Héctor Suárez, el actor que se enfrentó a Televisa y salió victorioso gracias a su integridad
POR | Ericka Rodríguez-. El mundo del espectáculo está de luto por la muerte de Don Héctor Suárez falleció a los 81 años, el entrañable comediante de trayectoria impecable, imparable e inigualable.
En 1960 comenzó y solo la muerte lo detuvo, incluso en días pasados había inaugurado su cuenta en TikTok para seguir vigente entre las nuevas generaciones. Pero en la vida del primer histrión hubo un común denominador, el respeto como tal, la lealtad a sus convicciones y su integridad.
Héctor Suárez luchó ante las injusticias y dijo no a los proyectos donde se atropelló su forma de trabajar. “Se ha hecho una leyenda de mi persona y una fama que me ha hecho daño (en Televisa), me ha perjudicado, por haber sido valiente y decir lo que pienso… A mí no me gusta la comedia ñoña, el chiste por el chiste, simplón. A mí me gusta la comedia con fondo, decir algo importante a través de la comedia”, decía Suárez Hernández en 2013.
Y si hubo un evento donde se intentó dejarlo mal parado pero que peleó porque no se ensuciara su imagen fue cuando Televisa lo vetó. En 2015 narró lo que había ocurrido 12 años atrás cuando se bloqueó su imagen por una pelea que tuvo con el director de la empresa, Emilio Azcárraga Jean. Suárez no permitió “que me ofendiera y eso me costó 12 años y a mi hijo, que ni la debía ni la temía, lo sacaron de un programa. Siempre me he defendido, y lo voy a hacer toda mi vida, no voy a permitir que me pise nadie, nunca lo he permitido en mi vida”.
Ante los hechos, Héctor escribió una carta donde le reclamó a Azcárraga el por qué “se ha prostituido el gusto de la gente, se ha denigrado, se ha desvirtuado lo que es un actor, lo que es un comediante. Y añadió que como ya tenía 70 años era visto como un “reverendo anciano, para Televisa yo soy ya una persona viejita, viejecita, ya no funciona”.
Y le reclamó también a la televisora, que durante muchos años fue un monopolio, que lo que menos les importaba era que sus colaboradores fueran actores, por ello los jóvenes que comienzan no se preocupan por estudiar, “mientras tengan las tetitas bonitas y el culito bonito, y niños bonitos, y entre más pendejos sean, mejor… mientras más estúpidos, más retrógrados, pues es mejor, para poderlos moldear, manejarlos”.
Ante la discusión por no poder decir y hacer lo que pensaba sino trabajar bajo un guión establecido con comedia simple, Héctor Suárez dijo adiós en 1999 a la televisora de San Ángel. “Por eso preferí salirme de Televisa, si no me dejan hacer lo que yo pienso que al público le gusta, y como yo considero que el público es muy inteligente, yo no lo puedo subestimar, yo le tengo que dar cosas inteligentes y pensantes, analíticas para que las confronte, para que piense, para que analice, para que utilice sus derechos”.
“Yo recibía un sueldo por mi trabajo y Televisa creció con mi trabajo con ‘¿Qué nos pasa?’, después de hacer la televisión ñoña que hacían, yo entregaba una televisión inteligente, competitiva, analítica, pero no me ganaba, no me daban el dinero… a Televisa le fui a dar una dignidad, un lugar y una altura”, estalló en enero de 2018 cuando recordó que hubo gente que criticó el que “hablara mal de la empresa que le había dado de comer”.
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Pero la batalla en la que se quería detener su forma de hacer comedia tuvo un episodio posterior y don Héctor Suárez le pidió a la revista Proceso hacer pública la carta donde le reclamó a Azcárraga que en la emisión ‘Iniciativa México’ se le culpó de rebeldía, de actor difícil y conflictivo, injustamente, y luego de enviar la misiva y no obtener respuesta, fue al medio de comunicación en 2011.
Después de que a don Héctor le ofrecieron participar en dicho proyecto como colaborador, aunque al final le exigieron dejar su otra fuente de ingresos en Estrella TV, todo se vino abajo. “Con una falta de respeto por mi trabajo como creador y enarbolando la bandera de la moral, censuraban y decidían lo que el público debía ver y lo que no debía ver, mutilando siempre con torpeza, desconsideración y un desconocimiento total del género y sin participármelo”, así se dirigió particularmente sobre los hermanos Santiago y Rubén Galindo, quienes lo sacaron de ‘Cloroformo’, donde daba vida a un exboxeador.
Suárez volvió a recriminarle a Azcárraga: “¿Me esperan otros doce años de veto? ¿Extenderán sus medidas a mi familia como lo hicieron injustamente con mi hijo Héctor Suárez Gomís, quien sin deberla ni temerla también fue ‘castigado’ y vetado? Dígales que si ya me ‘castigaron’ otra vez, no volviéndome a llamar en su empresa pa´trabajar, por lo menos que me den mi resto… ¿no? ¿Tiene usted el valor… o le vale?”, exponiendo que sólo querían pagarle algunas semanas de trabajo.
Don Héctor Suárez le dio a Televisa muchos éxitos, reconocimiento y dinero y aunque jamás lo valoraron, siempre se abrió las puertas en otras empresas para demostrar su gran talento. Su muerte es una pérdida irreparable en los espectáculos en México.
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