La historia de superación de Demi Moore que muy pocos conocen

El discurso de Demi Moore tras ganar el Globo de Oro como Mejor actriz de comedia o musical por la película La Sustancia fue de lo más comentado durante la premiación. La icónica figura de Hollywood recordó el momento en el que un director le dijo que era una “actriz pochoclora” y que nunca iba a llegar a tener tal reconocimiento. A su vez, lejos de los sets de filmación, también tuvo una vida difícil que muy pocos conocen.

“El pasado domingo Demi Moore ganó su primer Globo de Oro. No tuvo una vida fácil, su infancia y adolescencia fue muy dura. Alcohol, drogas, violación, problemas con su madre, etc. Hoy les traigo la historia de superación de Demi Moore”, fue el título que publicó la cuenta de X @LugarCinema, la misma que se encarga de brindar información sobre películas y series.

Y continuaron: “Nació el 11 de noviembre de 1962 en Roswell, su infancia no fue nada fácil. Nunca llegó a conocer a su padre biológico, ya que él abandonó a Virginia Guynes (madre de Demi Moore) cuando se enteró de que se había quedado embarazada”. Por eso, ella creció con la creencia de que Dan, la pareja de aquel entonces de Virginia, era su padre biológico.

Pese a que Dan fue la figura paterna que necesitaba, las constantes rupturas y reconciliaciones que el hombre y Virginia atravesaban, terminó afectando a la actriz. Tal como mencionó en su autobiografía, Inside out of mi historia (2019), su madre no podía estar sola y, aun siendo pequeña, la obligaba a acompañarla a bares; pero lo peor llegó después, cuando uno de los novios de su progenitora se abalanzó contra ella y abusó de ella, situación que la obligó a los 15 años a abandonar su casa.

A pesar de cada uno de los momentos que atravesó, Moore no se desvinculó de su madre, a quien llevó a rehabilitación por su adicción al alcohol. La mujer murió a los 54 años por un cáncer y un tumor cerebral.

La falta de dinero, hasta cuando su madre vivía, obligó a Demi a trabajar desde chica. Se desempeñó como cobradora de deudas y, luego, paso al modelaje; este último le abrió las puertas a la actuación, su gran pasión. Sin embargo, en el camino se le presentaron varios obstáculos, como su adicción a las drogas y el alcohol, lo que la llevó a rehabilitación en 1985.

“Pasó 20 años limpia, pero la cuarentena fue un mal momento para ella y recayó”, sostuvieron desde el famoso perfil de X. “Todo esto se debió a que no le llegaban trabajos, no la llamaban, la ninguneaban y eso le afectó mucho. Su hija menor, Tallulah, dijo que su madre parecía un monstruo durante la pandemia y que tenía miedo cada vez que la veía superada por las adicciones”, agregaron.

Con el amor de su familia pudo salir adelante y, sin imaginarlo, el llamado de la directora de La Sustancia, Coralie Fargeat, le traería el éxito de vuelta. “Es tan emocionante ver a Demi en ese escenario”, dijo Fargeat a la AFP luego de que la intérprete recibiera la estatuilla por mejor actriz.

Y completó: “La película permite al público ver quién es ella como actriz, sin proyectar el estereotipo de ‘si eres bonita, no puedes ser buena actriz’. Está siendo llamado de regreso, pero ella siempre estuvo aquí”.