Hablar dormido podría ser resultado de tu estrés y otras curiosidades de este comportamiento

Texto: Maribel Barros

Hablar dormido, o somniloquía, es un desorden del sueño bastante común que le puede ocurrir a cualquiera y no es considerado un problema médico. Si bien para algunas personas es algo chistoso, para otras puede ser bastante molesto.

El estrés podría causar que hables dormido. - Foto: Thinkstock

La somniloquía no conlleva ningún daño físico, pero sí llega a avergonzar a quien la padece, además de ser molesto para su pareja o compañeros de piso. Es más común en niños entre los 3 y 10 años de edad, y según WebMD 5% de los adultos lo padece.

¿De qué hablan?

Quienes hablan dormidos, o somnílocuos, no suelen ser conscientes de que lo hacen, por lo cual su voz y tipo de lenguaje tienden a ser diferentes a cuando hablan estando despiertos. La Fundación del Sueño de EEUU asegura que la mayoría de las veces lo que dicen está relacionado a eventos, experiencias o relaciones del pasado que ya no son relevantes y no tienen ningún impacto emocional.

De acuerdo con WebMD los episodios generalmente duran unos 30 segundos, pudiendo ser muy claros y entendibles o indescifrables, ser palabras sueltas o monólogos elocuentes, e ir de susurros a gritos.

¿Qué lo causa?

No existe una razón científica para la somniloquía, pero sí causas externas que la fomentan como:

· Estrés emocional.

· Falta de sueño.

· Depresión.

· Fiebre.

· Algunas medicinas.

· Abuso de sustancias.

¿Cómo remediarlo?

Al no saber qué lo causa, tampoco hay remedio específico para dejar de hablar dormido. Sin embargo, según la La Fundación del Sueño de EEUU estos consejos podrían reducir las probabilidades de que ocurra un episodio:

· Mantener un horario fijo para irte a la cama y levantarte.

· Dormir las horas suficientes.

· Evitar ingerir bebidas con cafeína o alimentos pesados cerca de la hora de dormir.

· Realizar alguna actividad relajante antes de irte a dormir, como tomar un baño, leer o hacer una relajación.

Si los episodios son muy recurrentes o se acompañan de miedo, gritos o actos violentos, lo mejor es acudir a un especialista.

WebMD sugiere mantener un diario de sueño que pueda ayudarte a ti y a tu médico a identificar patrones, o una posible causa subyacente para estos episodios. Al menos durante dos semanas anota lo siguiente:

· A qué hora te vas a la cama, a qué hora crees que te duermes y a qué hora te levantas.

· Qué medicinas tomas y en qué horario.

· Qué bebidas ingeriste y a qué hora, especialmente bebidas con cafeína (té, café, refrescos de cola) y alcohólicas.

· A qué hora te ejercitas.

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@travesabarros

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