteínas magras y grasas saludables para contrarrestar estos cambios.
El consumo de tabaco es una de las principales causas de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, la bronquitis crónica y problemas cardiovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud, dejar de fumar a cualquier edad mejora la salud, pero hacerlo después de los 50 es especialmente crucial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y otras complicaciones.
El consumo excesivo de alcohol puede acelerar el envejecimiento biológico y perjudicar órganos vitales como el hígado y el cerebro. Además, está relacionado con problemas de memoria, aprendizaje y debilitamiento del sistema inmunológico. Reducir o eliminar el consumo de alcohol es una decisión clave para prolongar una vida saludable.
El estrés crónico puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la respiración 4-4-4, ayuda a reducir la ansiedad y mejora la calidad de vida. Asimismo, la soledad y el aislamiento social incrementan el riesgo de depresión, demencia y Alzheimer. Mantener relaciones sociales sólidas y significativas es fundamental para un envejecimiento saludable.
Expertos en antienvejecimiento sugieren adoptar estrategias simples pero efectivas:
Aprender nuevas habilidades: actividades como estudiar un idioma o viajar estimulan la neuroplasticidad y mantienen el cerebro joven.
Realizar actividad aeróbica: caminar, nadar o practicar yoga mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades.
Adoptar el ayuno intermitente: esta práctica puede beneficiar tanto la salud física como la mental, promoviendo una mayor esperanza de vida.