Hola México Film Festival exhibe horrores reales e imaginarios sin dejar de lado las risas
Entre el 2 y el 10 de octubre, y ya de manera totalmente presencial, regresa a Los Ángeles el Hola México Film Festival, un evento que se precia de ser el más grande de su tipo fuera de tierras aztecas y que, pese a haber incluido en algunas de sus ediciones películas procedentes de otros territorios, dedica sus mayores esfuerzos a la proyección de cintas recientes que provienen del país vecino.
En ese sentido, la edición número 14 del festival presenta una programación oficial de largometrajes que se encuentra enteramente conformada por producciones o coproducciones mexicanas debidamente subtituladas en inglés, lo que marca una clara diferencia con el Los Angeles Latino Film Festival (LALIFF) de Edward James Olmos -que proyecta muchos trabajos estadounidenses de origen latino-, y ahora, con el El GuadaLAjara Film Festival (GLAFF) -que empezó a tomar la misma orientación en sus ediciones recientes y que, dicho sea de paso, celebra su 12ª edición desde el 29 de septiembre hasta el 1ro de octubre de este año, como lo puedes leer aquí-.
Lo que sí se mantiene en Hola México es la vocación de su fundador y director Samuel Douek por ofrecer propuestas que, a pesar de tener un mismo origen geográfico, resulten muy diversas, tanto en cuanto al género como a las sensibilidades y las temáticas que manejan, lo que las vuelve llamativas para diferentes audiencias. Bajo esa perspectiva, Douek suele elegir para la ceremonia de apertura un título de tendencia claramente comercial, y lo que sucederá este domingo no será una excepción.
Ese día servirá para la exhibición de “Lecciones para canallas” (“Lessons to Scam”), una película que despierta interés por el rol estelar que le otorga a Joaquín Cosío, un actor de larga trayectoria que, además de ser ampliamente conocido por el público latino debido a su participación en cintas mexicanas tan populares como “Matando cabos” y “El infierno”, ha estado presente en los últimos años en varias producciones hollywoodenses de alto perfil, como “Quantum of Solace” y “The Suicide Squad”, aunque su papel más visto hasta la fecha -tanto por hispanos como por anglosajones- sea probablemente el que tuvo en la aclamada serie de Netflix “Narcos: México”.
Cosío es un actor tan convincente y de personalidad tan fuerte que es capaz de sacar adelante cualquier proyecto, como sucede en “Lecciones para canallas”, una comedia menor pero todavía rescatable en la que interpreta a “Barry El Sucio” -en evidente alusión al “Harry El Sucio” de Clint Eastwood-, un estafador cuya falta de moral se ve compensada por su enorme carisma, y que se alía sorpresivamente con su joven hija Jenny (Danae Reynaud), a quien no ha visto desde que esta era una niña, para seguir desarrollando sus planes delictivos.
Detrás de la idea del director y coguionista Gustavo Moheno (“Eddie Reynolds y los Ángeles de Acero”) hay un ‘thriller’ sobresaliente con aristas perversas que, sin embargo, se queda a medio camino en la realización, sobre todo porque no logramos establecer verdaderas conexiones emocionales con los personajes de la historia y porque el guion se niega a tomar riesgos.
De todos modos, la película se sale del molde de comedias románticas intrascendentes que abundan actualmente en México y, además de mostrar una química adecuada entre sus protagonistas, resulta bastante entretenida. Se proyecta el 2 de octubre -como parte de una ceremonia de inauguración que se inicia a las 4.30 p.m. y que incluye un after party- en The Montalbán Theater (1615 Vine St., Los Ángeles).
En el extremo opuesto de la programación del festival encontramos a “El diablo entre las piernas” (“Devil Between the Legs”), el largometraje más reciente del legendario cineasta Arturo Ripstein, para quien debería crearse una categoría propia. A los 78 años, el maestro sigue siendo tan irreverente como siempre, ya que si bien coloca como protagonistas a una pareja de ancianos (excelentemente interpretados por Sylvia Pasquel y Alejandro Suárez), se niega a suavizar su propuesta -a diferencia de lo que hizo Michael Haneke en “Amour”- al mostrar a sus personajes activamente involucrados en una relación tóxica donde abundan las situaciones sexuales y las escenas de desnudos.
