La hija de Tom Cruise y Katie Holmes no usa el apellido de su padre
Hace unos días salió a la luz que una de las hijas de Angelina Jolie y Brad Pitt había contratado un abogado con su propio dinero para iniciar los trámites legales que le permitieran eliminar el apellido de su padre de su nombre. Y ella no es la única hija de una celebridad, con potencial para unirse al creciente club de los nepo babies, que prefiere desligarse de su famoso progenitor.
La semana pasada Suri Cruise concluyó oficialmente su etapa de estudiante en el instituto LaGuardia de Nueva York y acudió a la tradicional ceremonia de graduación acompañada de su madre Katie Holmes. El gran ausente -aunque tampoco se le esperaba- fue su padre, Tom Cruise, que no ha formado parte activa de la vida de la adolescente desde que se divorció de su madre.
En el panfleto que se repartió a los asistente al acto, que incluía el nombre de todos los graduados, ella aparece mencionada como 'Suri Noelle', lo cual viene a confirmar que no utiliza el famoso apellido de su padre que sí llevan sus dos hermanastros mayores: Isabell y Connor, los hijos que el protagonista de 'Misión: Imposible' adoptó junto a su ex Nicole Kidman mientras aún estaban casados. Isabell y Connor, que ya son adultos, sí mantienen relación con su padre, aunque no tanta con su madre, y los rumores afirman que se debe a que ellos pertenecen a la iglesia de la Cienciología que Nicole nunca ha visto con buenos ojos.
Al igual que Vivienne Jolie, que recientemente trabajó como ayudante en el musical que ha producido Angelina y que acaba de ganar un premio Tony, Suri también ha colaborado en varias proyectos de su propia madre, aunque en su caso ha sido como cantante. La adolescente ha participado en la banda sonora de las películas 'Alone Together' y 'Rare Objects' que ha dirigido Katie, pero al margen de estas colaboraciones puntuales, la actriz siempre ha tratado de darle una vida lo más normal posible alejada de la atención mediática. Aun así, Suri se ha convertido en un icono de estilo sin pretenderlo -y sin necesidad de abrirse perfiles públicos en las redes sociales- debido a las fotos que le toman los paparazzi por las calles de Nueva York. Está por ver si algún día se anima a capitalizar esa popularidad, como han hecho otros muchos jóvenes con apellidos famosos.