Hablamos con Amaia Izar: de representar a España en Miss Mundo a crear su propia empresa de 'Home Staging'
En 2018 años conocimos a Amaia Izar tras alzarse con la corona de Miss World España. Por aquel entonces, la bella navarra tenía 21 años e irrumpió en la moda por la puerta grande, aunque ya había empezado a estudiar la carrera de Administración y Dirección de Empresas (ADE). Quién le iba a decir que finalmente ese sería su camino elegido y no el mundo de las pasarelas. Después de tanto tiempo, nos hemos reencontrado con Amaia para que nos cuente cómo ha cambiado su vida y que nos descubra un poco más sobre su gran pasión, el Home Staging, una técnica muy popular en el sector inmobiliario que la ha llevado a crear su propia empresa. "Me ha costado mucho, pero yo creo que es como todo en la vida. Hay que trabajar mucho, hay que tener mucha constancia y mucha paciencia", nos cuenta emocionada.
- Amaia, ¡cuánto tiempo! Cuéntanos, ¿qué has estado haciendo estos años?
Sí, la verdad es que han pasado unos años desde la última vez que hablamos. Durante estos años lo que he hecho ha sido básicamente aprovechar mucho el tiempo: terminar la carrera de Administración y Dirección de Empresas en la universidad y, después, decidí apostar por el emprendimiento. Pensar qué quería hacer, por qué lo quería hacer, cómo lo quería hacer, cómo enfocarlo, cómo ofrecer el servicio, cómo me iba a formar... Darle vuelta a todo eso es muy importante a la hora de apostar por un proyecto, además en solitario. En eso he invertido muchísimo tiempo y muchísima energía. Y luego también he estado viajando. El año pasado estuve en Asia y he aprovechado también para para salir un poco de mi zona de confort y ver las cosas un poco con distancia.
Muchos te conocieron al convertirte en Miss World España 2018, ¿cómo ha evolucionado tu carrera?
El certamen fue un antes y un después. La realidad es que yo soy una chica que vive en un pueblo de Navarra, en Aoiz, y sí que es verdad que estudié en Pamplona y gracias a eso pude descubrir, por ejemplo, la agencia donde empecé, 'Dejavu Models', pero claro, de pasar de trabajar en una zona tan local a irme a vivir a Madrid y representar a la marca en China, imagínate.... para mí fue algo muy grande. Aprendí mucho, conocí a mucha gente, pude entrar en una agencia muy guay de Madrid que se llama 'The Tribe Models' y que me consiguió trabajos con L'Oréal Paris o Maybelline, desfiles con diseñadores superconocidos, pude ir a eventos muy guays... En Madrid, además, pude conocer a un montón de gente que hasta el día de hoy me ha seguido inspirando. Así que esa fue un poco mi evolución, pasar de mi pueblo a a la capital. ¿Qué más voy a pedir? Estoy superagradecida y supercontenta.
Ahora has decidido dar un giro radical a tu vida
Sí, bueno, más que decidir dar un giro radical, yo siento que ha sido algo natural. Sí que es verdad que en mis planes no entra trabajar en el mundo de la moda, evidentemente, porque mis energías las tengo que centrar al 100% en mi proyecto. Entonces, claro, yo estoy liderando un proyecto en el que soy la única persona que hay detrás de todo, así que si además de trabajar en el mundo de la moda, tengo que trabajar en mi proyecto, estaría realmente haciéndolo a medias. El emprendimiento es algo difícil, algo que necesita mucho tiempo, mucho esfuerzo, mucha paciencia... El mundo de la moda fue una etapa en la que estuve 10 años, que no es poco, y ahora estoy en otra etapa muy diferente. Mi etapa en la moda fue muy bonita, la recuerdo muchísimo y estoy muy agradecida. Además, guardo relación con todo el mundo. Es algo que sigue estando en mi vida, aunque no trabaje en eso.
Estudiaste Administración y Dirección de Empresas, pero luego te enfocaste en el marketing inmobiliario
La carrera de ADE es muy completa y tiene muchísimas salidas, y una de ellas era el emprendimiento. Entonces conocí a una persona que se dedicaba al Home Staging aquí en Pamplona y me pareció algo superinnovador, superinteresante, algo que que en Navarra y el País Vasco no se estaba moviendo, que la gente no conocía y que realmente era un servicio que hacía falta. Así que decidí estudiar marketing inmobiliario y formarme para emprender en este sector y dar un servicio que aporte valor a esta comunidad. Luego también se suma el entorno que tengo, porque mis padres son emprendedores, mi hermano mayor es arquitecto en Taiwán... Todo lo que tiene que ver con el diseño y la creatividad, también lo he vivido desde muy pequeña en casa. Mi hermano tiene 14 años más que yo y esa diferencia de edad me ha permitido ver la carrera de mi hermano desde el principio. Entonces ha sido un poco todo la búsqueda del emprendimiento, el conocer una persona que ya hiciera el Home Staging y luego también el hecho de tener un entorno de emprendedores, que hace que salga más natural.