Filmando en un blanco y negro que ha empleado en diversas ocasiones a lo largo de su carrera, y que lo distancia desde el principio de las propuestas habituales del ‘mainstream’, Ripstein vuelve a apelar a un guion escrito por su colaboradora y compañera de vida Paz Alicia Garciadiego con el fin de desarrollar un relato sórdido, pero cargado a la vez de humor negro, que no resulta nunca cómodo de ver y que puede generar más de un reclamo del espectador por los implacables comentarios que hace sobre el machismo y la sumisión aparentemente voluntaria de sus personajes femeninos.
Sin embargo, en medio de sus intencionales excesos, Ripstein y Garciadiego terminan por obtener un curioso balance entre los personajes, sosteniéndose en actuaciones tan arriesgadas como impresionantes y en una puesta en escena cuyo virtuosismo nos permite enfrentar de algún modo la extensión de un filme durísimo que se extiende casi por dos horas y media. Se proyecta el 6 de octubre a las 6 p.m. en The Montalbán Theater.
La programación de largometrajes de Hola México destaca también por la inclusión de dos películas dramáticas que se encuentran hermanadas por su interés en retratar circunstancias trágicas vinculadas al caos generado por el narcotráfico y la guerra contra las drogas, y que, curiosamente, centran su atención en personajes femeninos.
La primera, “Manto de gemas” (“Robe of Gems”), plantea una mirada de género que parte de su directora y guionista Natalia López Gallardo -una boliviana radicada en México desde hace dos décadas, que es además esposa y colaboradora del renombrado cineasta Carlos Reygadas- y que se extiende a la elección de tres protagonistas mujeres radicadas en una desolada zona rural: el ama de casa de posición acomodada Isabel (Nailea Norvind), su empleada doméstica María (Antonia Olivares) y la agente de policía Roberta (Aída Roa).
Norvind, ampliamente recordada por la audiencia latina debido a sus intervenciones en telenovelas de los ’80 y los ’90, ha participado en varios proyectos interesantes de cine independiente durante los últimos años, y aquí, muestra habilidades histriónicas indiscutibles como una madre con dos hijos, recientemente separada de su esposo, que se obsesiona súbitamente con la búsqueda de la hermana desaparecida de su trabajadora.
María lidia con el mismo drama mientras trabaja a escondidas para un grupo de narcotraficantes, mientras que Roberta se enfrenta a la posibilidad de que su hijo adolescente pertenezca al mismo círculo criminal, como parte una vorágine de delincuencia que López Gallardo maneja a veces con un estilo narrativo bastante directo, pero que recrea en otras ocasiones con imágenes alegóricas y una intención artística no del todo accesible.
Sea como sea, la cinta destaca no solo por su impecable factura y sus grandes interpretaciones, sino también por el modo en que presenta las devastadoras consecuencias de esta problemática sin mostrar ninguna escena explícita de violencia. Se proyecta el 4 de octubre a las 5.15 p.m. en el auditorio 18 de Regal LA Live (1000 W Olympic Blvd., Los Ángeles).
“La Civil” tiene también al frente a una directora y guionista -la rumana radicada en Bélgica Teodora Mihai- y cuenta igualmente con un ama de casa separada de su esposo como protagonista. Además, tal y como sucede con Isabel, Cielo (interpretada brillantemente por Arcelia Ramírez) pone en riesgo su propia vida para dar con el paradero de una desaparecida, que en este caso es su hija adolescente, secuestrada por un cartel del norte de México.
Sin embargo, a diferencia del personaje de “Manto de gemas”, que pretende ser una “white savior”, Cielo es una mujer de modestos recursos que asume riesgos incluso mayores al seguir de cerca a los criminales y convertirse en informante del ejército; y aunque sus aventuras llegan a veces a ser poco creíbles -más allá de que el guion esté inspirado en hechos reales-, Mihai se las ingenia para atrapar por completo al espectador a través de un relato donde se combinan el drama social, el ‘thriller’, el espionaje y las historias de ‘vigilantes’, y que no resulta nunca aburrido pese a extenderse por casi dos horas y media. Se proyecta el 7 de octubre a las 6 p.m. en The Montalbán Theatre.
