Harry y Meghan pagan dos millones de dólares al año en seguridad y acaban huyendo en un taxi
Los dos millones de dólares que dedican a su seguridad al año no fueron suficientes para garantizar que pudieran abandonar en paz un evento benéfico celebrado este martes en Nueva York. Los duques de Sussex han denunciado a través de su portavoz que se vieron involucrados en una "persecución casi catastrófica" de dos horas con los paparazzi que trataban de obtener una fotografía suya.
El comunicado oficial emitido por el departamento de policía no registra que se produjera ningún accidente ni arresto y, en cierto modo, resta gravedad a lo ocurrido alegando que los agentes ofrecieron asistencia a la escolta privada de Harry y Meghan y que finalmente llegaron sanos y salvos a su destino.
Aún así, ellos consideraron necesario refugiarse en una comisaría y poco después se subieron a un taxi que pidieron los agentes para que llevara a la pareja.
La maniobra no funcionó y a los pocos minutos pidieron al conductor que diera la vuelta porque los paparazzi los habían descubierto y podía salir a la luz la dirección exacta del lugar donde estaban alojados. El taxista ha asegurado que los dos parecían nerviosos, aunque no asustados, y que no corrieron peligro en ningún momento a pesar de los flashes de las cámaras eran bastante intimidantes.
Resulta sorprendente que tuvieran que recurrir a esta táctica cuando se sabe que Harry y Meghan han contratado a guardaespaldas acostumbrados a proteger a celebridades con un perfil muy mediático. Hace poco, sin ir más lejos, se vio a la duquesa de Sussex paseando seguida de cerca por un guardia de seguridad que solía trabajar para Kim Kardashian.
El propio Harry reconoció en su famosa entrevista a Oprah que garantizar la seguridad de su familia había sido el mayor gasto que había afrontado tras renunciar a su papel institucional como miembro de la monarquía británica y abandonar Reino Unido. Según él, sin la herencia de su madre Diana de Gales -que falleció en un accidente de tráfico mientras huía de los paparazzi- no habría podido seguir adelante con sus planes porque su padre Carlos de Inglaterra le había retirado todo el apoyo económico.
De hecho, uno de los motivos por los que Meghan y él se apresuraron a firmar lucrativos acuerdos de colaboración con Netflix y Spotify fue que necesitaban ingresos para pagar un dispositivo 24 horas en torno a su casa de Montecito, en California.
Por otra parte, Harry sigue batallando en los tribunales de Londres para que se le permita recibir protección de la policía metropolitana de Londres, que él quiere costear de su propio bolsillo, cuando se encuentre de visita en Reino Unido, pero por el momento no ha tenido éxito.