¿Te gusta más o te hace más feliz que la moda?
Pues la verdad es que ni más ni menos. No me hace ni más feliz ni menos feliz. Son cosas diferentes y además etapas muy diferentes de mi vida. Cuando yo era Miss World España y cuando era modelo, hacía trabajos increíbles, trabajos muy bonitos que hacían que creciera como persona. Y ahora pues hago otro tipo de trabajos, soy autónoma, tomo yo las decisiones, diseño mis propios proyectos... Es un trabajo muy diferente y me hace igual de feliz. Estoy encantada.
¿Hubo algún detonante para que tomaras la decisión de cambiar de rumbo?
Pues no hubo en realidad ningún detonante por el que dijera: 'Voy a dejar esto que estoy haciendo y me voy a dedicar a otra cosa'. En realidad, como te decía antes, ha sido un camino natural. Quizás sí que como detonante a pequeña escala podría decirte la pandemia porque, claro, todos tuvimos que meternos en casa, dejar de trabajar, estar aislados... y yo aproveché para retomar mi carrera en ADE y para intentar enfocarme en un camino. Pero no pasó algo que me disgustara un montón o que me sentara mal o no me agadara. Todo lo contrario. Nunca he tenido ninguna mala experiencia en el mundo de la moda, pero sí que es verdad que podría decir que a raíz de la pandemia mi mente se dirigió hacia otro camino y ese camino fue el emprendimiento, sin saber todavía qué iba a hacer exactamente. De hecho, cuando en la pandemia ya estaba enfocada en ADE, todavía seguía trabajando en moda porque era algo que me gustaba muchísimo y que disfrutaba. Y luego ya fue un proceso muy natural, así como muy despacito... y estoy contenta. Creo que la vida son etapas y me gusta que haya sido así también, que no haya tenido ninguna mala experiencia.
¿Qué es el 'Home Staging'?
Pues es muy curioso porque el Home Staging es una técnica que mucha gente confunde con el diseño de interiores y con la decoración de interiores. Y sí que es verdad que es de la misma rama, pero no tiene nada que ver, porque el Home Staging se utiliza como enfoque estratégico. Es marketing inmobiliario puro y duro para vender una vivienda que se va a poner a la venta o en alquiler, sacarle su máximo partido, venderla rápido y en un precio digno. Entonces, ¿cómo se hace? Pues haciendo una transformación sin obra a la vivienda en una o dos semanas con decoración de interiores, evidentemente. Pero mi objetivo no es hacer un proyecto de decoración para que la persona disfrute de la nueva propuesta estética, sino que mi objetivo es preparar la vivienda para que el que entre por la puerta se enamore de esa casa. Es una técnica que me parece muy interesante porque, además, las Homes Stagers tenemos un almacén, como si fuera Ikea. Yo tengo un almacén con muebles que yo he comprado y yo he montado, y cuando me llama un cliente para hacer un proyecto, yo cojo mi furgoneta de hacer las mudanzas, voy a mi almacén y digo: 'Vale, esta vivienda necesita esto, esto y esto'. Y cojo mantas, cojines, muebles, alfombras... todo lo necesario en cuanto a decoración y estilismo. Lo meto en la furgoneta, lo llevo al piso, monto el piso, lo dejo precioso, hago las fotos, dejo allí todo el proyecto para las visitas, la gente vea in situ el potencial de la vivienda y para que las fotos, sobre todo, coincidan con la realidad, y una vez la vivienda se ha vendido, yo cojo todo mi mobiliario y me lo llevo de vuelta a mi almacén y lo reutilizo en los siguientes proyectos. ¿Con esto qué conseguimos? En primer lugar, y algo muy importante para mí, la sostenibilidad, ya que constantemente estoy reutilizando el mobiliario en diferentes proyectos, y, además, la amortización es muy lenta, porque el mobiliario que utilizo no se deteriora. También, por ejemplo, el típico piso de herencia que están los muebles oscuros de madera, pues los pinto y les doy una segunda vida. En segundo lugar, que para el cliente es mucho más económico porque no tiene que comprar nada y lo único que tiene que hacer es pagar un servicio de alquiler de muebles.
¿Quiénes son tus principales clientes?
Principalmente particulares e inmobiliarias. No trabajo con grandes tenedores con 15 pisos o grandes empresas de inversión inmobiliaria. Yo trabajo, por ponerte un ejemplo, con la típica persona que tiene su vivienda habitual que ha pagado con el esfuerzo de su vida, y que por A, por B, por C la tiene que vender y lo quiere hacer en un precio digno. Cuando de 'precio digno', me refiero a que todas las viviendas tienen una horquilla en su valor de mercado. Entonces en el máximo de esa horquilla se podría situar un piso en el que se ha hecho un proyecto de Home Staging y se le ha dado un lavado de cara, se ha pintado, se han hecho las reparaciones, se han hecho mejoras... y al final se puede vender en su rango más alto. En cambio, en el otro lado estaría un piso que no lo han preparado, que no lo han limpiado, que tiene reparaciones para hacer, que no se ha pintado en cinco años... esa sería una vivienda que que está en la horquilla baja. Decir también que el Home Staging nunca hace que una vivienda se venda por encima de su precio. Todas las viviendas tienen un valor en un rango que va variando según su estado y el Home Staging hace que se venda en el rango máximo, pero nunca por encima.
