Hablamos con Maite Gassó, directora creativa de Lola Casademunt, sobre su última colección presentada en 080 Barcelona Fashion

Es experta en levantar imperios. Lo que comenzó siendo la pasión de su madre Lola –de ahí el nombre de la casa de moda– ha terminado transformándose en un negocio internacional –en manos de Maite Gassó– que no entiende de límites. Aunque nació en Catalunya, esta directora creativa a la cabeza de Lola Casademunt ha sabido hallar las claves, mediante lanzamientos especiales –marcados por un animal print que vive en su propio ADN– y desfiles explosivos, para conquistar el mundo entero.

Lola Casademunt by Maite, la línea premium de la firma, fue la encargada de cerrar la primera jornada de la pasarela 080 Barcelona Fashion. En esta ocasión, la propuesta nos condujo a un viaje imaginario hacia Tokio más moderno y futurista, capital que siente que tiene, tal como nos cuenta, una energía similar a la ciudad condal, lugar en el que volvió cautivar con Kawaii, concepto con el que ha bautizado a la nueva colección. ¿Te apetece adentrarte en los orígenes, conocer un poco más acerca de los procesos de creación y la visión de futuro que aviva el éxito de la compañía? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

HOLA.com: En primer lugar, ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes después de haber vuelto a desfilar en la 080 Barcelona Fashion el pasado lunes? 

MAITE GASSÓ: Me siento muy satisfecha, una vez más, del desfile que hemos hecho. Personalmente, me gustó mucho. Cuando ves a las modelos, a punto de salir, ves un poco las impresiones, hasta de los fotógrafos y de las personas que están allí trabajando, también, y te dicen: "Ostras, qué colección tan bonita, felicidades". La verdad es que me sentí muy orgullosa del trabajo. Desfilar en Barcelona es desfilar en casa. Me encanta hacerlo en Madrid, tengo muchos amigos allí, algunos de ahí y otros que vienen, y me siento como en casa, pero es verdad que Barcelona es Barcelona. Y el Hospital de Sant Pau, también tiene otro rollo. Son dos conceptos tan diferentes. Cada uno me aporta algo súper guay.

¿Cómo definirías la nueva colección, bautizada Kawaii?

Kawaii significa cute (mono, lindo) en versión japonesa. Esta colección está inspirada en Tokio, en esa ciudad cosmopolita, moderna, futurista...Siempre digo que para mí tiene mucha conexión con Barcelona. Cuentan con connotaciones similares como ciudades modernas. Hemos cogido esos colores neones vibrantes –los naranjas, turquesas, corales, rojos...–y los hemos bajado a la colección; la estética japonesa, pero desde un punto de vista moderno. Hemos mezclado esa actitud y fuerza que Lola Casademunt tiene en el ADN, retomando el animal print, los tonos saturados, la logomanía geométrica, todo el detalle por el producto, la artesanía... también mucho material rico en bordados, laminados, estructurados... con mangas kimono, hombreras, cortes sumurái, fajines, zapatos, bolsos XXL en forma de abanico...todo respirando un aire japonés.

¿Tiene, entonces, mucho que ofrecernos la estética japonesa?

Japón está en la cabecera de la moda. Mucha gente del sector viaja a Japón para inspirarse. Lo que antes eran ciudades como Milán o París, ahora lo es más Tokio. Se respira modernidad, novedad, diferencia... Están liderando, en parte, el mundo de la moda.

Cuando hablamos de sofisticación, en ocasiones, nos imaginamos líneas puras, tonalidades más neutras. ¿Cómo encuentra Lola Casademunt by Maite el punto de equilibrio entre esa sofisticación y la festividad en cuanto a paleta cromática o incrustaciones metálicas? 

Jugando. Todo lo que es con pedrerías tiene colores nude, muy dulces, muy sobrios. La fuerza de color la damos en el estampado, pero lo que son laminados, pedrería, lentejuelas... es todo muy delicado.

Después de haber desfilado en Madrid y Barcelona, ¿cuáles crees que son las principales diferencias entre ambas pasarelas y la forma de interpretar las tendencias en street style de las chicas de las dos capitales?

Siempre he considerado que Barcelona es muy moderna, transgresora. Es una ciudad rebelde. Madrid es más sofisticada, más elegante. Me encantan las dos. Hay momentos que soy Madrid y hay momentos soy Barcelona. En una semana, puedo serlo todo. Pero sí que es verdad que respiran dos estilos diferentes y en las pasarelas se palpa. A Barcelona la relaciono más con los edificios modernistas, como el Hospital de Sant Pau (donde se celebra 080 Barcelona Fashion). Y en Madrid veo una pasarela súper estructurada, tan larga, con pantallas... que también me gusta. Tengo la suerte de valorar ambas, cada una por su parte. Me aportan sensaciones distintas.

Se os ha encasillado mucho en el animal print, ¿cuál es la toma de decisión del equipo al saber que recibís esa etiqueta? ¿Cómo se hace de una tendencia a priori efímera una seña de identidad?

