Homenaje póstumo a José B. Carles, pionero del cine mexicano
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 18 (EL UNIVERSAL).- La mañana de este lunes, la Cineteca Nacional abrió sus puertas para honrar la memoria y trabajo del ingeniero José B. Carles, en sus instalaciones de la avenida México Coyoacán, alcaldía Benito Juárez, al sur de la Ciudad de México.
Los organizadores del evento fueron su nieta Victoria Carles y su familia, en colaboración con la Cineteca, Barcelona Memory, Canal 11, Canal 14 y Canal 22.
Hijo de padres catalanes y nacido en la Ciudad de México a comienzos del siglo XX, José Baudilio Carles tuvo curiosidad desde infante por el funcionamiento de los aparatos de su época. Egresado del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, el ingeniero trajo sus conocimientos en electrónica para perfeccionar el espectro radiofónico nacional.
El aspecto más destacado de su labor comenzó en la década de los 30, con su entrada al cine mexicano como técnico de sonido. Participó en la grabación de las primeras películas sonoras producidas en México y aportó importantes avances tecnológicos para facilitar la grabación de audio; primero con cintas guía que sirvieron para doblaje y después con la novedosa sincronización de diálogos obtenidos en el set.
Su trayectoria incluye más de cien colaboraciones sonoras en cine y televisión, con 5 premios Ariel por Sonido, sin mencionar sus logros en radio y electrónica. Entre sus trabajos más destacados están Los Olvidados, Enamorada, Mecánica Nacional y El Ángel Exterminador.
José B. Carles también tuvo una gran labor en la fundación de sindicatos para el reconocimiento de los técnicos trabajadores en el cine, formando parte del Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales de Producción Cinematográfica (STYM) (1935-1994). Fue un férreo defensor de los derechos de los colaboradores detrás de cámaras, impulsando su profesionalización y capacitación constante.
Además de esto, se supo que el ingeniero recibió a exiliados españoles –afectados por la guerra civil y la posterior dictadura de Francisco Franco– dentro de sus equipos de sonido para producciones mexicanas. Trabajó de cerca con Luis Buñuel y otros directores extranjeros, siempre de manera cooperativa y profesional.
Entre los asistentes al homenaje póstumo estuvo el actual director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, quien destacó la iniciativa de los familiares del ingeniero Carles por rescatar su trabajo y legado.
También estuvo presente María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), quien consideró que "no se puede concebir el cine sin sus dos grandes estructuras; está todo el talento artístico y creación cinematográfica, y por otro lado está la tecnología que lo hace posible".
"El cine mexicano sonó, se escuchó, gracias a la labor del ingeniero [José B. Carles]" comentó la también realizadora cinematográfica y guionista. "Representa una reflexión muy importante para nosotros cómo el cine mexicano se ha enriquecido por países hermanos", puntualizó.
También destacó la presencia de Erwin Neumaier, director general de los Estudios Churubusco; Felipe Marino, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC); Alejandro Cuétara, miembro de la Asociación Nacional de Actores en representación de su dirigente, Marco Treviño; Alan Austria Anaya, director de Radio y Televisión del estado de Hidalgo; y Baltazar Brito Guadarrama, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, quien compartió una entrevista realizada a José B. Carles y que se encuentra en el archivo sonoro de esta institución.
Además, uno de los invitados de honor fue Juan Duarte Cuadrado, actual embajador de España en México, quien resaltó la labor de personajes como José B. Carles para mantener la unión entre naciones.
El legendario director de cine, Sergio Olhovich, también asistió al evento, siendo una de las intervenciones más aplaudidas, pues el realizador fue colaborador y amigo cercano del homenajeado. Según su testimonio, la labor de técnicos como José B. Carles fue innovar e implementar el sonido directo.
Olhovich recordó al desaparecido ingeniero con su inseparable "Nagra", la grabadora que se utilizó en las primeras filmaciones cinematográficas sonorizadas. "Se sentaba junto a mí con su famosa Nagra, esa grabadora increíble, que nos permitió pasar al sonido directo", comentó.
"De repente, yo volteaba a ver cómo iba el ingeniero y me sorprendía, porque estaba dormido. Se dormía durante la toma y yo pensaba '¡Santo Cielo!, ¿y el sonido?', pero la Nagra seguía funcionando. Nunca se equivocó, aún dormido, grababa todo. [...] No hay como el sonido directo para captar la realidad, la verdad", compartió el longevo director con los asistentes.
"Nuestra industria le debe mucho a los técnicos del cine mexicano y ojalá este homenaje sea el primero a muchos técnicos del cine mexicano, que son tan importantes como el director y el fotógrafo", concluyó Sergio Olhovich.
El homenaje cerró con la proyección del documental José B. Carles: Un legado al cine mexicano, producido por Barcelona Memory junto con Victoria Carles, nieta del ingeniero.