¿Qué es lo que te aporta este trabajo?
Este trabajo me aporta muchas cosas, pero estoy segura de que me va a aportar todavía más, porque solo llevo un año y pico. Es un trabajo supercreativo, porque lo que tengo que hacer es entrar en una casa y darle la vuelta entera para poder comercializarla en un precio digno. Entonces, claro, me encuentro casas que están bien, casas que están peor, proyectos más fáciles, proyectos más difíciles... Hay que ser resolutivo, hay que diseñar muchas veces espacios desde cero en muy poco tiempo, porque el Home Staging se hace en una o dos semanas. Imagínate en ese tiempo lo rápido que tienes que ir mentalmente a la hora de hacer una propuesta de diseño. Entonces, claro, ahí también entran en juego muchas tomas de decisiones que es algo que a mí me encanta. Me encanta el papel de líder, de: 'Venga, vamos a hacer esto y lo vamos a hacer así, vamos a sacar esto adelante'. También en cuanto a redes sociales, porque yo como emprendedora tengo que aprender a comunicar. Y he decidido hacerlo en euskera porque yo vivo allí y es mi idioma natural, con el que me comunico. Es un proceso que a mí me está encantando, estoy supercontenta y me aporta muchas cosas, es muy divertido y muy creativo. Cuando me levanto por la mañana estoy supermotivada y por la noche me voy a la cama con pena de no haber hecho más cosas durante el día, ¡imagínate!
¿Te ha costado mucho emprender?
Sí, me ha costado mucho, pero yo creo que es como todo en la vida, todos los trabajos cuestan mucho. Emprendas o no, la vida al final es difícil. Hay que trabajar mucho, hay que tener mucha constancia, mucha paciencia. A veces salen las cosas bien, a veces salen mal... pero, en general, yo creo que a todo el mundo nos cuesta mucho hacer lo que hacemos. Es verdad que el emprendimiento es un camino muy solitario, pero también cuenta mucho cómo es tu personalidad, porque si eres una persona innovadora, eres una persona resolutiva y segura de ti misma, aunque te cueste mucho, lo haces con gusto.
¿Qué les dirías a otros jóvenes que, como tú, tengan una idea y quieran desarrollar su propio negocio?
Les diría que que adelante, por supuesto. Pero sí que les daría un consejo que a mí me dieron en su día y me vino superbien, y es que se apoyen en la ayuda de profesionales. Por ejemplo, en mi caso, cuando yo tuve la idea me apunté a CEIN, que es el Centro Europeo de Emprendimiento e Innovación de Navarra, que está respaldado por el Gobierno de Navarra. Y ahí tienes mentorías, te ayudan a darle la vuelta a tu plan de negocio, te ponen en contacto con diferentes empresas, haces networking y eso es muy interesante porque, al final, si tienes herramientas de este tipo ya tienes medio camino hecho. Tienes gente que te apoya, que te ayuda a dar la vuelta a las ideas... y eso hace que cometas muchos menos errores y que sufras mucho menos.
¿Crees que el título de Miss puede jugar a tu favor o en contra?
Pues yo creo que el título de Miss me juega siempre a favor. Es algo muy guay y a la gente le encanta. A mí también me parece una época con un montón de anécdotas, experiencias y vivencias para contar. Y es un título que me ha ayudado a conseguir tener muchas tablas en general en la vida, sobre todo en relaciones sociales y también mucha visión.
¿Quién te acompaña en esta nueva aventura?
Pues como en todas las aventuras que he tenido en mi vida, me acompaña mi familia. También siempre mi pareja, mis amigas, mis compañeros que he conocido en este camino, mi hermano Lain que está desde Taiwán ayudándome... Y ahora me acompañáis vosotros también, así que no me puedo quejar.
¿Cuáles son los próximos pasos que vas a dar?
Pues sería sobre todo tener un estado mental en el que predomine la paciencia, porque esto va lento, es algo de cocción lenta. Entonces, tener paciencia, seguir aprendiendo mucho y mejorar mi servicio en todos los ámbitos para poder ofrecer algo con fundamento y que perdure en el tiempo.
Por último, ¿qué ha cambiado y qué sigue igual en la Amaia de ahora respecto a la que conocimos en 2018?
Pues te diría que no ha cambiado nada, pero no solo lo digo yo sino que la gente me lo dice, que estoy igual. Pero bueno, también es verdad que no han pasado tantos años. Cuando fue lo de Miss World España yo tenía 21 años y ahora tengo 27. Sí que es verdad que ha cambiado mi enfoque y mi trabajo, eso sí ha cambiado, pero yo como persona creo que que sigo igual.