Gran Hermano: Virginia recibió una doble sorpresa en el “congelados” y no pudo contener el llanto
El jueves por la noche, se vivió una nueva jornada de emoción en la casa de Gran Hermano (Telefe) con el último “congelado”. Virginia Demo fue sorprendida por partida doble, ya que ingresaron a verla sus hijas Delfina y Mercedes. Con su visita conmocionaron a la jugadora, y sus compañeros.
Desde el martes se anunció el ingreso de las hijas de Virginia y la espera se hizo larga para la audiencia, pero no para la jugadora, ya que ella no conocía esta información. Sin embargo, tras ver las visitas que recibieron sus compañeros, esperaba que le tocase en algún momento. Finalmente, pasadas las 23 del jueves, su hija Delfina fue la primera en ingresar para reencontrarse con su madre, tras más de un mes y medio de aislamiento.
Con gran alegría, le pidió a su madre que se mantenga quieta, ya que, tal como lo indica el reglamento de esta sección, si se mueve o habla puede recibir sanciones. Acto seguido, la abrazó y la hizo emocionar. “Estoy muy orgullosa de vos porque sos una madraza increíble. Acordate que estás en Gran Hermano y de lo luchadora que sos”, le dijo. Además, le pidió que disfrute lo que vive, ya que en el pasado no la pasó nada bien.
Luego de recorrer la casa para conocerla, se agotó el tiempo de visita y Delfina se despidió de todos. Una vez que cruzó la puerta de salida, todos los jugadores esperaban que GH anuncie el “descongelado” para dar por finalizada la sección. Pero, eso no ocurrió porque ingresó la otra hija de Virginia, Mercedes. Esta fue la primera vez que hubo doble visita, ya que cada participante recibió solo una.
El asombro de Virginia se mezcló con la emoción y volvió a llorar. La joven le hizo el mismo pedido que su hermana y le llevó tranquilidad a la participante al destacar que todo está muy bien en su familia. “Te merecés este lugar como todos. Disfrutá la experiencia, divertite y aprovecha de la casa y de tus compañeros. Es un orgullo verte acá”, le aseguró. Luego, se despidió de todos. Cuando finalizó la prueba, los jugadores se acercaron a abrazar a su compañera para contenerla por el momento vivido.