Para mí el animal print es como el cuadro Burberry para los británicos. Forma parte de mi ser. Es una esencia que llevamos dentro las mujeres. Siempre digo: ¿Qué significa el estampado de animal? Es esa mujer luchadora que protege a su familia, que tiene los valores de una mamá leona o pantera. Cuenta con un ADN salvaje. Es un motivo que me da fuerza. Aunque hay versiones y versiones del animal print, lo ideal es escoger uno que sea elegante, porque, de repente, también puede conducirte a destrozar cualquier look.

¿Cómo recomendarías llevar el animal print a alguien que no esté nada acostumbrado a jugar con ese tipo de estampado?

Mis hijas, por ejemplo, creo que odiaban el animal print, seguramente, porque yo lo llevaba muy, muy dentro de mí y ahora las veo que, sin decirte nada, se atreven con él. Aconsejo que la gente que no esté acostumbrada al estampado empiece por los complementos (un bolso, una manoletina...). También creo en el concepto animal print addict, a la que empiezas, sin querer, te invade.

Aconsejas empezar a experimentar con los complementos, ¿le dirías lo mismo a alguien que nunca haya llevado una pieza de Lola Casademunt y que la considere una firma "súper explosiva"?

A mí, ¿sabes lo que me gustaría? Que la que no nos conociera, fuera a la tienda y observara lo que hay. Porque sí que tenemos piezas muy explosivas, puntuales, pero hay una gran cantidad de prendas sobrias y elegantes. Yo tengo ese momento de "todo" o "nada". A veces, me gusta el momento de sobriedad máxima, y lo necesito. Existen momentos en los que no quieres pasar inadvertida y quieres que te vean, que buscas algo distinto, que no pueda ser cualquiera. Pero hay otros en los que necesito pasar desapercibida y te aseguro que en la tienda hay muchos elementos que si buscas vestirte sobria, los encontrarás. Siempre intento poner colores, creo que favorecen mucho, y cuando el artículo es negro o sobrio que tenga algo que lo diferencie del resto. El que viene a Lola Casademunt es para diferenciarse. Si no, se va a los grandes grupos. Tenemos que dar algo que se vea que es distinto.

Hablemos de los inicios, de cuando ibas a vender con maleta en mano. ¿Qué crees que te ha aportado el hecho de haber construido el negocio con unas bases familiares?

Me lo ha aportado todo. Porque valoro todo desde el minuto uno. En mi casa me han educado desde la cultura de la humildad. Sé lo que valen las cosas, considero que estoy muy despierta, pero porque sé lo que me ha costado. Eso te da despertar, para que cuando pase una oportunidad por delante no la dejes escapar. Porque igual no va a volver a pasar nunca más en la vida. Sé lo que cuesta entrar de cero, por lo que lo valoro todo muchísimo. Y eso no quiere decir que no se me escapen oportunidades, soy persona.

¿Cómo se sigue planteando Lola Casademunt la internacionalización a día de hoy?

Lola Casademunt es una marca muy emocional a nivel diseño, colores, fantasía... y, a veces, pienso que somos más internacionales que nacionales, pero porque en el mundo hay sitio para muchas firmas. Aquí creo que, en ocasiones, hay momentos más de sobriedad, internacionalmente tienes el mundo para gustar a todo el mundo. En Madrid, por ejemplo, veo que tenemos mucha clienta de LATAM, les encanta y compran sin freno. En el mercado de Emiratos Árabes encajamos mucho, también, con el glamour. Tenemos, igualmente, éxito en Bélgica, Italia... Cuando eres algo diferente... Siempre digo que tenemos que hacer cosas que sorprendan, porque yo misma me aburro de ellas... entonces necesito algo nuevo, por mí misma. Que me haga ilusión.

Tenemos el armario lleno de prendas y para que una entre tengo que sacar otra... o provoco una ilusión a la clienta o no vamos a vender nada, porque creo, además, que la gente tiene autocontrol de compra. Mi ilusión es conseguir embellecer a las personas, pero a nivel estético y a nivel interno, darles seguridad. Cuando tu te sientes bien contigo misma, eres más simpática, desprendes una energía muy distinta a cuando no estás bien. Tengo el foco en patronar para mujeres como yo, que tenemos curvas y pecho, y obviamente para el resto, también. Para las que consideran que no todo les queda bien, y hacerlas sentir guapas.

¿Cómo se intuye el futuro de Lola Casademunt y Lola Casademunt by Maite? 

Soy soñadora y positiva por defecto. A lo negativo le busco lo positivo. Somos gente que luchamos, que aprendemos de los errores. No puede pasarnos otra cosa que no sea irnos bien. En Lola Casademunt tenemos una parte creativa muy potente, una inquietud constante por hacer cosas diferentes, siempre queremos más, superarnos. Intentamos retarnos a cada momento, lo llevo en el ADN y es muy bueno. La compañía tiene un equipo profesional de personas, una estrategia, hay cabeza, entonces solo nos queda triunfar. Porque, aparte de trabajar muchísimo, no pararemos hasta que lo consigamos, tarde o temprano.