Tres herramientas para el cabello en las que vale la pena invertir
Cuidar y lucir un cabello sano, bonito y brillante puede implicar unas cuantas visitas anuales al estilista. Cortes, coloración y secado no solo ameritan una inversión frecuente de dinero, sino también tiempo. Si a esto sumamos que aún avanzamos con la pandemia a cuestas, podemos concluir que las visitas a la peluquería no son tan frecuentes como quisiéramos.
Sin embargo nada de esto implica que descuidemos el cabello. Hombres y mujeres pueden aventurarse con el cuidado en casa que puede alternarse con visitas al salón más espaciadas, por lo menos hasta que nos sintamos más seguros. Y es que, aunque los expertos de la belleza siempre serán los mejores aliados, no solo en materia estética, sino también para mantener la salud capilar adecuada, tomar las riendas de nuestra apariencia también nos cae de perlas, más aún cuando ya después de cierta edad, comprendemos que menos es siempre más.
Para lograr este objetivo, es recomendable contar con el equipo adecuado. Los peines y cepillos ideales para tu tipo de cabello; rulos, pinzas, pero también herramientas de peluquería profesional que nos ahorrarán trabajo y ofrecerán resultados óptimos.
Antes de abordar estas herramientas es importante conocer las condiciones de nuestro cabello. La especialista en cuidado capilar, Daniela Yegres, recomienda tener un diagnóstico claro de nuestro tipo de cabello y sus condiciones. “Un cabello que ha recibido muchos tratamientos químicos no responderá igual que un cabello virgen, que nunca ha sido decolorado o teñido”. Asimismo, es aconsejable ser constante en el uso de productos de tratamiento y cuidado, tener a mano fijadores suaves así como aceites y lociones de protección térmica.
Una vez superado este importantísimo paso inicial hay que decidir cuáles son esas herramientas básicas para arreglar el cabello en las que quizás debes invertir para ahorrar tiempo y dinero.
El secador. Tan esencial como un peine, es una herramienta que jamás debe faltar. Sus usos van desde el secado rápido, para no salir con el cabello mojado hasta el brushing, que es el moldeado del cabello con un cepillo redondo. Para llevar a cabo esta técnica, se recomienda moldear el cabello con un cepillo redondo -ancho o delgado, según el largo y la onda que quieras conseguir- después de haberlo lavado y secado casi en su totalidad. Pasar el calor de raíces a puntas es la manera más eficiente de hacerlo.
Las planchas. Es inevitable recordar imágenes antiguas de mujeres planchándose el cabello literalmente con la misma plancha con la que se alisa la ropa. Afortunadamente la ciencia, la tecnología y el diseño industrial han avanzado provechosamente. Existen distintos tipos de planchas, pero las más comunes hoy e día son las que tienen placas de cerámica o titanio. La primera suele ser más gentil con el cabello pero es muy frágil. Mientras que la segunda es más resistente.
Al usarla, Yegres recomienda algunos principios fundamentales. “Es ideal el uso de un protector térmico y tener muy en cuenta no pasar varias veces la plancha por un mismo mechón de cabello. Otra recomendación fundamental es que al usarla el cabello esté completamente seco y no usar exceso de productos, lo cual se verá reflejado si al usar la plancha sale humo”.
Onduladoras. En el mercado existe una amplia variedad de pinzas onduladoras y rizadoras. En el caso de esta herramienta también las más comunes y eficientes para los aficionados suelen ser las de cerámica y las de turmalina. Las hay tipo tenaza y de tubo; algunas ofrecen incluso tres barriles que dejar el cabello con ondas parecida a las que quedan después de quitarte unas trenzas.
Jesús Cedeño, estilista y maquillador, recomienda escoger las rizadoras de acuerdo al largo de nuestro cabello. Si estamos hablando de una melena larga, lo mejor será tener un tubo largo y ancho; mientras que si tienes el pelo corto, lo más conveniente es que el tubo sea corto y angosto.
Es recomendable usar esta herramienta en mechones no muy gruesos y deben estar completamente secos. La temperatura también dependerá de tu tipo de cabello, mientras más grueso, más calor y mientras más fino, debemos regular la temperatura hasta dar con la que nos moldea el cabello.
En todos los casos, los especialistas explican que pueden usarse a cualquier edad, y que los cuidados básicos que hay que tener en cuenta son manejar la temperatura correcta para el grosor del cabello y no usarlas tan frecuentemente para proteger la fibra de quemaduras y daños.
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