Finalmente, Hola México retoma su sección Nocturno, dedicada a incursiones en el fantástico, para presentar algunas propuestas que dan fe de los avances que se han dado en el género dentro de la industria mexicana, lo que resulta claro sobre todo en “Huesera”, otra película de autoría femenina -está dirigida por Michelle Garza y escrita por Abia Castillo- con un rol protagónico igualmente femenino que recurre a un simbolismo poco complejo y no del todo novedoso (el proceso de maternidad como una especie de maldición) y que, por ese lado, podría remitir a más de una producción hollywoodense (el clásico “Rosemary’s Baby” es lo primero que se viene a la cabeza), pero que apela a una serie de circunstancias específicas y a unos giros ciertamente novedosos con la finalidad de adquirir una identidad propia.
Valeria (magníficamente interpretada por la debutante Natalia Solián) es una joven mujer casada que ha logrado salir embarazada tras varios intentos fallidos y que se encuentra inicialmente sometida a unos dictámenes del patriarcado reforzados por las mujeres de su propia familia, en consonancia con los alcances reales de un machismo latinoamericano que no se limita a los hombres.
Pero Valeria va liberándose poco a poco de las ataduras, incluso en términos de identidad sexual, y los ‘flashbacks’ que la muestran como una punk rocker durante la adolescencia se combinan con su devoción actual por la Virgen de Guadalupe y sus intentos posteriores por liberarse de la maldición que la aqueja con la ayuda de unas curanderas.
Pese a que esta es su ópera prima, Garza tiene sin duda mucho que ver con el excelente desempeño de la actriz principal, y su claro dominio del lenguaje cinematográfico -sobre todo en lo que respecta a la composición de encuadres- le permite estremecer al espectador sin necesidad de apelar a recursos visuales extravagantes. Los efectos especiales, respaldados por impactantes golpes de sonido, no dejan nunca de sorprender. Se proyecta el 7 de octubre a las 9.30 p.m. en The Montalbán Theater.
La misma sección incluye otro filme que no deja de llamar la atención, más por el concepto que maneja que por los resultados que ofrece, aunque estos no sean nada despreciables. Se trata de “Satanic Hispanics”, uno de esos largometrajes antológicos de terror que son por esencia irregulares, sobre todo cuando tienen al centro a un narrador que cuenta historias completamente desconectadas entre sí en el plano temático y unidas simplemente por su pertenencia a la escuela del miedo, como sucede aquí.
En todo caso, la estrategia nos permite conocer o redescubrir el trabajo de cinco directores que son ya sumamente populares entre los fans acérrimos del horror y que no son siempre de origen azteca: los argentinos Alejandro Brugués (“Juan of the Dead”) y Demián Rugna (“Aterrados”), el mexicoamericano Mike Mendez (“Big Ass Spider!”), el cubanoamericano Eduardo Sánchez (“The Blair Witch Project”) y la mexicano-canadiense Gigi Saul Guerrero (“Culture Shock”).
Cada cineasta dirige uno de los cinco episodios presentados, casi siempre en español y haciendo gala de sus propios estilos; y aunque la alternancia entre la vertiente cómica y la ‘dura’ del género hacen que el conjunto no fluya del todo, los elementos culturales que se infiltran frecuentemente en las historias le dan un carácter muy particular a la cinta entera, superando con ello las evidentes limitaciones de presupuesto y, por ende, de los efectos especiales, aunque, incluso por ese lado, hay más de una grata sorpresa.
Si no nos creen, esperen a ver la espeluznante representación que se hace de La Santa Muerte, una deidad de carácter sumamente particular que los carteles de la droga han tomado como propia. Se proyecta el 8 de octubre a las 9.30 p.m. en The Montalbán Theater.
La edición 2022 de Hola México Film Festival incluirá la presentación de más de 20 largometrajes y 20 cortometrajes provenientes del programa Tomorrow’s Filmmakers Today. Estos últimos corresponden a producciones esencialmente estadounidenses. Para más informes y boletos, entra a este enlace.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.